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Columna
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El BCE no teme a la deflación

La despreocupación del Banco Central Europeo ante la deflación se basa en parte en las expectativas de inflación a largo plazo. Pero los cálculos del BCE están demasiado controlados.

Según el BCE, la tasa de inflación más reciente, un 0,7%, no es motivo de alarma. Cita expectativas a medio plazo, que permanecen firmemente ancladas cerca de su objetivo de poco menos del 2%. Esta se calcula sobre las cifras preferidas por el banco central, que reflejan cómo valoran los inversores el comportamiento de la inflación en el lustro que comenzará dentro de cinco años.

Otros indicadores de expectativas de inflación del mercado, derivados de las actuales diferencias de rentabilidad entre los bonos vinculados a la inflación y los de rendimiento fijo, son mucho menores. Pero el BCE ha preferido siempre utilizar la medida a cinco años dentro de cinco años porque la fecha futura le liberaría de los efectos de crisis a corto plazo y de la volatilidad actual. Ese punto de vista distante en el tiempo es perfecto para un banco central que se jacta de ignorar las interferencias de la economía. Pero no solo no hay interferencias en la medida que ha elegido, sino que no hay ruido de ningún tipo. Es estable hasta el letargo.

Su punto de vista es perfecto para un banco central que se jacta de ignorar el ruido de la economía

El BCE también puede apuntar a su encuesta trimestral de analistas económicos, que prevé una tasa de inflación del 1,9% en 2018. Pero una vez más, se trata de una medida imperturbable –la predicción de la encuesta a cuatro y cinco años se ha mantenido en un rango del 1,7 a 2% desde el lanzamiento del euro en 1999–, mientras que la inflación real ha oscilado entre el 4 y el -0,6%. La encuesta muestra que los analistas confían constantemente en que el BCE cumpla su objetivo, no en que la inflación aumente realmente a partir de aquí.

El BCE hace bien en evitar reacciones apresuradas. Pero se encuentra demasiado metido en las aguas de la desinflación como para regirse por instrumentos que apenas se mueven.

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