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Romney supera al presidente de EE UU en el primer debate electoral

La economía pone contra las cuerdas a Obama

El primer debate entre los candidatos a la presidencia de EE UU, Barack Obama y Mitt Romney, tuvo un protagonista: la economía. Y, según la mayoría de las encuestas, Romney fue el claro vencedor.

Hasta la cadena MSNBC, siempre sospechosa de demócrata, dio la victoria al republicano. El aspirante a la Casa Blanca Mitt Romney ganó al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el primer debate televisivo. ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo venció un político capaz de meterse en campaña con el 47% de la población ("se creen víctimas" y "viven del Estado", dijo)? ¿Cuál fue el mérito de un mormón que no siempre ha defendido lo que todos quieren escuchar, como cuando se fue al París del Mayo del 68 a convencer a los franceses de que el vino y el sexo fuera del matrimonio son pecados, o como cuando estudiaba en la Universidad de Stanford, en la hippie California, y defendía en los sesenta la guerra de Vietnam? Las preguntas se pueden responder con el eslogan que ayudó al demócrata Bill Clinton a ganar las elecciones de Estados Unidos en 1992: "Es la economía, estúpido".

A Obama, como a tantos en Europa, le persigue el déficit, que superará este año el 8%, según las previsiones del FondoMonetario Internacional.Ganó las elecciones en noviembre de 2008, dos meses después de la quiebra de Lehman Brothers. El IPC era entonces del 3,8%; el paro, del 7,2%; y el 13,2% de la población, 39,8 millones de personas, vivían en la pobreza, según datos oficiales. Cuatro años después de crisis global, la inflación ha bajado al 1,4%, el desempleo ha subido al 8,3% y la pobreza se ha incrementado hasta afectar al 15,1% del país, 46,2 millones de ciudadanos. Por detrás en las encuestas, Romney necesitaba un golpe de efecto si quiere ganar las elecciones del 6 de noviembre. Y rápido.

Ayer, hora española, en el debate de 90 minutos que se celebró en la Universidad de Denver (Colorado), el primero de tres, el republicano atacó... y convenció. "No es debatible", concluyó el influyente diario Politico. "Obama tropezó". The New York Times, habitualmente más cercano a los demócratas, coincidió en la portada de su página web: "Romney gana a un Obama plano". No fue el demócrata el que prometió, el que hablaba de esperanza, el que hacía soñar, sino su rival. "Yo crearé 12 millones de puestos de trabajo", aseguró Romney. "Y las familias tendrán más ingresos. Con Obama verán que el coste sanitario es superior. Yo lo reduciré".

Una moneda al aire. Así arrancó el debate. La suerte le daba al presidente el primer turno de palabra, y lo dedicaba a su mujer, Michelle. "Hay una gran cantidad de temas que quiero tocar esta noche", arrancó Obama; "pero el más importante es que hace 20 años que me convertí en el hombre más afortunado de

la Tierra, porque Michelle Obama aceptó casarse conmigo. Así que, cariño, feliz aniversario, ahora, dentro de un año no lo celebraremos frente a 40 millones de personas". La réplica anunciaba que Romney estaba inspirado: "Felicidades presidente. Estoy seguro de que este es el lugar más romántico que haya podido imaginar. ¡Aquí, conmigo!".

Los dos candidatos discutieron sobre política fiscal y el papel que debe jugar el Estado. Y llegaron los ataques de Romney. Con guiños. Primero, a los jóvenes: "Creo que es inmoral que mi generación siga gastando muchísimo más de lo que recibimos sabiendo que la carga va a pasar a la próxima generación y que ellos van a estar pagando los intereses toda su vida". Después, a los empresarios. "Tenemos que reducir los impuestos, tanto para las grandes empresas como a las personas". Y después a la clase media: "Las familias de ingresos medios se están viendo aplastadas". Hasta el moderador, que trabaja en la televisión pública, recibió: "Lo siento, Jim, dejaré de subsidiar tu cadena (la PBS)".

Obama trató de defenderse ("todos sabemos de dónde viene el déficit: dos guerras pagadas a crédito, dos rebajas fiscales que no estaban financiadas y una enorme crisis económica"), pero sin éxito. Su mirada al suelo, tal vez mirando a sus notas, parecía en el televisor la imagen de un hombre abatido. Tanto, que luego admitió: "Cuandome subí al estrado, me encontré con un tipo enérgico, vehemente,

que decía que era Mitt Romney. Ese no podía ser Romney".

Margallo critica la visión de España del republicano

España apareció en el debate. Y como un mal ejemplo. "España gasta el 42% de losimpuestos en el Gobierno", aseguró el candidato republicano Mitt Romney. Nosotrosgastamos también el 42%. No quiero seguir el camino de España", sentenció. Desde Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, criticó la visión "poco fundada" y "poco contrastada" sobre el país europeo del candidatorepublicano. En declaraciones a Radio Nacional de España, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, criticó también a Romney. "España no está ardiendo por los cuatro costados como algunos pretenden hacer ver al exterior", dijo. "Hay muchas personas que tienen mucho interés en que el euro no tenga estabilidad y hay algunos que les ha parecido que lo más fácil es atacar a España".

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