En la maleta de verano, Vacaciones Santillana
Desde finales de los años 70 ha acompañado a los estudiantes hasta la playa En septiembre, la editorial lanzará nuevos proyectos, ‘Saber Hacer’ y un aula virtual
Verano, calor, las notas, los helados, las bicicletas y el cuaderno de Vacaciones Santillana siempre al lado. El compañero de todos los niños, daba igual si se había cateado alguna asignatura o concluido el curso brillantemente. Era el cuaderno que siempre había que repasar para recordar lo aprendido durante el año y que la vuelta al cole en septiembre fuera más llevadera, o era la tabla de salvación de los que tenían que ir a la repesca.
El objetivo, aseguran desde la compañía, es ofrecer a las familias materiales que conjuguen lo lúdico y el repaso para contribuir a que los niños afiancen en verano los conocimientos que han adquirido durante el curso. Asimismo pretende “integrar esos contenidos en propuestas que nos permiten desplegar nuestra faceta más creativa y más refrescante”.
De esta manera se da respuesta a una demanda muy consolidada en el mercado y a la necesidad de que el verano no suponga una ruptura radical en el proceso de aprendizaje de los niños. Conjuga aprendizaje y diversión para que los niños y jóvenes continúen de una forma natural su formación.
Los cuadernos de Vacaciones Santillana nacieron en 1983, y desde entonces han vendido más de diez millones de ejemplares. Este material didáctico se enmarca dentro del grupo Santillana, fundado en 1960 por el empresario Jesús de Polanco, fundador a su vez del Grupo PRISA, editor de CincoDías, pionero en la edición de material de repaso para niños de tres a 16 años, con incipientes incursiones a finales de los años 70.
Cronología
1960. El empresario Jesús de Polanco funda la editorial Santillana, con la visión de convertirse en referencia educativa en España y Latinoamérica. La compañía está presente en 22 países.
Los 70. A finales de esta década comienzan a editarse los primeros cuadernos de repaso.
1983. En este verano comienza a publicarse Vacaciones Santillana, el libro de referencia de los estudiantes españoles. Más de diez millones de cuadernos vendidos.
2011. Santillana ha puesto en marcha en Latinoamérica dos iniciativas pioneras. Sistema Uno, que opera en México y Brasil y vincula a la escuela ofreciendo contenidos, equipamiento (digitalización del aula, iPads...) y servicios educativos (asesoramiento a los centros, coaching...), sustentados en la innovación tecnológica y enseñanza bilingüe. Y Santillana Compartir (México, Argentina, Chile, Colombia...), que integra el texto en papel con el contenido digital.
Estos cuadernos forman parte del “equipaje emocional” de varias generaciones de niños y se ha convertido en un “latiguillo” que muchos emplean. En la red social de Twitter se recuerdan varios ejemplos: “Desaparezco una semana! Vacaciones Santillana”, “Vuelvo a mis Vacaciones Santillana. Comer viendo verano azul y a tomar el solecito, qué recuerdos de cuando era pequeña…”, “¿Te acuerdas de Vacaciones Santillana. Pues este es el cuaderno que querrán hacer los mayores…”, “A ti te hacen falta vacaciones santillana” (en referencia a ponerse al día en algo). Los hay también que no tienen buen recuerdo de esos obligados veranos de repaso. Pero esa es otra historia.
Los cuadernos se dividen en dos series, una de repaso general y otra por materias, con libros para todas las etapas formativas, desde educación infantil, primaria y primer ciclo de ESO. Una oferta educativa adaptada a todas las lenguas oficiales del Estado (castellano, inglés, francés, euskera, catalán y valenciano), además de Latinoamérica.
¿En qué consiste el proceso de creación de este tipo de libros? Muy sencillo: son un resumen de los libros de texto y se elaboran combinando la rigurosidad editorial de los contenidos con un estilo ameno y una línea gráfica atractiva, que despierte la curiosidad de los niños y niñas, incluso en vacaciones.
¿Cómo se plantean los contenidos y cómo se decide la selección de los mismos? Aborda los aprendizajes básicos de cada materia o asignatura, pero acompañados de otros elementos paralelos a lo estrictamente curricular, como son los juegos de razonamiento, la animación a la lectura o la información sobre lugares y costumbres sorprendentes. Pero lo que buscan, sobre todo, es enseñar al niño desde pequeño algo que no olvidará: la autodisciplina
De la cartilla de alfabetización al reto de la escuela digital
En los años sesenta el empresario Jesús de Polanco funda Santillana, editorial que desde entonces ha estado indisolublemente vinculada a la educación y la cultura. Es la compañía educativa líder en España y Latinoamérica, y está presente en 22 países. Además de su visión global, mantiene hondas raíces en cada uno de los ámbitos locales donde opera, como impulsor del desarrollo educativo de cada país. Inició su camino con la divulgación de manuales, cartillas de alfabetización y de formación profesional, así como libros infantiles y juveniles. En la actualidad, Santillana elabora contenidos y servicios educativos para todas las etapas de la educación no universitaria en español, portugués e inglés, y en todas las lenguas oficiales del Estado.
A finales de los años setenta empezó a trabajar en la edición de los primeros cuadernos de repaso, que pocos años después se convirtieron en Vacaciones Santillana. En plena transformación tecnológica, la editorial tiene por delante el reto de dar respuesta a las necesidades de las escuelas y a su distinto ritmo de implantación digital. El objetivo:_conseguir que niños y jóvenes puedan desenvolverse con éxito en la sociedad que les rodea, un entorno en permanente cambio y con mayor demanda de habilidades y competencias individuales y sociales.