Bruselas cierra el rescate de la banca con una salva de elogios
No habrá fuegos artificiales, pero casi. La Comisión Europea va a desplegar toda su pirotecnia verbal para celebrar que hoy concluye el rescate de la banca española. “Ha sido un éxito desde el primer día”, señalan en el departamento de Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y uno de los encargados de supervisar la aplicación del memorándum durante 18 meses, desde el 23 de julio de 2012 hasta hoy, 22 de enero. “Esta medianoche termina y mañana ya no existirá el programa”, añaden con evidente satisfacción en la Comisión.
La operación, según Bruselas, ha permitido estabilizar la situación de la banca española, recuperar la confianza de los mercados internacionales y sentar las bases para un crecimiento todavía frágil pero que previsiblemente, según la CE, se afianzará en los próximos meses y años.
La clave del éxito, según las mismas fuentes, ha sido la aplicación rigurosa del programa de ajuste desde el primer momento. Un compromiso por parte de España que la CE parece querer contrastar con los titubeos y contratiempos que han sufrido las intervenciones de la troika en países como Grecia o Portugal.
“En España, la opinión pública fue partidaria desde el principio de un ajuste rápido, porque comprendió que la situación era insostenible”, señalan fuentes europeas. Esas fuentes reconocen que en España también ha habido protestas, como las surgidas a raíz de los desahucios o de las quitas a los titulares de preferentes. Pero aseguran que “siempre hemos tenido a la opinión pública a favor, incluso antes que al Gobierno [de Mariano Rajoy]”.
El ejecutivo español “se mostró al principio reacio y solo se convenció de la utilidad del programa cuando vio que permitía recuperar rápidamente la confianza internacional”, rememoran ahora quienes han dirigido el rescate desde Bruselas. A pesar de esas reticencias iniciales, las mismas fuentes reconocen que las autoridades españolas han aplicado “por completo y en los plazos previstos” todas las condiciones fijadas por el memorándum.
59.000 millones
El éxito, según fuentes europeas, comenzó a fraguarse en los primeros compases del rescate. El memorándum entró en vigor el 23 de julio “y algunos de nuestros funcionarios se quedaron sin vacaciones de verano para empezar a desarrollarlo desde el primer momento”, recuerdan esas fuentes. “Y fue un acierto”, añaden, “porque permitió poner en marcha el programa a todo trapo desde el principio y ese ritmo se mantuvo hasta el final”.
La factura definitiva del rescate, según la CE, ascendió a 59.000 millones de euros. Los propios bancos aportaron la parte más pequeña, con 5.000 millones de euros logrados mediante venta de activos y ampliaciones de capital. A los inversores en deuda júnior (preferentes) les correspondió el dolor más inmediato, con unas pérdidas totales de 13.000 millones de euros. Y al contribuyente, la carga a largo plazo de 41.300 millones de euros, el préstamo facilitado a España por el fondo de la zona euro (Mecanismo europeo de estabilidad o MEDE, según su nombre oficial).
España ya ha empezado a pagar las comisiones del préstamo y los intereses (con un recargo del 0,30% sobre el coste de financiación del MEDE). Y entre 2022 y 2027, abonará el principal a razón de 6.578 millones de euros por año, salvo en dos ejercicios (2024-2025) que abonará 7.511 millones.
A cambio, según Bruselas, se “ha logrado dar la vuelta a la situación de un sector que en 2012 arrojaba pérdidas masivas, de más de 80.000 millones de euros”. El saneamiento, añaden, “ha beneficiado a la banca y a la economía española, pero también a otros países de la zona euro en peligro de contagio”.
El optimismo de la CE ni siquiera se atempera tras conocer los recientes tropiezos del banco malo o Sareb (ver página 15). Ni por el posible impacto de la situación económica en el aumento de la morosidad y el deterioro de los activos bancarios.
“Los riesgos existen”, admiten casi a regañadientes. “Pero todos los indicadores muestran que la economía española va en la dirección correcta”. Y como nada puede amargarles los festejos de esta noche, la Comisión Europea se olvida de sus propios informes sobre el rescate que solo hace unas semanas alertaban sobre la falta de recaudación fiscal, la elevada tasa de paro o el déficit de tarifa en el sector eléctrico. Todos esos problemas seguirán mañana.
De Guindos sale airoso de su trago más amargo
El rescate de la banca también ha permitido dar la vuelta a la imagen de Luis de Guindos, que en marzo de 2012 era amistosamente “estrangulado” ante las cámaras por el entonces presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Las imagen ilustró la resistencia del ministro español de Economía a solicitar una ayuda financiera que el resto de países de la zona euro consideraba imprescindible. El 9 de junio, tras una reunión telefónica del Eurogrupo, De Guindos tuvo que aceptar el trago. Y poco después, se formalizaba un préstamo de hasta 100.000 millones de euros. El chequeo previo a la inyección de capital demostró, como defendía Guindos y reconoce ahora Bruselas, que “la situación no era tan grave y afectaba solo a una parte de la banca española”. Eso y la buena gestión del rescate ha permitido al ministro español salir airoso. Tal vez, incluso reforzado.