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Cumbre Iberoamericana

Cádiz alumbra los negocios con América Latina

En veinte años Latinoamérica ha dado la vuelta a la tortilla y es una de las regiones más dinámicas del mundo y de mayor crecimiento

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Portada CumbreRomán Sánchez

Cádiz amanecerá hoy blindada para recibir a los 17 jefes de Estado y de Gobierno de Latinoamérica, España y Portugal que se darán cita allí, este viernes y mañana sábado, para celebrar la XXII edición de la Cumbre Iberoamericana. Una cita política, pero también, y en esta edición más que nunca, económica, donde se conmemorará el 200 aniversario de la proclamación en 1812 de la primera Constitución española, conocida popularmente como La Pepa.

Una comunidad, la iberoa_mericana, con más de cinco siglos de legado común y un gran futuro por delante, según los expertos y las cifras, hoy más favorables a los países del otro lado del Atlántico que a España y Portugal, pero para el cual será necesario renovar y reconducir sus relaciones. Y ese es el lema central de la cumbre, "Una relación renovada", en la que en apenas 20 años se han invertido algunos papeles.

El Palacio de Congresos será la sede principal de trabajo de los dirigentes y representantes de los 22 miembros de pleno derecho (Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela), pero también el Oratorio de San Felipe Neri, donde se proclamó la Constitución, y el Teatro Falla.

Cádiz rinde homenaje al bicentenario de La Pepa y abre el debate sobre el futuro de este foro

Iberoamérica da cobijo a una población de más de 600 millones de personas y acumula el mayor PIB nominal del mundo, con más de 7.400 millones de dólares en 2011, solo superado por el de Estados Unidos, con 15.064 millones de dólares, y el de la Unión Europea, 17.960 millones, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El ajetreo de obras que hasta el último momento ha tenido levantada la ciudad andaluza para remozar sus lugares más emblemáticos parece haber devuelto una imagen de España que ya había desechado de su iconografía popular e histórica, la de la improvisación y la de dejar todo para última hora. Una imagen que se correspondía más con la de una república bananera que con la de un país que se colocó un día como la undécima potencia económica del mundo y hoy se sitúa como la nación de la eurozona más golpeada por la crisis económica. De hecho, fuentes del sector hotelero de Cádiz se quejan del "poco y tardío apoyo institucional" que han tenido para promover la ciudad, aunque reconocen que harán caja con la cumbre.

Hoy, 22 años después de la primera reunión, celebrada en Guadalajara en 1991, Latinoamérica se presenta como una de las zonas más dinámicas del mundo, que ha sabido capear muy bien la crisis económica y que tiene a Argentina, Brasil y México como potencias emergentes y socios de los países desarrollados del G-20, que concentra el 90% del PIB mundial y el 80% del comercio. Ellos fueron los que lideraron con una sola voz el apoyo para que España estuviera en el grupo en 2008. De ahí, el lema de este foro "Una relación renovada" en los vínculos, sobre todo, económicos entre España y Latinoamérica, pero también con Portugal y el resto de la Unión Europea.

Cádiz abrirá la puerta asimismo a una reflexión sobre la propia estructura de las cumbres, que podrían dejar de ser anuales y celebrarse cada dos años, a partir de la próxima cita prevista en Panamá en 2013, pero también dotarlas de mayor contenido práctico. Sobre el tapete de la cumbre estará, entre otros, la seguridad jurídica para las empresas, un tema que puede levantar ampollas en un año en que Argentina y Bolivia decidieron nacionalizar YPF y la filial de Red Eléctrica, respectivamente, ambas en manos de multinacionales españolas.

Según fuentes de la cumbre, en Cádiz se podría avanzar en un sistema de arbitrajes para pymes y se aprobará una carta de transparencia. En palabras del secretario general iberoamericano y expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Enrique Iglesias, "es necesario explorar cómo España y Portugal pueden aprovechar las oportunidades que ofrece Latinoamérica, una ventaja tras haber estado presente en la región durante los últimos 30 años, mientras otros países europeos miraban a Oriente".

Oportunidades de negocio

El impulso al comercio, las inversiones y la promoción de las pymes "pueden jugar un papel importante" para ayudar a España, Portugal y Estados Unidos, mercados naturales de Latinoamérica, a salir de la crisis, según Iglesias.

El Gobierno español se ha empeñado mucho en que la reunión de Cádiz sea un éxito, no solo de asistencia, sino también para buscar acuerdos concretos. Se han querido evitar sillas vacías, sobre todo la de la presidenta de Brasil, Dilmas Rousseff, que tras la cumbre iniciará una visita oficial a Madrid. Además de los encuentros de trabajo, Rajoy mantendrá siete sesiones bilaterales con los presidentes de Colombia, Ecuador, Honduras, México, Chile y Uruguay, además de Brasil. Los presidentes de Uruguay, José Mujica, y de Perú, Ollanta Humala, iniciarán también reuniones de Estado en Madrid. Humala ampliará su gira a París y Lisboa.

