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Columna
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Las señales de la calma del mercado

Los bonos emitidos por las naciones más débiles de la zona euro han sido relativamente inmunes a la crisis griega, lo que puede crear una falsa sensación de calma. La victoria del partido anti austeridad Syriza ha reavivado la preocupación por una posible salida de Grecia de la zona euro. Sin embargo, los mercados están siendo más amables con otros países como Portugal, España e Italia.

Los políticos pueden concluir que Europa es lo suficientemente fuerte como para resistir el contagio de una salida de Grecia y que sus herramientas de lucha contra la crisis podrían contener las consecuencias. Ese razonamiento es frágil.

Es cierto que los países de la periferia han limitado sus déficits fiscales desde la crisis de 2010. Pese a ello, la deuda de los países con problemas ha crecido y el desempleo ha aumentado en toda la zona. Los mercados comenzarían a dudar de la capacidad de otros países para permanecer en la moneda única.

Los gobiernos de la zona euro podrían ser más reacios a rescatar a países que se encuentren en el punto de mira

Los cortafuegos de la zona euro han mejorado en los últimos cinco años. La región cuenta con fondos de rescate y el inicio de una unión bancaria. El BCE tiene preparados dos esquemas de compra de bonos.

Existe incluso la posibilidad de que el trauma de una salida de Grecia asuste a otros movimientos populistas, incite a los gobiernos a acelerar las reformas y sacuda al norte de Europa para que invierta más.

Hay resultados menos benignos. Después de sufrir pérdidas agudas por su exposición a Grecia, los gobiernos de la zona euro podrían ser más reacios a acudir al rescate de países que de repente se encuentren en el punto de mira de los mercados. A medio plazo, esas economías pueden enfrentarse permanentemente a mayores costes de financiación. Las divisiones políticas y el apoyo a las soluciones radicales, se intensificarían.

Puede que los mercados estén contando con que los políticos hagan lo correcto. Siempre existe el riesgo de que la complacencia pueda hacer que cometer un error sea más probable.

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