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Empresas y Estado aprovechan la mejora de la prima

Aluvión de deuda: las empresas colocan 2.000 millones y el Tesoro emite a 31 años

Interior de la Bolsa de Madrid.
Interior de la Bolsa de Madrid.EFE

La mejora de la prima de riesgo española, termómetro de la percepción que tienen los inversores extranjeros sobre la situación económica del país, ha animado a las grandes empresas a regresar a los mercados de capitales para financiarse.

El pistoletazo de salida lo dio el lunes La Caixa, al colocar 1.000 millones en bonos, en una operación en la que la demanda triplicó la oferta y el coste fue el más bajo desde 2010 (170 puntos básicos sobre el midswap, el índice de referencia en este tipo de emisiones). Ayer se sumaban otros pesos pesados, como Santander, Telefónica, Gas Natural o Indra.

La entidad que preside Emilio Botín emitió 1.000 millones de euros, a 1,5 años, a través de su filial Santander Consumer, solo un día después de anunciar la compra del 51% de la financiera de El Corte Inglés. El precio se fijó en 123 puntos básicos sobre midswap, también por debajo de la última colocación de este tipo, en diciembre de 2012, en la que se pagó un diferencial de 290 puntos básicos. Ello fue posible por la fuerte demanda, que ascendió a 1.600 millones. La emisión, además, tuvo muy buena acogida entre los inversores internacionales. De hecho, solo un 35% se colocó entre inversores domésticos.

Telefónica, por su parte, vendió bonos a siete años denominados en francos suizos, por un importe de 225 millones de francos suizos (180 millones de euros), a un precio de 150 puntos básicos sobre midswap. Con esta operación, la teleco ha completado en lo que va de año financiación por un importe superior a 10.000 millones de euros, a través de productos como los bonos, los híbridos, las colocaciones privadas, los préstamos sindicados y los préstamos para compras de capex (inversiones previstas en redes).

Del mismo modo, Gas Natural culminó con éxito su apelación de ayer a los mercados: colocó bonos, con vencimiento en 2021, por 500 millones a un precio de 175 puntos básicos sobre el midswap. El coste de la emisión se pudo ajustar a la baja gracias a las fuerte demanda, que se cifró en 2.300 millones de euros.

Bonos convertibles

Indra fue otra de las grandes compañías que se dio cita en el mercado. La tecnológica lanzó una emisión de bonos convertibles por importe de 250 millones de euros, a un plazo de cinco años, con una demanda que superó en 3,97 veces la oferta. Los bonos devengarán un interés del 1,75% nominal anual, pagadero semestralmente (17 de abril y 17 octubre). Su precio de conversión es de 14,29 euros por acción.

En total, entre septiembre y lo que va de octubre, las empresas españolas han captado ya 9.180 millones de euros, cifra que supone casi el 25% de lo emitido en todo el ejercicio (37.400 millones).

Los expertos destacan el buen momento que atraviesa el mercado, con la prima de riesgo española en los niveles más bajos desde julio de 2011. Ayer, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán cerró en 250 puntos básicos, frente a los 395 puntos básicos en los que arrancó el año o los cerca de 640 que llegó a tocar a finales de 2012.

“El mercado está muy bien y hay clientes que están adelantando liquidez, porque necesidad de verdad hay poca. Estas empresas están muy bien cubiertas”, afirma Noelle Cajigas, directora de mercado de capitales de BNP Paribas.

Para Fernando García, responsable de mercado de capitales de Société Générale, la última avalancha de emisiones responde a varios factores. “En primer lugar está el buen tono del mercado y que todos los indicadores apuntan a que es un buen momento para colocar papel. Y también que se aproxima el arranque de la temporada de resultados, un periodo en el que las empresas no pueden lanzar emisiones”, apunta.

Otro factor, añade, es que muchas empresas quieren curarse en salud ante la incertidumbre que ha generado la crisis política abierta en Estados Unidos, a falta de solo nueve días para que se cumpla la fecha límite para alcanzar un acuerdo entre republicanos y demócratas sobre el aumento del techo de deuda. “Todos esperamos que la situación en Estados Unidos se arregle, pero los emisores que tenían previsto acudir al mercado antes de fin de año han decidido hacerlo cuanto antes”, explica Fernando García.

Los expertos, no obstante, no esperan una avalancha de emisiones en lo que resta de ejercicio, salvo el debut de alguna compañía en el mercado, operación que ya se está preparando.

Holgada liquidez

“La mayoría de las empresas tienen una posición de liquidez muy holgada. Las grandes, como Iberdrola, Repsol o Telefónica, tienen cubiertas de sobra sus necesidades, mientras que los bancos se han desapalancado mucho durante este año”, comentan.

En lo que coinciden es que se está produciendo un cambio en la percepción sobre España. “Hay señales claras de que el inversor extranjero vuelve a mirar a España. Estamos ante un claro cambio de tendencia a favor de las expectativas sobre España”, concluye Fernando García. Y prueba de ello es que ayer, a pesar de coincidir varios emisores nacionales en el mercado, la demanda foránea acudió en avalancha.

Bono a 31 años

El Tesoro ya tiene prácticamente cubiertas las necesidades de financiación para 2013, así que ahora va a aprovechar la buena coyuntura de los mercados de renta fija para reforzar el flanco más débil de la deuda soberana española: el largo plazo.

El organismo dependiente del Ministerio de Economía ha contratado a Barclays, BBVA, BNP Paribas, CaixaBank, Citigroup y Santander para que vendan un bono sindicado que vencerá en octubre de 2044.

Una sindicación bancaria es una emisión en la que el Tesoro recurre a los creadores de mercado de bonos y obligaciones para que coloquen una emisión directamente a los inversores a un precio acordado. Aunque normalmente el precio es algo superior, le dan a cambio la oportunidad de emitir un mayor volumen que en una subasta ordinaria y con una mejor distribución entre los distintos tipos de inversores.

El Tesoro se está planteando colocar inicialmente bonos por un importe de entre 2.000 y 3.000 millones. Aunque dado el apetito que ha habido en las últimas emisiones de bonos sindicados podría captar bastante más dinero. “Creemos que va ha haber muchas compañías de pasivo con mucho interés en cubrir este tramo”, explica Joaquín González-Llamazares, responsable de fondos y pensiones de renta fija de Deutsche Asset & Wealth Management. “Habrá sobresuscripción y probablemente iremos a un tamaño suficiente para que la emisión se convierta en una referencia para el mercado [benchmarck], lo que ocurre a partir de 5.000 millones”.

El principal motivo para que el Tesoro haya decidido apostar por un plazo tan largo es la relajación que ha vivido la prima de riesgo y el hecho de que están casi cubiertas las necesidades de financiación para 2013.

Precio de colocación

El precio al que el Tesoro consiga colocar la emisión dependerá del apetito de los inversores pero, de acuerdo con los expertos, el tipo de interés que ofrecerá será cercano al 5,25%.

La referencia más cercanas, dentro de la deuda pública española, es el bono a 30 años emitido en septiembre de 2009 (que vence en 26 años) y que cotiza en los mercados secundarios con un tipo de interés implícito del 5,08%.

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