Cinco indicadores de que tu negocio va a fracasar
Está muy claro que para sacar adelante una startup, el camino no siempre está libre de obstáculos. Pero es fundamental prestar atención a ciertos signos de alarma que se suelen dar en las primeras etapas, y poder así cambiar de estrategia a tiempo.
Echa un vistazo a algunas de las primeras señales de aviso, que indican que tu startup podría tener problemas:
- Los ciclos de venta son cada vez más largos. Es posible que lanzaras un producto estupendo y cuentes con montones de clientes registrados en tu web. Sin embargo, se aprecia un descenso en el número de adquisiciones o bien que las compras se están espaciando más que antes.
- No tienes muy claro quién es tu consumidor final. Este es el caso en que se lanza un producto o servicio asumiendo que la gente lo va a solicitar. Antes de sacarlo al mercado, eran muchas las opiniones que aseguraban estar interesados y, sin embargo, ahora no dejas de preguntarte dónde se han metido todos esos clientes. Posiblemente lo que te impulsó a fabricar tu producto fue en realidad: "¡Qué guay, probablemente lo utilizaré algún día, buena suerte con todo!".
- La demanda está disminuyendo progresivamente. Seguir en un sector en el que se ha producido un descenso en las tasas de demanda no es una buena idea si lo que persigues es un crecimiento sostenible a largo plazo. Si piensas que este hecho no tiene nada que ver con el producto, competencia o estrategia de precios, es el momento de plantearte la diversificación de la producción hacia otros sectores o bien pivotar hacia otros productos.
- No tienes tiempo para centrarte en tu producto principal. A pesar de ser consciente de que el producto es de suma importancia para que la empresa funcione, sin embargo han surgido imprevistos que requieren recursos y dedicación. Cuando se aparta a un lado la mejora continua de la oferta básica, es decir, del producto o servicio, es probable que surjan problemas más adelante. Por ejemplo, la competencia podría "salir de la nada" con una ofertas mejores.
- No tienes planes de monetización. No hay problema con que no transformes tus activos en dinero de forma inmediata o en un futuro cercano, pero mantenerte esperando a que "llegue el momento" es síntoma de inexperiencia y te lleva a correr el riesgo de encontrarte con obstáculos inesperados.
Este artículo es una adaptación del texto original publicado por Andrew Condurache en TNW