Rosell, reelegido al frente de la CEOE por escaso margen
El presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, ha sido reelegido hoy en su cargo para los próximos cuatro años por 345 votos frente a los 312 votos obtenidos por su contrincante, el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi.
Los votos han estado muy repartidos lo que deja a la patronal dividida. Fuentes del entorno de Garamendi calculan que un vuelco de última hora en parte de los votos de la patronal madrileña CEIM, aún presidida por Arturo Fernández, son los que han dado la victoria a Rosell.
Tras ser proclamado nuevamente presidente, Rosell, ha intervenido ante los 660 votantes y lejos de ser integrador se ha pronunciado duramente contra "los pocos que me han decepcionado profundamente" en clara referencia a algunos dirigentes que han promovido la candidatura de Garamendi. En este sentido ha lamentado que estos "aunque son poco hacen mucho ruido y entienden las organizaciones como algo privado".
Ha explicado que no siente más ilusión que hace cuatro años cuando fue elegido por primera vez "pero sí más responsabilidad". Así enumeró los que serán sus ejes de actuación reiternado que continuará con "las reformas internas" dentro de CEOE orientadas a una "mejor gobernanza y transparencia". "Nuestras cuentas ya son transparentes y nuestra toma de decisiones muy participativa, pero no podemos convertirnos en asamblearios", ha dicho en respuesta a las críticas del entorno de su oponente que le acusaban de no contar con una buena parte de la organización.
En este mismo sentido siguió respondiendo táctiamente a las acusaciones de estar solo preocupado por los intereses de las grandes empresas, al asegurar que CEOE "ha abierto sus puertas a todas las organizaciones porque lo que piden los empresarios son sinergias y no quieren batallitas y mucho menos personalismos". Igualmente se ha defendido veladamente de quien le ha reprochado haber ido de la mano del Gobierno en contra de algunos intereses patronales, como en el cambio de la financiación del sistema de formación. "Debemos estar preparados para ayudar a los Gobierno y que entiendan nuestros mensajes", ha dicho.
Dicho esto, ha lanzado algunos mensajes que también habían sido utilizados por su oponente durante su campaña, como la necesidad de recuperar la figura del empresario, "exigir las buenas formas y los buenos usos, porque no todo vale; y hay que poner en valor el esfuerzo, el trabajo, el riesgo y, sobre todo, el sentido común".
"La ética seguirá siendo mi norte. Una ética de integración, vertical, fundamento de una acción general, sin ninguna fórmula. Y la estética es inseparable de la ética", ha añadido.
Victoria agridulce
No obstante, se ha tratado de una victoria agridulce porque Rosell ha perdido apoyos respecto a las anteriores elecciones cuando obtuvo el 80% y deberá lidiar ahora con una organización dividida al 50% y, en cierto modo enconada entre las dos partes. Por un lado sus seguidores y, por otro, los de Garamendi que cuenta con el apoyo de la práctica totalidad de la organización que preside, la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y algunas de las principales patronales sectoriales como la construcción o el metal.
Además, Rosell se ha mostrado muy molesto con una carta anónima que se ha difundido internamente en los útlimos días con graves acusaciones hacia su gestión, que él ha calificado de "infamias". A este respecto, el presidente de CEOE añadió que Garamendi le ha asegurado en privado que no tiene nada que ver con la redacción de dicha misiva, "pero me hubiera gustado que también lo hubiera dicho en público", ha indicado notablemente molesto Rosell ante un grupo de periodistas antes de marcharse del recinto donde se han celebrado las elecciones.
Por su parte, Garamendi, felicitó al ganador y aseguró que se pondrá "a sus órdenes" desde mañana mismo. Si bien se mostró muy satisfecho con el resultado con el que se siente "muy respaldado". Por eso advirtió que piensa seguir al frente de Cepyme los tres años que restan de mandato porque le apoya el 93%" de esta organización y la mitad de la CEOE.
Planes de futuro
En cuanto a sus intenciones, Rosell añadió que "hay que seguir simplificando las administraciones" para conseguir un verdadero mercado único "porque es contradictorio poner fronteras cuando el futuro es Europa". Sin embargo, no se refirió en ningún momento al problema del soberanismo catalán, cuya tibieza en sus posicionamientos ha sido otro de los reproches de su oponente.
También ha considerado que hay que controlar aún más el gasto en sanidad y educación "y plantearse seriamente su gestión, sin opiniones preconcebidas sino con cifras". Y ha añadido que "falta aumentar el tamaño de las empresas" y que "si los políticos no siguen y no se arrugan en las reformas, primero vendrá la bonanza económica y detrás, el empleo".