La Sudáfrica de Mandela
Un recorrido por los pueblos y lugares que marcaron la vida del hombre que derrotó al racismo
En Invictus, François Pienaar, el capitán de la selección sudafricana de rugby, no acaba de entender al presidente hasta que conoce al hombre.
Y este descubrimiento se produce cuando visita la cárcel donde el líder estuvo 18 años recluido. Solo entonces reconoce la grandeza del estadista y hace suyo el desafío que le había lanzado: ganar el Mundial.
A veces, hace falta estar en los lugares donde se escribió la historia para comprender a sus héroes.
Estos son los sitios de Sudáfrica que habría que visitar si se quiere conocer un poco más sobre la vida de Nelson Mandela, el hombre que derrotó al racismo y cambió el destino de una nación.
• Qunu
La entrada al museo de Qunu es gratis, pero el centro acepta donativos
Mandela nació en Mvezo, un pueblo de apenas 300 habitantes en el sureste del país, pero pasó la mayor parte de su infancia en Qunu, una aldea vecina a la que su familia se trasladó cuando tenía pocos meses. Era un lugar tranquilo y rural en el que aún hoy pastan a sus anchas las vacas.
A pesar de que entonces el pueblo era muy pobre y no tenía agua ni luz, Mandela escribió en sus memorias que aquí fue muy feliz, cazando aves, recogiendo frutos y deslizándose por las colinas. De hecho, es el lugar donde vivió sus últimos años y donde pidió ser enterrado, deseo que se cumplió el domingo pasado.
Además de contemplar el paisaje con el que se crió Madiba –como se le conoce popularmente en honor a su clan–, aquí se puede visitar el museo que lleva su nombre. Situado a pocos metros de su casa, está especialmente dedicado a su juventud y posee una colección de fotos, pertenencias y regalos que recibió de personalidades e instituciones de todo el mundo.
La visita incluye un recorrido guiado por el pueblo y varias granjas pertenecientes a su familia, así como por los restos de la antigua iglesia de piedra donde fue bautizado y de la escuela donde comenzó sus estudios primarios.
Paquetes turísticos
• Globalia ofrece un itinerario de nueve días desde 1.825 euros, que incluye una visita a la prisión de Robben Island.
• Barceló dispone de tres paquetes, de entre 1.670 y 3.625 euros.
• En Rumbo, del 6 al 12 de enero, se puede comprar un vuelo de ida y vuelta Madrid-Johannesburgo desde 990 euros.
• Travelzoo ofrece un crucero de 30 noches desde Ciudad del Cabo hasta Sídney que incluye vuelos, estancias de hotel, tours y safaris, por 3.300 euros por persona.
Es famosa la anécdota de que en esa escuela, su maestra, la señorita Mdingane, le puso el apelativo de Nelson, ya que en aquella época era una costumbre dar a los niños africanos nombres en inglés para que los colonos pudieran pronunciarlos. El de nacimiento de Mandela era Rolihlala, que en xhosa, su lengua materna, significa alborotador.
La entrada al museo es gratuita, pero el centro agradece los donativos.
Si se va en coche, la aldea de Qunu está a 10 horas de Johanesburgo o Pretoria, pero también se puede llegar a ella por avión, volando primero al aeropuerto de Mthatha y tomando luego la carretera N2 que conecta a esta con Butterworth. Este último trayecto toma solo media hora.
• Mqhekezweni
Madiba vivió en Qunu hasta los nueve años cuando, tras la muerte de su padre, fue llevado por su madre a Mqhekezweni donde lo dejó bajo los cuidados del jefe de la tribu, Jongintaba Dalindyebo. Aquí vivió en una casa circular de barro y tejado de paja con su primo Justice.
Testigos aseguran que el niño se sentaba a la sombra de los árboles a escuchar cómo los ancianos del pueblo deliberaban sobre los problemas de la comunidad.
El mismo Mandela recuerda que fue en esas sesiones donde escuchó por primera vez hablar de los abusos de la minoría blanca y vio practicar la democracia entre los miembros de su clan.
Madiba vivió aquí hasta los 16 años, cuando huyó con Justice a Johanesburgo para evitar que los casaran en dos matrimonios arreglados por su tutor.
Mqhekezweni queda a menos de una hora de Qunu en coche. Para llegar allí hay que cruzar una carretera de tierra.
• Robben Island
Sin duda, el más ingrato de los sitios que marcaron la vida de Mandela. En esta isla ubicada frente a Ciudad del Cabo se conserva la prisión en la que fue encerrado por el apartheid con el número 466/64. Aquí pasó 18 de 27 años de encarcelamiento (en 1982 fue trasladado a otra prisión).
Desde 1997 es un museo en el que, como hizo Pienaar, se puede visitar la celda donde purgó condena y la cantera donde hacía trabajos forzados. A la isla, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, se llega en ferry. El tour estándar es de tres horas y media, incluidos los dos transbordos, de media hora cada uno.
• Soweto
Al salir de prisión, en 1990, Mandela volvió a Soweto, el gueto de Johanesburgo donde los afrikáneres habían confinado a los habitantes negros de la ciudad. Aquí vivió hasta su elección como presidente en 1994.
En el 8115 de Vilakazi Street está la que fue su casa durante el apartheid, hoy convertida en museo. En su interior, fotos y películas cuentan la historia de este ciudadano ejemplar.