¿Llegarán con mayo las caídas en los mercados bursátiles?
De mayo a octubre las Bolsas suelen comportarse peor que en otoño e invierno Las dudas sobre la recuperación económica podrían precipitar las ventas
"Sell in may and go away”. Este adagio bursátil –“vende en mayo y márchate”– vuelve a sonar con fuerza. Los datos históricos demuestran que el semestre comprendido entre mayo y octubre es mejor en cuanto al rendimiento de la renta variable que el comprendido entre noviembre y abril (alrededor de un 10% mejor, en términos históricos).
En esta ocasión, la coyuntura parece preparada para que se cumpla el dicho y los expertos alertan de que las subidas de las Bolsas en los últimos meses han estado muy condicionadas por las medidas de estímulo puestas en marcha por los bancos centrales de las grandes economías.
Las mejorías de los principales indicadores bursátiles durante los últimos seis meses han sido evidentes. En el semestre de Halloween –como se conoce en el mundo anglosajón al periodo entre noviembre y abril–, el Dow Jones y el S&P 500 han subido un 12%, el Footsie británico se ha anotado un 10%, el Dax alemán un 8% y el Ibex 35 un 7%. Pero ahora los analistas se preguntan si en los meses de primavera y verano el rally podrá continuar.
Keith Wade, economista jefe de Schroders, explica en un informe divulgado el martes que entre los inversores “hay una cierta sensación de ‘déjá vu’”. En los últimos tres ejercicios, “los mercados bursátiles han comenzado el año con fuerza, contagiados del optimismo sobre la economía mundial, para luego perder la fe en primavera y volver a caer”, apunta.
Ese patrón se está repitiendo en 2013. El ejercicio comenzó con un muy buen tono. El Banco Central de Japón anunció nuevas políticas de estímulo, la crisis del euro entró en una fase de apaciguamiento, la economía china dio síntomas de fortaleza. Eso fue en los primeros meses del año, pero llega mayo, y empiezan a surgir las dudas sobre la sostenibilidad de las subidas bursátiles.
“Las políticas expansivas anunciadas en Japón, junto con las de EE UU, están impulsando el rally del mercado a medida que los inversores buscan acciones que se parezcan a los bonos, pero la ralentización en el crecimiento económico puede provocar otro movimiento de ventas generalizado”, explica Wade. Todo dependerá, según este economista, de si la desaceleración económica desencadena nuevas medidas de estímulo por parte de los bancos centrales que sigan apuntalando las subidas bursátiles.
Los valores anticíclicos explican el rally de Wall Street
Los principales índices bursátiles de Wall Street llevan varias semanas instalados en máximos históricos. Sin embargo, analizando qué valores son los que han tirado del S&P 500 o del Dow Jones se puede comprobar que no han sido los que están más influidos por el crecimiento económico, sino algunos con un perfil más contracíclico. Así, en el caso del S&P, el incremento del 9% que acumula en lo que va de 2013 se explica por la revalorización de compañías vinculadas con la salud (+19%), las dedicadas al consumo básico (+17%) y las que ofrecen agua, electricidad.. (+16%). “Estos sectores defensivos son comprados por sus dividendos sostenibles y su relativa independencia del ciclo económico”, explica Keith Wade, economista jefe de Schroders. “Por el contrario, las compañías que peor comportamiento han registrado son las vinculadas a sectores cíclicos, como la tecnología, la energía o los materiales”.De acuerdo con este análisis, las posibles mejoras de la economía estadounidense (que podría volver a crecer a tasas del 3% en el segundo semestre) podrían tener un mayor impacto sobre empresas más afectadas por el ciclo económico, como las constructoras o las automovilísticas.
La primera señal de alarma surgió con las previsiones macroeconómicas de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde el organismo revisó a la baja en varios puntos sus perspectivas de crecimiento para China, para Estados Unidos y para Europa.
Un punto de referencia será la reunión del consejo del Banco Central Europeo (BCE) que se celebra hoy será un buen termómetro. El mercado espera que acuerde una bajada de tipos de interés, hasta fijarlos en el 0,5%, un nuevo mínimo histórico. Sin embargo, esta decisión, descontada por el mercado, y nuevas medidas para favorecer la liquidez bancaria podrían no ser suficientes para apuntalar a la maltrecha economía de la eurozona.
Un informe elaborado ayer por la división de análisis de Banco Itaú considera que debido a la difícil situación de la zona euro, el BCE mantendrá los tipos de interés en el mínimo histórico (0,5%) al menos hasta 2017. “La recuperación es lenta y los riesgos colaterales siguen siendo importantes”. Según sus cálculos, la eurozona no volverá a crecer hasta 2014, después de dos años instalada en la recesión.
Este complicado panorama hace que muy pocos analistas confíe en que las Bolsas europeas tengan un recorrido alcista mucho mayor.