El rally de Wall Street seguirá bajo la tutela de la Fed
Estados Unidos afronta 2015 como el año de la salida definitiva de la crisis, en que los tipos de interés subirán como síntoma de la vuelta progresiva a la normalidad. La Reserva Federal decidirá previsiblemente a partir de abril, según el mensaje lanzado tras su última reunión, el primer incremento en el precio del dinero desde 2008, cuando lo dejó en un rango mínimo del 0% al 0,25% como fórmula para afrontar el desmoronamiento del sector financiero y de la economía, y a lo que añadió una fuerte política de estímulos que ha tenido hasta este año a los inversores nadando en la abundancia de la liquidez, alimentando así la subida bursátil.
Los inversores comenzarán a desenvolverse en 2015 en un mercado ya sin la tutela de la Fed, que dará por inaugurado el cambio de ciclo en la mayor economía del mundo. Y esto abre claras oportunidades de inversión al calor del aumento de beneficios que la recuperación traerá para las empresas estadounidense, tanto en sus cotizaciones en Bolsa como en el rendimiento de sus emisiones de deuda corporativa, en especial en las de alto rendimiento high yield.
Ciclo financiero y ciclo económico
La Reserva Federal dará por inaugurado en 2015 el cambio de ciclo en la mayor economía del mundo
Wall Street ya disfruta de un amplio recorrido de ganancias, en anticipo del crecimiento económico que se espera, y el índice Standard & Poor’s ha renovado incansable máximos históricos en 2014. Desde el gigante estadounidense de la gestión de fondos Blackrock advierten que “estamos más cerca del final del ciclo financiero que del ciclo económico”, en referencia a la intensidad con que los mercados se han adelantado a un aumento del PIB en Estados Unidos, que el consenso de los expertos sitúa muy cerca del 3% para 2015.
Y lanzada esta advertencia, recomienda para el año próximo la inversión en renta variable estadounidense de sectores cíclicos –al hilo del aumento del PIB– y en deuda high yield estadounidense. De hecho, califica a estas emisiones como el “canario en la mina”, como el indicador primero del grado de fortaleza del impulso de los beneficios empresariales, que no cree en cualquier caso vayan a crecer a doble dígito en 2015.
JPMorgan Asset Management recuerda que los beneficios operativos de las compañías del S&P 500 registraron un crecimiento “impresionante” de más del 10% interanual al cierre del tercer trimestre de 2014. Su previsión es que en 2015 los beneficios sigan creciendo a un ritmo de alrededor de cinco puntos. “En el sexto año de un mercado alcista histórico, los mercados de renta variable estadounidense todavía tienen margen para crecer gracias a un incremento sólido de los beneficios”, destaca.
La entidad añade que “2015 será un año para los cíclicos y no para los defensivos” y apunta otro elemento a favor de la continuidad del rally. Explica que el ahorro en cuentas corrientes de particulares e instituciones en Estados Unidos –que a finales de octubre ascendía a 11 billones de dólares– y que se remunera a prácticamente cero, “probablemente se irá moviendo hacia acciones y bonos a medida que se va disipando el miedo provocado por la crisis financiera”.
Sectores cíclicos al alza
Bank of America Merrill Lynch comparte el escenario de crecimiento de la economía y de los beneficios empresariales en Estados Unidos y recomienda en consecuencia sectores cíclicos, en especial tecnología e industria. En la misma línea se pronucia UBS, que sobrepondera la renta variable y la deuda de alta rentabilidad estadounidense “por la elevada rentabilidad de las empresas y la considerable solidez de sus balances”.
Andbank pronostica apreciaciones potenciales para la Bolsa de Estados Unidos de entre el 3% y el 5%, “basadas en unas ventas que aumentan al 4,9%, con márgenes estables que crecen el 10% y que dan un incremento del beneficio por acción del 4,9%”. Y este avance de los beneficios empresariales va a producirse incluso a pesar de una de las grandes consecuencias que traerá el alza de tipos: la apreciación del dólar respecto al euro.Este movimiento se verá además no solo alimentado por ese alza de tipos sino por las diferencias respecto a la economía de la zona euro, donde se espera una nueva inyección de estímulos del BCE en 2015 que deprecie la divisa comunitaria y vaya aproximando su cotización hacia la paridad.
El mercado da por seguro el alza de tipos en EE UU el próximo año y ha respirado con alivio al conocer la posturra de la Fed, que asegura tendrá “paciencia” a la hora de emprender el endurecimiento de su política monetaria.
Ese alza de tipos, de al menos 25 puntos básicos durante el año, será igualmente determinante en el mercado de deuda, para el que se prevé un aumento de las rentabilidades en los plazos más largos. Así, los bonos soberanos de mayor duración perderán atractivo, reflejo del aumento de su rendimiento y la caída en paralelo de su precio. Citi prevé que el treasury, a diez años, ascienda desde el 2,2% actual, al 2,7% en el primer trimestre de 2015; al 2,85% en el segundo y acabe el año en el 2,95%.
La alternativa que proponen las firmas de análisis para buscar rentabilidad en la deuda está en los bonos de alto rendimiento o high yield, aunque sin desechar la deuda soberana ya que, pese a que se prevé la caída progresiva de su precio, su rentabilidad sigue siendo más atractiva que la de la deuda soberana europea. Así, Blackrock muestra su preferencia por la deuda pública estadounidense frente a otros títulos con considerados como valores refugio.
La apuesta de BofA Merrill Lynch está en los plazos más largos –a 30 años y algo más ajenos a la volatilidad que se prevé por el alza de tipos– y los bonos high yield, que ya habrían pasado su momento estelar, pero que aún encierran oportunidades en sectores como la salud, el automóvil y el ocio.