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Columna
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Más rescates para la banca rusa en 2005

Los bancos rusos siguen en el filo de la navaja. Las medidas no convencionales contra la crisis, un paquete de 17.000 millones de rescate y la propia temporada de vacaciones han ayudado a la industria a sobrevivir casi al borde de la muerte en diciembre, cuando el precio del rublo y el petróleo se desplomaron. Los rescates anunciados hasta ahora –8.400 millones de dólares a un puñado de bancos, incluidos Trust Bank y VTB– no serán los últimos.

Para ver por qué, consideremos el ratio de capital principal del 12,2% del sector, su nivel antes de la crisis. Una peculiaridad del mercado ruso es que los bancos deben asegurarse de que este ratio, que incluye participaciones preferentes y deuda subordinada, así como recursos propios básicos, se mantiene por encima del 10%. Si no lo hace, los bonos vendidos para financiar los balances pueden entrar en default técnico. Un cálculo aproximado de los analistas de Barclays sugiere que la crisis ha mermado entre un 1,8% y un 2,1% el capital de los bancos. El parlamento ruso ha intervenido a través de una legislación que permite a los bancos ignorar, por ahora, estos pilares de contabilidad a la hora de calificar sus activos comerciales en el mercado. Ello, junto a las líneas de capital, implica que la media ahora está por encima del 14%.

Sin embargo, los bancos rusos se pelean por captar dinero en 2015. Alrededor del 12% de sus activos están financiados por la liquidez del banco central. Las tasas interbancarias a tres meses están en un 24%. Los depósitos están siendo ofrecidos a tasas superiores al 15% por un año y la demanda de nuevos préstamos parece inevitable.

Todo esto deja un colchón de alrededor de 1,4 billones de rublos para hacer frente a la avalancha de impagos que se materializarán este año cuando el PIB ruso se contraiga hasta en un 4,5%, según el banco central. Esta reserva se erosionará aún más si los rusos retiran sus ahorros del sistema. Teniendo en cuenta que la crisis se produjo a mediados de diciembre, los efectos pueden aún no ser visibles en las cifras del cuarto trimestre. Ahora mucho depende de la cotización del rublo y del precio del petróleo. A menos que se recuperen, los bancos rusos pueden tener que ingresar en la UCI.

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