Así será la EPA
Los expertos en macroeconomía se devanan estos días los sesos para determinar qué cambios ha experimentado en la elasticidad del empleo la reforma laboral aprobada hace casi ya dos años, y meneada hace un mes. Que si antes era preciso un crecimiento del PIB del 2% para activar el empleo; que si ahora es suficiente con un 1,3% de PIB para generar nuevos ocupados; que dado que el empleo tiene menos calidad, avanzará tanto como lo haga la economía; etc.
Hoy empezaremos a despejar todas estas dudas con la publicación de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2013. Y, para empezar, confirmará que el empleo sigue cayendo en tasa interanual, pero que ya hay menos parados que hace un año (algo que ya adelantó el registro público de desempleados), y superará los 5,7 millones, pero se aleja con firmeza de los 6 millones; que la población activa desciende de forma acelerada (unas mil personas cada día), sobre todo entre los extranjeros; o que la tasa de desempleo ha descendido unas décimas, hasta el 25,4%, más o menos.
Por partes. El sesgo del mercado de trabajo no tiene hoy nada que ver con el de hace un año, o con el que tenía cuando el Gobierno aprobó la reforma laboral. De hecho, es una evidencia que hoy se está creando empleo, aunque no alcanza a tanto como para decir que la variable avance en términos interanuales. Desde los meses de mayo y junio el sesgo del mercado ha cambiado radicalmente, aunque se ha pasado de caídas fortísimas, a avances muy, muy suaves. Eso sí: lo ha hecho con descensos continuados, aunque súbitamente decrecientes, del producto interior bruto.
Pero la circunstancia que más ha movilizado las variables del mercado de trabajo no ha sido lo bien que van las cosas, sino lo mal que han ido hasta ahora. De otra forma: el descenso del desempleo, tanto en el registro como en el cómputo que mañana desvelará la EPA, está impulsado más por la fuerte salida de activos ante la pobre expectativa de encontrar trabajo (a una velocidad de mil personas diarias), que por los contados que han encontrado empleo en el último semestre.
Los datos dicen que en los tres primeros trimestres del ejercicio pasado los activos habían descendido a una tasa interanual del 1,6%, o lo que es lo mismo, unas 370.000 personas, contabilizando extranjeros y nativos. Entre los primeros, a septiembre habían abandonado el país 194.000 personas en los doce meses precedentes, y entre los españoles habían renunciado a buscar empleo unas 170.000 personas en los doce meses precedentes.
Bien es cierto que en tal horquilla temporal se encuentran los trimestres más duros de la crisis para el empleo, pero aunque la mejora haya sido evidente en el mercado, la tendencia de los activos es más complicada de quebrar. Por tanto, en caso de que el cuarto trimestre del año pasado haya mantenido la tendencia y los activos hayan descendido un 1,6%, habrían cerrado el año en 22.555.600, con caída en el año natural de 366.758.
Qué ha pasado con el empleo
Disponemos de infinidad de datos que anticipan lo que la EPA, a posteriori, solo estima, puesto que no deja de ser una encuesta que vaticina el comportamiento pasado de las variables activas de población activa y población ocupada, así como del resto población parada. Tanto el paro registrado, como la tesorería de la Seguridad Social confirman el cambio de tendencia desde el verano, y revelan una fuerte contracción de la destrucción interanual de empleo en los últimos meses.
La Seguridad Social comenzó 2013 con una destrucción de afiliados-cotizantes del 4,6% interanaul, y la terminó con un 0,5% únicamente, y bien podría entrar en tasas positivas en febrero o marzo. Tomando solo el último trimestre del año, el número de afiliados avanzó en 52.500 personas, y llegó a 106.600 si el cómputo se desestacionaliza.
Este impulso acelerado de la afiliación va más allá de una elasticidad razonablemente buena del empleo impulsada por la reforma laboral, y da pistas que permiten augurar para este año una pequeña explosión de ocupación, dado que las empresas tienen las plantillas muy ajustadas, y lo lógico es que contraten cuando se mueva la demanda, máxime teniendo en cuenta que el trabajo se ha abaratado.
En términos de EPA, la destrucción de empleo arrancó 2013 con tasas del 4,6%, y ha recortado un punto porcentual por trimestre; de mantenerse en el cuarto, donde las cosas habrían ido bastante mejor, la destrucción de empleo se habría limitado al 1,5%. Dando por bueno tal cálculo, el número de ocupados habría descendido en diciembre sobre diciembre en 124.684 personas, y ahora estaría en 16.832.416.
Sería un cálculo muy modesto, que bien podría estar superado por la realidad, pues solo habría repuntado en 9.000 personas en el trimestre, cuando Seguridad Social multiplica casi por diez tal cantidad. En todo caso, sería el tercer trimestre con avance del empleo en términos EPA.
Una proyección de las dos variables activas como la resultante de haber mantenido en el cuarto trimestre el desempeño de los tres primeros, con 22,555 millones de activos y 16,832 millones de ocupados, arroja un desempleo de 5,723 millones personas. Un 25,37% de activos, frente al 25,9% actual.