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Arantza Tapia, consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del País Vasco

“Las empresas deben crear cadenas de valor”

Arantza Tapia, consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del País Vasco
Arantza Tapia, consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del País Vasco

Arantza Tapia (Astigarraga, 1963) tiene claro que la industria de Euskadi debe posicionarse en la fábrica inteligente, la tendencia 4.0 que va a cambiar a medio plazo el mapa fabril del mundo. En un encuentro en la sede donostiarra del Gobierno vasco, no elude temas como la crisis de Fagor Electrodomésticos, un auténtico shock para el mundo económico de Euskadi, o la dificultad para generar empleo neto.

Pregunta. Las iniciativas de los nuevos centros de eólica y aeronáutica para desarrollos de fabricación avanzada, ¿tendrán su continuación en otros sectores?

Respuesta. La estrategia Basque Industry 4.0 del Gobierno vasco nace para apoyar esa nueva revolución que está viviendo la industria, donde hay que propiciar una transformación rápida del sector hacia las tecnologías avanzadas, que incluye la digitalización de las fábricas. Esto no se consigue con un centro de investigación al uso, sino con plantas piloto como las que ha citado, donde se ensayan preproducciones de nueva generación. La evolución de estos centros de eólica y aeronáutica, dos áreas de manufactura avanzada de la industria vasca en desarrollo y con capacidades tecnológicas y financieras, nos marcará el ritmo de los pasos siguientes.

P. ¿Están abiertos esos centros a la participación de más empresas?

R Sí hay interés por nuevas adhesiones a los centros de fabricación avanzada (CFA). Se están dando pasos en este sentido. La colaboración entre las compañías también es fundamental en este ámbito. Históricamente, el tejido empresarial de Euskadi está integrado por sociedades de pequeño tamaño, por lo que hace falta esa cooperación para conseguir rápidamente avances que se trasladen cuanto antes al mercado. Pasar de procesos experimentales a la producción en serie con la máxima celeridad. Por eso, las empresas tienen que crear cadenas completas de valor.

En eficiencia son necesarias las alianzas con centros tecnológicos de otros países, como los de Alemania, ya contactada”

P. La industria vasca, ¿está preparada para aprovechar las oportunidades de la eólica offshore?

La financiación de las compañías ha cambiado, hay que recurrir a otras vías, como los fondos privados y el BEI”

R. De momento, el cluster [asociación] de la energía ya está trabajando en colaboración con otros agentes de ese sector, como el foro marítimo vasco. Ambos acudieron, junto con centros tecnológicos y empresas de Euskadi, a la feria sectorial celebrada en Glasgow [Escocia] en junio pasado. La eólica marina no solo es una oportunidad de negocio para los fabricantes de aerogeneradores como Gamesa. Tiene grandes desafíos que abarcan a muchos sectores. Hay que trasladar la energía a la costa, necesita de buques específicos y de grandes equipos, así como de nuevos materiales que resistan la corrosión y los fuertes vientos de alta mar, etcétera. Y en Euskadi, esta actividad está marcada por las grandes profundidades a pocos metros de la costa, lo que obligará a la implantación de equipos flotantes. Más desafíos todavía.

Muchas de esas tecnologías sabemos cómo atacarlas y aquí el reto de las empresas vuelve a ser trabajar en red, para crear esas cadenas completas de valor. De momento, ya hay dos consorcios en marcha.

P. Las inversiones en proyectos 4.0, ¿son muy altas?

R. Más que la cuantía hay que destacar que todos se están posicionando en este ámbito y la industria vasca también tiene que hacerlo. Y con procesos que garanticen la seguridad y que incluyan la fabricación aditiva (impresión en 3D). Desde el Gobierno vasco ayudaremos a que las compañías afronten estos cambios.

P. Eficiencia e innovación contra los bajos costes laborales en emergentes y contra las subidas de la factura eléctrica del Gobierno de Rajoy. ¿Son activos suficientes para contrarrestar esos problemas?

R. A coste no puedes competir con los grupos de los países emergentes. Hay que buscar una producción de mayor valor añadido. El Gobierno de Mariano Rajoy, a cuenta de resolver el problema del déficit de tarifa, ha hecho mucho daño a la industria, sobre todo a los proyectos de cogeneración. Y aquí tenemos un hecho diferencial a peor. Las empresas vascas se conectan a una red de distribución de la energía con una tensión menor que la del resto del Estado. Es un coste añadido y sí que es cierto que el Ministerio de Industria ha promovido una rebaja de ese peaje.

El EVE (sociedad del Gobierno vasco para temas de energía) tiene en marcha un proyecto con una spin-off para conseguir nuevos métodos de eficiencia en procesos productivos, para conseguir ahorros con inversiones que no son excesivas. La subida de la tarifa eléctrica no la puedes contrarrestar con una bajada de sueldos. Hay que buscar alternativas desde la 4.0 y desde alianzas con centros tecnológicos de otros países.

P. ¿Son conscientes las empresas de la trascendencia del cambio 4.0?

R. Se están preparando y van bien. De todas formas, hay muchos campos todavía por desarrollar. Por ejemplo, no hay equipos definidos por la UE como standard para la comunicación entre máquinas.

P. El Gobierno vasco, ¿mantiene la estimación de generar empleo neto a finales de año? ¿Crecerá la industria en 2014?

R. Es una previsión, realizada con mucha prudencia por la incertidumbre política y económica en todo el mundo. Los datos al tercer trimestre (crecimiento del 0,7% del PIB vasco) van en esa dirección. En 2015 sí esperamos generación de empleo neto. Para la industria, el crecimiento en 2014 puede estar situado en una horquilla entre el 0,5% y el 1%. No puedo concretar más, no tengo una bola mágica para adivinar la evolución económica del último tramo del año.

P. ¿Será 2015 el año de la reactivación de la industria, aprovechando las grandes inversiones que ha captado Euskadi, como la de Mercedes-Benz en Vitoria, y el efecto tractor de grupos como Iberdrola y Corporación Mondragón?

R. Hay que estar preparados. El mundo cada vez es más global y rápido. Estábamos acostumbrados a unos mercados que la crisis ha cambiado. La competencia es brutal y las ofertas por proyecto hay que presentarlas cuanto antes. Eso obliga a una gestión ágil y flexible, pegada a las herramientas de las tecnologías de la información. La financiación también es nueva, ya no vale con el banco de la esquina, cuya gestión de riesgos igual no valora bien las oportunidades de negocio. Hay que buscar fondos privados y recurrir al Banco Europeo de Inversiones (BEI). Y por supuesto que hay que fabricar bien, pero hay que trabajar más el área comercial en la preproducción y la de servicios en la posproducción.

P. ¿Euskadi ha aguantado bien la crisis sin pérdida de centros de multinacionales, como el de Daewoo?

R. Ese cierre venía de antes. Los inversores extranjeros valoran la tradición industrial, pero les llama más la atención la red de proveedores y de centros tecnológicos, y la relación estrecha con Gobierno y diputaciones, como destacó el presidente de Crompton [grupo hindú que compró la compañía vasca ZIV]. Constatan que hay intereses comunes, desde los sectores público y privado, de apoyo al crecimiento. Saben que a todos nos interesa generar riqueza para mantener el bienestar social.

P. ¿Las exportaciones de Euskadi volverán a superar en 2014 los 20.000 millones?

R. Sí, por la capacidad de diversificar desde los principales mercados en el exterior, como Francia y Alemania, a los emergentes, como China, sin olvidar otros como África, Indonesia, Malasia, Estados Unidos y México. En Brasil, en cambio, hay incertidumbre.

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