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Entramos en un nuevo ciclo de inversiones

Esta crisis ha llevado a más del 60% de ahorradores españoles a considerarse muy conservadores, frente a 30% en 2007, según Observatorio Inverco. Pero en 2013 se ha producido un cambio en la percepción.

Ahora entramos en un nuevo ciclo de inversiones y, tras las lecciones aprendidas los cinco últimos años, la cultura financiera es mayor y la industria de gestión de inversiones, tras una racionalización muy importante, más eficiente y mejor estructurada. Además se ha llevado a cabo un enorme esfuerzo de formación en las instituciones financieras, lo que se pone de manifiesto en que haya 15.000 certificados EFPA en España.

De manera que actualmente cualquier inversor puede disponer de una propuesta de inversión profesional, adecuada a su perfil de riesgo y objetivos, sin que en principio le cueste dinero. Puede obtener asesoramiento personal y creativo, eficaz y sobre todo, con un seguimiento y flexibilidad –algo de lo que adolecía la industria los últimos años-. De hecho tecnología y sistemas de la industria española están muy evolucionadas y entre las mejores de Europa.

De manera que el ahorrador español, partiendo de objetivos de inversión definidos, cuenta ahora con todos los instrumentos necesarios, incluyendo fondos nacionales y de terceros, extranjeros y en arquitectura abierta. Hay muy poco a lo que el inversor ya no puede acceder. Además la industria nacional ha tomado clarísimamente la decisión de centrarse en renta fija y variable local o europea y comprar fuera el resto de “know-how” para ofrecer a sus clientes las mejores opciones, especialmente en redes especializadas de banca personal y privada.

El ahorrador español tiene que adoptar un papel más responsable

En cualquier caso el ahorrador español tiene que adoptar un papel más responsable con sus inversiones. Su actitud estos años sido muy pasiva, muy dirigido a depósitos -los bancos han estado cuatro o cinco años fortaleciendo balances con depósitos con extratipos- y, culturalmente, a la inversión inmobiliaria. Pero estamos en un ciclo de tipos de interés a la baja, donde las inversiones sin riesgo van a dar rentabilidades reales negativas. Para obtener rentabilidad positiva hay que ir más allá de una cuenta corriente o depósito y mirar alternativas y oportunidades. Así que el ahorrador español, hasta ahora muy “mono estrategia sin riesgo”, está pasando a aceptar una multi-estrategia que combine su base conservadora con algo más de riesgo.

En cualquier caso, con esta base de clientes tan conservadora, la industria ha tenido que satisfacer sus demandas y en España siempre ha habido un sesgo hacia fondos garantizados, lo que seguirá ocurriendo. Además recientemente han destacado además los fondos de rentabilidad objetiva, que implican compra y mantenimiento a vencimiento de renta fija, pero, dada la escasa rentabilidad tienen un recorrido limitado.

En este sentido lo que cada vez está funcionando mejor son soluciones de inversión mediante carteras de fondos gestionadas por perfiles de riesgo, respecto a lo que existe una oferta muy amplia en todas las entidades. Suelen incluir perfiles conservador, moderado y dinámico, con acceso universal a fondos propios y de terceros. Cuanto mayor es el riesgo más peso de fondos internacionales se incluyen, pues los perfiles conservadores se cubren en la mayor parte con un fondo monetario, uno garantizado y otro de rentabilidad objetivo.

La necesidad de planificar a medio plazo comienza a vislumbrarse

Así que la necesidad de planificar inversiones a medio plazo comienza a vislumbrarse, aunque todavía no sea una tendencia clara. En cualquier caso ya se observa inquietud entre los ahorradores y la búsqueda de asesoramiento, incluso segundas opiniones en medios económicos e Internet.

De todas formas el ahorrador puede dedicar más tiempo a sus inversiones. De hecho la cultura provisional en España ha sido pobre, porque nadie se preocupaba por complementar su pensión pública mediante planes privados. Este va a ser de los temas importantes en 2014. Hay cada vez más discusión activa respecto al modelo público de pensiones -de beneficio definido- y se está poniendo en entredicho si “papá Estado” va a ser capaz de cumplir las elevadas obligaciones comprometidas. De manera que se hace necesario completar la pensión pública.

En este sentido la información respecto a cotizaciones al sistema y la estimación de pensión de la Seguridad Social para mayores de 50 años va a ser vital para planificar y tomar decisiones. Incluso deberíamos hacer un esfuerzo muy importante de ampliar la formación cara al futuro, fomentando el ahorro y previsión en las escuelas, como algo que será muy necesario para el día a día.

Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam.

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