El beneficio de Popular cae el 9,5%, pero presume del mejor margen del sector
Opera casi únicamente en España en el segmento de banca minorista, sin embargo, y pese a la crisis del país, Popular afirma que su modelo de negocio “se confirma como el más adecuado para el entorno competitivo actual”. El banco ganó hasta septiembre 227,2 millones de euros, un 9,5% menos. Pese a ello, mantiene su objetivo de cerrar el año con un beneficio de 500 millones, previsión que conseguirá gracias a la venta de su inmobiliaria.
Popular es el único de los principales bancos españoles que ha presentado una caída de beneficios en los nueve primeros meses, que en su caso ha sido del 9,5%. Pese a ello, el grupo presume no solo de su modelo de negocio, sino de la solvencia de la estructura de sus márgenes.
“Los márgenes de la cuenta de resultados de Popular, son, de entre sus bancos comparables (los que operan solo en España, como Caixabank, Bankinter y Sabadell), los que en mayor medida proceden de ingresos recurrentes de la actividad ordinaria de banca minorista”, reiteró ayer su consejero delegado, Francisco Gómez. Y añadió que el 87% de sus ingresos está compuesto por margen de intereses y comisiones, por ello, el modelo de negocio de Popular es “único entre los bancos españoles”.
Los resultados del banco, de hecho, están por encima de las previsiones del mercado, que esperaban un beneficio de 200 millones de euros. En estos resultados, además, está incluida su actividad inmobiliaria, que en el caso de BBVA o de Santander aportan multimillonarios números rojos, mientras que en Popular aportan beneficios de 35 millones en este periodo. El grupo explica que, pese a que tiene en venta su inmobiliaria Aliseda o por lo menos busca un socio para gestionar su cartera de inmuebles, este negocio le está aportando ganancias. Vende los inmuebles con un descuesto aproximado del 35% sobre el valor contable una vez realizada la provisión.
Los márgenes de intereses y de explotación caen en el año, pese a que el banco los considera los mejores de la banca española. Este descenso se explica, según la entidad, en la carencia de ingresos por cancelación de coberturas frente al trimestre anterior, y a haber obtenido menores ingresos por la cartera de tesorería.
Popular también ha reducido su exposición de liquidez al BCE en un trimestre en 9.900 millones, y la de su cartera de deuda soberana hasta situarla en los 20.000 millones de euros, “nuestro nivel tradicional”, explicó Gómez. La entidad es también prácticamente la única que ha subido las dotaciones hasta septiembre. Dotó 1.474 millones, 205 millones más que un año antes, aunque esta subida se ha compensado con el resultado positivo de la venta de activos, que ha sumado 251 millones.
El banco tuvo que reclasificar 2.400 millones de su cartera de créditos refinanciados, lo que le ha supuesto unas provisiones extra de 425 millones de euros, que pueden ascender en 199 millones más en el último trimestre al considerar que su cartera de dudosos podría crecer en 800 millones más. La mitad de la dotación hecha por refinanciaciones sale de su colchón de provisiones genéricas, en las que aún suman 1.800 millones. Su ratio de mora es del 11,84%, frente al 7,81% del pasado año por el sector inmobiliario y por las citadas reclasificaciones crediticias.
Popular defendió ayer en varias ocasiones su tradicional apuesta por el negocio de pymes, en el que sigue ganando cuota, pese a que todos los bancos sanos están impulsando este negocio, y todos aseguran que ganan cuota. En el año Popular ha captado 83.085 nuevos clientes pymes, autónomos y comercios. El número dos de Popular aseguró que en un año el banco ha pasado de una cuota de mercado en créditos a pymes del 7,1% al 7,41% y en el 6,31% en depósitos. Aunque el crédito cae en general un 4%, en el caso de las pymes sube un 5,7%.
Gómez confirmó ayer que Popular al final no pujará por Novagalicia al no “concordar” con sus interés.
La duda de la vuelta a repartir dividendo
Tras anunciar los resultados la acción de Banco Popular experimentó ayer la mayor subida del Ibex. Cerró con una mejora del 7,4%. Parece que la cuenta de resultados presentada gustó al mercado, lo mismo que sus ratios de solvencia, lo que contrasta con lo ocurrido un año antes, cuando suspendió los test de estrés ante el déficit de capital detectado tras las pruebas de Oliver Wyman. Este suspenso le llevóa a suspender su dividendo. El banco espera tomar una decisión sobre la remuneración al accionista en las últimas semanas del año. “La decisión es volver a la política de dividendo tradicional lo antes posible”, aseguró Francisco Gómez. La intención es mantener un pay out del 50%. El próximo año la banca europea volverá a examinarse de su solvencia y el BCE contará con Oliver Wyman para llevar a cabo estas pruebas. Gómez cree que la banca española está “en clara ventaja” para examinarse tras el ejercicio del pasado año de Oliver Wyman. “El sector financiero español está bien preparado tras los esfuerzos de la crisis y los test de estrés ya realizados”, aseguro. El ejecutivo destacó la solvencia del banco. Cuenta con un ratio de solvencia Basilea III (directiva que entrará en vigoe en enero) del 11% si se contabilizan sus activos fiscales diferidos, y del 8,6% sin ellos. El banco, por otra parte, vendió hasta septiembre inmuebles por un importe de 490 millones de euros, de los que 240 millones corresponden sólo al tercer trimestre, el triple del importe obtenido entre enero y marzo. La ventas de viviendas terminadas también se triplicaron hasta septiembre, con 1.082 unidades frente a las 378 vendidas doce meses atrás, de las que el 27% estaban en Andalucía; otro 24%, en Madrid y otro 14%, en Cataluña.