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Los expertos ven la última corrección como una oportunidad de compra

El atractivo del Ibex resiste pese a la volatilidad

El Ibex recuperó el viernes los 10.000 puntos. Tras una corrección del 7,5% en poco más de dos semanas por la crisis de la depreciación de las divisas de varios países emergentes, el selectivo español parece recuperar esta semana el buen tono con el que comenzó el año. La pregunta ahora es si el índice despide finalmente las turbulencias generadas por los emergentes y se sitúa en posición para retomar las subidas. Y los expertos responden manteniendo su optimismo para la Bolsa en 2014, aunque avisan que habrá más volatilidad.

Pablo González, consejero delegado de Abaco Capital, resume el sentir de los inversores sobre esta bajada. “He visto pocas veces un mercado tan alcista y con tan pocas fluctuaciones durante meses. Esta caída es una corrección esperada que vemos como una opción para comprar”, explica.

Para Victoria Torre, analista de Self Bank, “desde un punto de vista técnico, siempre que las caídas no superen el 10% desde máximos podemos seguir hablando de simple corrección. Caídas por encima de este nivel sí que podrían ser algo más preocupantes”. Esa frontera se sitúa en los 9.472 puntos.

Entre la casi total unanimidad existente sobre las buenas perspectivas para el Ibex, la principal duda parece ser cuál es el punto adecuado para entrar. Es decir, si el Ibex seguirá corrigiendo o no. El primer nivel de soporte técnico, que el selectivo ha logrado mantener, está en los 9.700 puntos. La tesis general es que el Ibex podría seguir sin rumbo fijo, o incluso caer algo más, en el corto plazo. Con todo, el viernes cerró en los 10.072,4, tras sumar cuatro sesiones consecutivas al alza. “Es difícil predecir la zona donde parará la corrección. Podría quedarse donde está, pero también podría pasearse por los 9.300 puntos. Ese sería el peor escenario para volver a subir desde ahí. Nuestro objetivo para el Ibex era de 11.500 o 12.000 puntos y lo mantenemos”, afirma MiguelPaz, director de gestión de Unicorp.

La última corrección se explica en gran medida por la importante subida de los últimos meses. “La existencia de grandes plusvalías latentes en las carteras de muchos inversores facilita este tipo de movimientos ya que, ante cualquier incertidumbre que surja, optan por vender para evitar perder parte de sus ganancias. Es un proceso que normalmente se retroalimenta, de ahí la dificultad de determinar cuándo ha terminado”, añade Juan José Fernández-Figares, analista de LinkSecurities.

Según el grado de optimismo de las casas de análisis, el objetivo para este año en el Ibex se mantiene entre los 10.700 y los 12.000 puntos. Sin variación respecto a sus previsiones de hace poco más de un mes. El destino del viaje bursátil en 2014 no ha variado, pero sí la ruta, con más volatilidad de la prevista por distintos focos de tensión en el mercado como la crisis de los países emergentes, la retirada de estímulos de la Reserva Federal o la desaceleración del crecimiento enChina, avisan los expertos. “La crisis de los emergentes ha servido un poco como purga del exceso de optimismo y complacencia que había en el mercado”, estima Jesús de Blas analista de Crédit Agricole. El buen tono persiste, pero sin perder de vista los riesgos a los que se pueden enfrentar los mercados.

Debido al reducido peso sobre el PIB mundial de los países emergentes en crisis, los expertos creen que su debilidad no frenará la recuperación global.Al despejar este temor, Diego Jiménez-Albarracín, analista de Deutche Bank, cree que “el ruido que haga la crisis de los emergentes va a ser incluso bueno para las Bolsas occidentales porque los flujos de salida de los mercados emergentes seguirán dirigiéndose hacia aquellas”. Este experto destaca que la entrada de inversores extranjeros continúa. Aun así, la exposición de muchas grandes compañías del Ibex a mercados emergentes sigue siendo una amenaza considerable a sus resultados en esas regiones si estas divisas siguen a la baja.

Uno de los factores más importantes que sigue jugando en favor de las Bolsas es la falta de alternativas en la búsqueda de rentabilidad. Natalia Aguirre, analista de Renta 4, piensa que “en un entorno de ‘represión financiera’, con bajos tipos de interés durante un periodo prolongado de tiempo, justificados por un crecimiento inferior al potencial y un escenario de baja inflación, la mayoría de activos presenta mínimas rentabilidades en términos históricos”. Las Bolsas europeas, y con ellas el Ibex, siguen siendo las opciones predilectas para invertir en ese escenario.

Las dos condiciones clave para que estas buenas previsiones no varíen son la confirmación de la recuperación económica y la mejora de los resultados empresariales. Algo que, en parte, los inversores están descontando y que, en caso de no concretarse, ensombrecería el horizonte de las Bolsas. Así,Fernández-Figares explica que “la principal amenaza a la que se enfrentan las Bolsas occidentales es que el escenario macro que ahora se contempla, que es el de un paulatino fortalecimiento del crecimiento económico, se deteriore, algo que no espero”.

