IMS Health actúa para las compañías farmacéuticas como el árbitro que certifica sus actuaciones. Esta
firma mide las ventas de los laboratorios, elabora clasificaciones, hace predicciones sobre el mercado y asesora a las compañías sobre cómo mejorar su fuerza de ventas. GabrielMorelli (Montevideo,
Uruguay, 1970) es el director general de la filial en España, con 130 empleados. Lleva más de 20 años en este campo y se conoce a la perfección cada laboratorio.
PREGUNTA. ¿Parará el recorte en el gasto farmacéutico en España?
RESPUESTA. El recorte del gasto farmacéutico está llegando a su límite. No creo que vuelvan decretos con bajadas radicales, pero sí evidentemente se va a seguir controlando, ahora por el volumen de recetas y en las nuevas aprobaciones de precio [de financiación pública] de medicamentos. El gran tema ahora mismo está en que hay una gran cantidad de fármacos que están aprobados pero no tienen el precio. Hay un gran debate de cuánto de innovadores son. No se ha abierto todavía la discusión sobre el valor del fármaco. ¿Es caro o barato? Puede ser caro, pero si permite que un paciente no reingrese en el hospital con
un coste mayor, entonces es barato.
P. ¿Cuánto tiempo lleva el Gobierno sin dar precio a los fármacos?
R.Hay unos 40medicamentos que llevan esperando alrededor de un año. La mayoría de los directivos de la industria están desesperados con este tema. Los hay para hepatitis C, que son innovadores y que prometen mucho, pero que de momento los pacientes no tienen acceso. Lo que se pregunta el ministerio, y también
llevan razón, es si todos son realmente innovadores. Hasta que no puedan medir eso, prefieren no aprobar.
P. ¿Ese retraso es por evaluarlos o por no afrontar un nuevo gasto?
R. Ahora mismo creo que rige el corto plazo. Ante la duda, no apruebo. Y ya iré viendo si realmente son buenos o no. El siguiente decreto previsto para antes de final de año regulará que para la aprobación
de un fármaco y de su precio se van a hacer estudios de coste-efectividad, para valorar si el gasto es adecuado.
P. ¿Cree que son precios adecuados?
R. Imagino que hay de todo. Unos serán correctos y otros no, porque no ha habido demasiado control en el pasado porque no era necesario. Cada vez más se van a mirar con lupa y se van a comparar con otros que ya estén en el mercado. ¿Valdrá la pena pagar por nuevos tratamientos caros? Dependerá de quién
es el paciente, si va a morir y su edad.
P. ¿Debería haber un organismo como el Nice inglés que haga ese análisis de coste-efectividad?
R. La función del Nice aquí la suplirán los organismos de distintas comunidades que ya están trabajando en red. Así se analizará también la diferencia entre lo que un medicamento dice que hace y lo que realmente hace. La opción española es esa, aunque a mí me guste más una estructura más centralizada. El problema será tener la agilidad para hacer esos análisis con el menor precio posible.Hay una presión para que no se
aprueben medicamentos porque son tratamientos biológicos costosos.
P. ¿La sanidad es sostenible?
R. No. En la parte de farma ya se ha hecho el ajuste. Donde estamos gastando un disparate es en el 80% restante, en los hospitales. No se sabe cuánto gasta un centro o unmédico y cuál es el gasto por tratamiento. Hay que reducir estructuras, mejorar sistemas, medir y comparar si un hospital es mejor en resultados en salud y eficiencia. Es increíble que tengamos todo tipo de software y no sepamos cuánto gasta un hospital.
"Los pequeños laboratorios están sufriendo"
Morell advierte sobre la dificultad
que tienen los grandes
laboratorios para desarrollar
nuevos fármacos,
que cada vez requieren
más recursos, por lo que su
viabilidad económica se ve
afectada. "Cada compañía
toma distintos caminos estratégicos.
Uno de los grandes debates
es si se deben diversificar
o concentrar, como es
el caso de Roche o AstraZeneca,
que han apostado
por la especialización. Hay
otros, como Novartis, que
se han diversificado, creando
divisiones independientes
entre sí para que no se
contaminen. Este me gusta
porque en realidad son
como varias compañías".
Para este directivo, el
mejor modelo es el de focalizarse.
Con un riesgo: si
no encuentran moléculas
nuevas están en un serio
problema. "A Lilly le está
saliendo bien. Y a AstraZeneca,
de momento, le está
saliendo mal". La solución
será salir al mercado a
comprar otras pequeñas
compañías con portafolio.
"Hay compañías que están
en todas las quinielas. AstraZeneca
tiene que hacer
algo". Bien una compra o
una fusión con otra mediana,
tipo Bristol Mayers
Squibb, aventura.
Respecto a las españolas,
"las más pequeñitas serán
las que estén sufriendo
mucho, como Juste, Uriach
o Lacer". Es más optimista
con Rovi, con Almirall, que
"después de las pérdidas
de licencias tiene nuevos
productos, a Faes le va
bien también mirando
fuera, Ferrer se ha diversificado
mucho aun sin tener
productos fantásticos y Esteve
se ve dañado por los
recortes pero todavía tienen
productos protegidos
por patentes. Van capeando
la tormenta".