España pierde 3.000 autónomos discapacitados
El 88,4% de las personas con discapacidad desempeñaban sus trabajos como asalariados, mienras que el 11,5% lo hacía por cuentra propia
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Una de las asignaturas pendientes en el mundo laboral es la inserción de personas con algún tipo de discapacidad. Según el INE se han perdido 3.000 puestos de autónomos, y todo ello pese a las reducciones y bonificaciones en las cuotas de cotización, tanto de los trabajadores por cuenta propia como de los asalariados.
Además, en el caso de los empleados por las empresas también se incluyen determinadas subvenciones. A lo largo del año pasado, el 26,6% de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social contaban con algún tipo de deducción en las cotizaciones, mientras que el 26,6% de los asalariados con discapacidad tenía la modalidad de contrato específico de discapacidad.
En el caso de las deducciones en las cuotas de cotización y la contratación específica, los mayores benefiarios son la población masculina entre los 16 y 44 años, pertenecientes al grupo de discapacidad vinculada a deficiencia intelectual y a las personas con un grado de discapacidad entre el 65 y el 74%.
Las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de discapacitados a lo largo de 2013 se localizaron en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (46,3%) y en las comunidades de Murcia (46%), Islas Baleares (45%) y Comunidad de Madrid (43,2%). En el lado opuesto de la balanza se encuentran Galicia (30,5%), Canarias (30,6%) y La Rioja (31,1%).
A lo largo del año pasado había un total de 1.428.300 personas con certificado de discapacidad en edad de trabajar, entre 16 y 64 años, que representa un 4,7% de la población total en edad laboral. Quizás lo más destacado de este colectivo sea su baja participación en el mercado laboral. En 2013 hubo 533.6000 personas activas, con una tasa de actividad del 37,4%, casi 40 puntos por debajo a la de la población sin discapacidad, que se eleva hasta el 77,2%. Sin embargo, el número de personas ocupadas el pasado ejercicio era de 346.600.
La tasa de empleo se situó en el 24,3%, siendo 32 puntos inferior a la de las personas sin discapacidad. Hay que decir que desde que estallara la crisis en 2009, este porcentaje ha descendido, mostrando una tendencia muy parecida a la experimentada por la población sin discapacidad.
En cuanto al número de personas con discapacidad en situación de desempleo, la cifra se elevó hasta los 187.000. La tasa de paro superó en nueve puntos a la de la población sin discapacidad. El 35% frente al 26%, según el Instituto Nacional de Estadística.