El EUR se resiste a Dragui.
La medida estrella del reciente paquete del BCE es la denominada TLTRO y pretende expandir el crédito exclusivamente a las empresas y familias (excluyendo las hipotecas) Del mismo modo, y como no podía ser de otra manera, hay también un intento de evitar que los nuevos fondos disponibles vayan a la financiación de los estados.
Como era de esperar, habrá un seguimiento de que efectivamente se está ampliando este crédito en términos netos a estos comentados agentes económicos. Sin embargo, en el caso de que no sea así, la única repercusión es que los bancos deberían devolver aceleradamente el dinero en septiembre de 2016 en vez de la opción de un vencimiento hasta septiembre de 2018. No se le gravaría con un coste adicional o penalización por lo que la disposición de estos fondos tendría un coste del tipo oficial en el momento de la petición + un 0,10% (spread standard aplicado).
Hay que tener en cuenta que las medidas del BCE pretenden solucionar un problema de liquidez del sistema pero la entidad que preste los fondos a empresas o particulares sigue asumiendo el 100% del riesgo de insolvencia.
El BCE ha dejado una rendija abierta a que los bancos puedan seguir empleando los fondos solicitados en la compra de bonos soberanos. Comprar deuda soberana ("avalada" indirectamente por Dragui/BCE hace ahora 2 años) presenta una gran rentabilidad sin riesgo alguno.
Prueba de la inefectividad de las medidas aplicadas es el hecho de que el mercado ha reaccionado con un nuevo impulso a la compra de deuda pública periférica europea por mucho que no esté contemplado en el “libreto” inicial de la medida. Asistimos desde el jueves pasado a un nuevo recorrido a la baja en las rentabilidades que se han situado en zona de mínimos en las últimas sesiones (aunque ahora hayan repuntado algo).
En líneas generales, el estado español se financia ya más barato que el americano en el plazo “estrella” como el de 10 años. Ya hace unas semanas que eso sucedía a los plazos de a 5 y 2 años. Lo mismo está a punto de ocurrir con el italiano, mientras el diferencial (¡oh sorpresa!) del griego sobre el equivalente bono americano a 10 años se reduce fuertemente hasta niveles que no se justifican por el binomio rentabilidad/riesgo.
Tomando en consideración que el principal factor de movimiento del mercado sigue siendo la evolución de la rentabilidad real (rentabilidad nominal menos inflación), la zona euro ha perdido un poco de su atractivo en estos últimos días como consecuencia de la corrección de esta rentabilidad nominal. Sin embargo existen razones para pensar que esta tendencia pueda quedar contrapesada por próximos movimientos en la rentabilidad real de la zona dólar.
Hoy conoceremos la evolución de los precios de producción en EE.UU. siendo muy posible que repunten desde el 2,1% al 2,4%. Dentro de un mes esto generará repercusiones alcistas en el IPC de EE.UU. por lo que es perfectamente posible que la rentabilidad real en la zona dólar pueda ceder por la elevación de los precios.
También hoy conoceremos varios IPC de países de la UME y es probable que la tasa general en la UME quede estabilizado en la banda de 0,5%-0,7%. Así con todo, la ventaja comparativa de rentabilidades reales podría nuevamente incrementarse en favor de la UME y por extensión a la cotización del EUR.
El EONIA, tras dos días de aplicación de la tasa negativa a los saldos en "deposit facility", sigue en terreno positivo. Otro factor, que de mantenerse, será un apoyo al EUR.