¿Cómo gestionar el uso de los electrodomésticos?
El consumo eléctrico es uno de los gastos más importantes en los hogares. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) supone un coste de 990 euros al año, destacando una partida, los electrodomésticos. El 56% del total de electricidad, 546 euros al año, provienen del uso de electrodomésticos y por tanto, la mejora de los mismos, con la calificación energética más eficiente, nos ayuda a conseguir ahorros importantes y duraderos.
Pero esta no es la única forma, conocer y optimizar su uso también nos ayuda a conseguir ahorros muy importantes, desde apagar completamente nuestras televisiones evitando el “standby” que tiene un consumo residual importante hasta optimizar su uso en determinadas horas nos permitirá rebajar nuestro presupuesto en electricidad.
Frigorífico: Es uno de los electrodomésticos que más energía consume del hogar, más 30% del total, y de uso más que universal, con más del 99% de los hogares según el IDAE. Además de asegurarnos que tenga una ventilación adecuada para que su motor funcione eficientemente, no introducir alimentos calientes y procurar no abrirlo demasiado y situarlo en zonas lejanas de fuentes de calor, debemos ajustar su temperatura a la del exterior y no usar temperaturas excesivamente bajas tanto de frigorífico como de congelador.
Televisores y monitores de ordenador: Los nuevos paneles LED han disminuido de forma importante el consumo de luz con respecto a los antiguos monitores LCD de unos electrodomésticos que gastan un 12,2% de la energía doméstica los primeros, y los ordenadores un 7,4%. En la televisión es importante apagarlas totalmente cuando no se use, el consumo si no equivale a un ordenador en pleno rendimiento. Respecto a los ordenadores, las tareas programadas como copias de seguridad son más convenientes hacerlas de noche, con tarifas inferiores y monitores apagados. Es importante que después de estas programaciones se apague el ordenador automáticamente para eliminar un gasto que aún no siendo pequeño es innecesario.
Lavadora y lavavajillas: Estos electrodomésticos suponen un 11,8% y un 6,1% de la factura eléctrica, respectivamente. Además de los consejos básicos (si no son de carga regulable, deben usarse cuando estén llenos y a temperaturas moderadas o bajas) son los electrodomésticos que mayor ahorro podemos conseguir si ajustamos su uso en horario de menor coste, en programas de al menos de media carga.
Calefacción y aire acondicionado: El principal consejo está en utilizar la calefacción y el aire acondicionado a temperaturas moderadas y solo cuando sea necesario. El aire acondicionado, aunque sólo en meses centrales del verano, es un electrodoméstico que consume mucha energía por lo que conviene encenderlo a temperaturas superiores a los 24º centígrados. Por cada grado menos de temperatura, el consumo de energía en aire acondicionado aumenta entre un 4 y un 6%, si regulamos por termostato y enfriamos principalmente la casa en las horas más económicas y mantenemos la temperatura en los momentos punta ahorraremos mucho este verano.
Si tiene la calefacción eléctrica es muy importante el uso de los acumuladores que almacenan el calor necesario para el día siguiente, durante la noche y parte de la mañana, cuando el precio de la electricidad es más barato, más para aquellos los que contraten la tarifa nocturna.
Cocina: Además de consejos básicos, como aprovechar el calor residual de la vitrocerámica, al apagarla cinco minutos antes de finalizar un guiso, ayuda a ahorrar energía. Pero para que el gasto de luz sea menor, se puede cocinar a primera hora de la mañana o a última de noche.
Plancha: El pequeño electrodoméstico que consume más energía, ya que tiene alta potencia y un gran consumo con tan sólo llegar a la temperatura óptima, siendo el electrodoméstico con picos de gasto mayores, por ello es importante juntar la mayor cantidad de prendas posible y trasladar su uso a horas de energía más barata.