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El Foco
Columna
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La pesadilla del crédito continúa

La recuperación económica depende de manera estrecha de la menguante disponibilidad de crédito bancario. El autor analiza las reacciones de las empresas españolas a la restricción en la financiación

Joaquin Maudos

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de asuntos económico, Olli Rehn, ha puesto el dedo en la llaga: "el cuello de botella de España es que el crédito es excesivamente restrictivo y a un precio elevado, lo que hace que sea de escasa disponibilidad". Y sin crédito, la añorada recuperación se pone muy cuesta arriba.

A pesar de las recientes declaraciones, no es ninguna novedad el mensaje del señor Rehn, teniendo en cuenta que el crédito bancario al sector privado viene cayendo en España desde mediados de 2009, con una reducción cercana al 10% equivalente al 17% del PIB. Y tampoco es ninguna novedad, a tenor de los resultados que arrojan las respuestas de las empresas a la encuesta que, desde 2009, realiza el Banco Central Europeo (BCE).

Utilizando los datos de la última de esas encuestas, la revista SEFO de la fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) acaba de publicar un artículo donde se muestra con crudeza la situación de racionamiento de crédito que sufren las empresas españolas, y con más intensidad las Pymes. Los resultados no dejan lugar a duda: las condiciones en el acceso a la financiación bancaria se han endurecido durante la crisis, situación que es especialmente grave en España, teniendo en cuenta que las Pymes, que representan el 99,9% de las empresas y el 75% del empleo, son altamente dependientes de la financiación bancaria.

La riqueza de la información que ofrece la encuesta del BCE permite extraer algunas conclusiones preocupantes que resume la revista de FUNCAS:

(1) Frente al 18% de las Pymes europeas que responde que el problema en el acceso a la financiación es el más importante, en España el porcentaje es del 27%, muy por encima del 10% de Alemania o el 13% de Francia. De los once países para los que el BCE ofrece la información, solo las Pymes griegas (31%) superan el porcentaje de España.

(2) De los cuatro países grandes de la eurozona (Alemania, Francia, Italia y España), son las Pymes españolas las que están sufriendo con más intensidad la restricción de crédito bancario, respondiendo el 37,5% que la disponibilidad se ha reducido en los últimos seis meses.

(3) Un rasgo a destacar en España es que la percepción mayoritaria de empeoramiento en la disponibilidad de financiación también es generalizada en las grandes empresas. Así, solo existe una diferencia de un punto porcentual entre el porcentaje de empresas grandes y Pymes que declaran un deterioro en la disponibilidad de crédito.

(4) En relación al resto de países de la eurozona, son las Pymes españolas las que perciben que los bancos están menos dispuestos a dar crédito (en concreto, el 56,7% perciben una menor predisposición), siendo la percepción incluso más negativa que en Grecia (49%), Portugal (45%) e Irlanda (38%). Además, esa percepción de empeoramiento es generalizada en todas las empresas con independencia de su tamaño, siendo el valor de las Pymes españolas idéntico al de las grandes empresas. Dentro de las Pymes, son las microempresas (menos de 10 trabajadores) las que perciben el mayor deterioro (59%).

(5) Respecto al tipo de interés de la financiación, la diferencia entre el porcentaje de Pymes españolas que declara que el tipo ha subido y el que declara que ha caído es de 71 puntos porcentuales (solo el 4,6% declara una reducción de tipos, mientras que el 75,8% declara lo contrario), casi el triple en relación a la media de la euro área.

(6) En caso de los costes de la financiación distintos del tipo de interés (como las comisiones bancarias), en España el 80% de las Pymes declara que se ha producido un aumento, 25 puntos porcentuales por encima de la media europea. De los once países de la eurozona, son las Pymes españolas las que más han visto crecer los costes financieros distintos al tipo de interés.

(7) Las Pymes españolas sufren en mucha mayor medida la situación de racionamiento de crédito ya que frente al 12% de empresas que opinan que el volumen de financiación ha aumentado, un 42% opina justo lo contrario, siendo el porcentaje neto de respuestas (-30%) casi cuatro veces superior a la media de las Pymes europeas. También en España es, en 2012, cuando la situación de racionamiento de crédito alcanza su máximo valor, incluso superior a la que tuvo lugar en 2009. Es de destacar que en España las dificultades para obtener la cantidad de financiación deseada se han intensificado enormemente en 2012 respecto a 2011.

(8) También las Pymes españolas tienen más dificultades en el acceso a la financiación bancaria en lo que a la exigencia de elevadas garantías se refiere.

En resumen, la encuesta del BCE sobre el acceso de las Pymes a la financiación externa muestra con crudeza las restricciones que están sufriendo las empresas españolas, habiéndose acentuado la tensión en 2012.

Además, el futuro se ve con más pesimismo que en otros países de la eurozona. El cierre de los mercados mayoristas de financiación para la mayor parte del sector bancario español, así como el aumento de la morosidad bancaria y el grado de aversión al riesgo de las entidades financieras están dificultando enormemente el acceso de las empresas al crédito bancario, tanto en términos de cantidad de financiación disponible, como de las condiciones de la financiación (elevados tipos de interés, exigencia de más garantías, etc.). En 2012 se ha alcanzado el mayor grado de restricción financiera, situación que las Pymes no creen que vaya a cambiar en los próximos meses. En este contexto en el que es fundamental recuperar la inversión para volver a crecer y crear empleo, la reciente recapitalización de una parte del sistema bancario español es condición necesaria para restaurar el correcto funcionamiento de la financiación bancaria.

No obstante, si bien la mejora de la solvencia es condición necesaria, no es suficiente mientras que la deuda pública española soporte una prima de riesgo elevada que se extiende a la que soporta la deuda privada, tanto bancaria como no bancaria. Es cierto que en las últimas semanas la situación se ha relajado, pero una prima en torno a 350 puntos básicos sigue siendo excesiva y constituye una losa muy pesada que se traduce en mayores costes financieros para las empresas y las familias españolas.

Joaquín Maudos es catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia-Ivie y colaborador del CUNEF

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