Las grandes inversiones en materia de infraestructuras en las que está embar_cada la región deberían ser aprovechadas por España y Portugal, como también las oportunidades que se abren en materia de cooperación tecnológica, en formación y en circulación de recursos humanos. Más de un millón de españoles vive en algún país de Latinoamérica y más de un millón de ciudadanos de estas naciones han hecho de España su país de residencia.

El déficit social, con grandes bolsas de pobreza y analfabetización y el narcotráfico, presente en la mesa de Cádiz, son las grandes asignaturas pendientes de la región. Hace 22 años, cuando se celebró la primera cumbre en Guadalajara en 1991, España se presentaba en México con una democracia consolidada y una economía saneada, con tasas de crecimiento muy importantes y la confianza recuperada, igual que Portugal, mientras las jóvenes democracias de Latinoamérica ponían fin a regímenes dictatoriales, encaraban una grave crisis de endeudamiento y se sometían a los durísimos planes de ajuste, recortes y liberalismo económico a ultranza impulsados por el FMI, el Banco Mundial (BM) y el BID.

El efecto tequila (devaluación del peso que provocó la fuga de capitales), que en 1994 puso a México al borde de la quiebra y en marcha la mayor operación de rescate internacional hasta entonces, evitó el contagio a Estados Unidos, pero no los sucesivos efectos tango y samba, que golpearon como un castillo de naipes a los otros dos gigantes de la zona, Argentina y Brasil, y sacudieron a toda América Latina.

La crisis volvía a golpear dura_mente a Argentina también en 2001 y a instau_rar el llamado corralito, que impedía a los argentinos acceder a sus ahorros. Un estallido social obligó al presidente De la Rúa a dimitir ante las masivas protestas autoconvocadas en la calle al grito de "¡Que se vayan todos!". La historia se repite, ahora, en Europa.

El encuentro impulsará el empleo y la obra civil

"La cumbre se centrará en la necesidad de establecer sinergias con la comunidad iberoamericana para crear empleo e impulsar el desarrollo de infraestructuras, sector en el que España tiene mucho que decir por el liderazgo de sus empresas, y en fomentar la expansión internacional de las pymes como motor de crecimiento", afirmó ayer José Manuel García-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores. Al margen de las sesiones plenarias, se han organizado reuniones empresariales y foros de debate. En las agendas hay incluidas numerosas reuniones bilaterales de los líderes iberoamericanos. Rajoy tiene previsto entrevistarse con los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos; Chile, Santiago Piñera; Honduras, Porfirio Lobo, y Ecuador, Rafael Correa. Mantendrá además un encuentro de trabajo con Durão Barroso, para cerrar los presupuestos europeos 2014-2020.

La diplomacia española minimiza las ausencias

Después de la deserción masiva que hubo en la última edición de la cumbre, celebrada en Asunción en 2011, en la que solo se dieron cita 10 mandatarios y marcó la participación más baja de la historia, la diplomacia española ha puesto a trabajar toda su maquinaria para que en Cádiz las ausencias fueran las menos.En estos esfuerzos, el trago más engorroso ha sido el del presidente de Paraguay, Federico Franco, al que las autoridades españolas se habrían visto obligadas a sugerirle que no viajase. Franco accedió al poder en junio tras una polémica destitución en 48 horas del presidente Fernando Lugo. Su legitimidad ha sido muy cuestionada en la región, so_bre todo por sus socios de Mercosur, Argentina, Brasil y Uruguay, y donde Paraguay, miembro fundador, ha sido suspendido hasta celebrar nuevas elecciones y cedido su lugar a Venezuela.Algunos Gobiernos lanzaron un órdago al Ejecutivo español y condicionaron su presencia a la ausencia de Paraguay. De "golpe suave" calificó la argentina Cristina Fernández de Kirchner la llegada al poder de Franco, y ella será otra de las ausentes. Una oportuna bajada de tensión la apartará de la reunión y de una visita incómoda. La polémica expropiación de YPF a Repsol en abril provocó una crisis entre los Gobiernos de la que aún se resienten y muchos temían que Kirchner, en su momento más bajo de popularidad y que, como el venezolano Hugo Chávez, tampoco es de las que se calla, aprovechara el foro para lanzar uno de sus mediáticos discursos.El presidente venezolano tampoco estará en España, por problemas de salud y agenda, pero tras su reelección nadie descarta una sorpresa. El cubano, Raúl Castro, no suele viajar a estos foros y no lo hará a Cádiz. El último en decir no ha sido Otto Pérez, debido al terremoto en Guatemala, lo que no le impidió asistir el día 15 a una audiencia con el papa Benedicto XVI.

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