Los resultados deben tomar el relevo al exceso de liquidez como motor para las Bolsas ahora que avanza el tapering. Barclays apuntaba en un reciente informe que, a pesar de las últimas bajadas en los parqués europeos y unos resultados empresariales mixtos, los inversores deben mantener la fe en los fundamentales. Esta firma prevé que “en 2014 el aumento de los ingresos podría acelerarse al 6% frente a las expectativas del consenso de los analistas del 2% para las compañías europeas. Los beneficios podrían subir un 18% en 2014 y un 24% en 2015, por encima de las estimaciones del consenso en torno al 12% para ambos años”, explican.

En opinión de Nuria García, de Ahorro Corporación, “la esperada revisión alcista de los beneficios empresariales podría retrasarse algo en el tiempo, pero esperamos que se confirme por el mejor escenario macroeconómico de 2014”.

Riesgos que amenazan la marcha de los mercados

Aunque el viento sigue soplando a favor de las Bolsas según la opinión generalizada entre los expertos, existen varias corrientes de aire que pueden hacer cambiar su dirección. La virulencia con la que los mercados reaccionaron a la crisis de los emergentes es una demostración de su gran sensibilidad ante las tensiones externas. Otros posibles riesgos son la ralentización de China, el frágil crecimiento en la Unión Europea o las consecuencias de la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Emergentes

La debilidad de algunos países emergentes sigue preocupando, aunque los expertos creen que “después de esta oleada de tensión discriminada, algún país lo pasará mal, pero se tenderá a diferenciar entre unos y otros”, como explica Jesús de Blas, analista de Crédit Agricole.Algunos analistas hablan de “los cinco frágiles”. Dentro de esta categoría incluyen a Brasil, India, Indonesia, Sudáfrica y Turquía.En todos ellos se celebran elecciones este año, lo que podría generar nuevas tensiones. Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders, cree que hay pocos motivos para el optimismo en estos comicios, aunque resalta que “en el periodo postelectoral es a menudo cuando los Gobiernos sienten que tienen el mandato más fuerte para efectuar cambios”. Argentina es otro país que parece fijo como nuevo epicentro de tensiones, aunque acotadas. Los expertos creen que hay países emergentes que no han realizado reformas en sus mercados internos y ahora son más vulnerables. Alberto Espelosín, gestor de Abante Pangea, sostiene que “hasta que muchos de esos países no logren mejorar los déficit en sus balanzas por cuenta corriente no habrá estabilidad en sus divisas y seguiremos viendo alza de tipos, aunque hay que añadir que los niveles de reservas son mayores en estos países que en el ciclo anterior”.

China

La segunda economía mundial está inmersa en un cambio de modelo.Las autoridades chinas quieren pasar de un modelo basado en las exportaciones a otro que ponga el foco en el consumo interno. Algunos de los últimos datos macroeconómicos en China han sido más modestos que en ocasiones anteriores, lo que ha encendido algunas alarmas sobre un crecimiento menos exultante en el gigante asiático.Los expertos se dividen entre quienes creen que el cambio que está aplicando China es positivo porque camina hacia un crecimiento más sostenible y los que tienen más dudas sobre la economía de aquel país. Diego González, socio director de la Eafi Bull4all Advisors, alerta de la posible existencia en China de una burbuja de crédito, una burbuja inmobiliaria y muchos desequilibrios que pueden dar problemas a la segunda economía mundial. El reciente rescate a una entidad financiera para evitar su quiebra alienta esos recelos, añade Natalia Aguirre, de Renta 4.

Estados Unidos

La reducción de los estímulos de la Fed, ligada a la recuperación de la economía estadounidense, puede seguir provocando tensión. “Este hecho generará miedos puntuales en los mercados y las consiguientes correcciones, aunque no creo que modifique la tendencia alcista de fondo”, dice Juan José Fernández-Figares, analista de LinkSecurities. El principal riesgo procedente de Estados Unidos, creen varios expertos, sería que la Fed tuviera que dar marcha atrás al tapering por datos de desempleo o crecimiento económico menos vigorosos de lo esperado, ya que esta medida daría una señal de debilidad. Por otro lado, aunque los mercados parecen tomárselo con absoluta tranquilidad, demócratas y republicanos seguían el viernes (fecha límite) sin alcanzar un acuerdo para volver a elevar el techo de deuda del país.El secretario del Tesoro recordó esta semana que si no se alcanza un pacto, solo podrá hacer frente a sus obligaciones de pago hasta finales de mes. Diego Jiménez-Albarracín, de Deutsche Bank, cree que ese acuerdo llegará. Recuerda que “ya han elevado el techo de deuda más de 90 veces en los últimos 80 años”. El líder republicano en elCongreso declaró esta semana que no forzarán un impago de la deuda, por lo que se espera un pacto.

Zona euro

El crecimiento en la zona euro sigue siendo frágil, como afirmó el presidente del BCE, MarioDraghi, esta semana. Aunque las perspectivas son buenas, el futuro sigue presentando posibles amenazas para las Bolsas de la zona euro como los test de estrés a los bancos europeos, la forma en la que se concretará el más que posible tercer rescate a Grecia, los avances en el modelo de supervisión bancaria única en la zona euro o los posibles riesgos de deflación.

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