Sidenor ofrece 148 millones a Trilantic por el 29,9% de Talgo, pero el fondo quiere 185 millones
El presidente de la siderúrgica presentó la propuesta de unos 4 euros por título la semana pasada mientras el primer accionista se marca como referencia los 5 euros de la opa vetada por el Gobierno
El interés de Sidenor por Talgo cristaliza ya en propuestas económicas. El presidente de la siderúrgica, José Antonio Jainaga, trasladó la semana pasada al fondo estadounidense Trilantic, principal accionista del fabricante ferroviario, una oferta que supone el pago de 148 millones por su paquete del 29,9% del capital (37 millones de acciones), lo que incluye una prima por esa participación respecto a los actuales niveles en Bolsa. Sin embargo, el precio parece quedarse corto frente a las pretensiones del primer accionista. De momento, las partes no han realizado comunicación alguna ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre estas últimas conversaciones.
Talgo acumula una subida en Bolsa de más del 3,27% pasadas las 13:00 horas de este lunes, hasta los 3,47 euros por título, lo que valora el porcentaje en manos de Trilantic en 128,5 millones. La oferta de Jainaga ronda los 4 euros por acción, por debajo de los 5 euros que pide Trilantic y que supondrían 185 millones por su paquete. Esa cifra ya fue puesta sobre la mesa por el consorcio húngaro Ganz-Mavag. La opa de esta última, registrada en marzo ante la CNMV, fue vetada por el Gobierno a finales de agosto a la vista de que Talgo es una empresa estratégica para el país y se apreciaban riesgos para la seguridad nacional por ese cambio de control.
Jainaga y un equipo de directivos de Sidenor, agrupados en su brazo inversor Mirai, no quiere comprar más del 29,9% de capital para evitar la obligación de lanzar una opa sobre Talgo. En el camino, el empresario vasco está buscando aliados para compartir el esfuerzo financiero. Entre ellos, las fundaciones BBK, Kutxa y Vital, accionistas de Kutxabank. El banco participa en otra empresa del sector ferroviario, CAF, que ya ha dejado claro que no le interesa formar una corporación industrial con Talgo, puesto que sus planes de futuro van en otras direcciones, como el establecimiento industrial en Estados Unidos y en los países nórdicos.
Los gobiernos de Madrid y Vitoria ven con buenos ojos la operación de Mirai sobre Talgo porque conformaría un núcleo duro industrial y de procedencia nacional. El Ejecutivo de Pedro Sánchez podría apoyar esta opción con la entrada de Sepi en el accionariado del fabricante de trenes. Y desde el Gobierno vasco ya han manifestado que también participarían, en su caso a través del fondo Finkatuz, que ya tiene inversiones en otras empresas vascas, como la propia CAF, la aeronáutica ITP Aero y la láctea Kaiku.
En apenas un mes concluye el pacto de los principales accionistas de Talgo, que en su día acordaron la venta en bloque de sus acciones a través de cláusulas de arrastre por las que la intención de venta de uno de ellos obliga al resto a colocar sus acciones al mismo precio. Esta circunstancia impedía desinversiones por separado. Trilantic, la familia Oriol y la sociedad Torreal de Juan Abelló suman un 40% de Talgo a través de la instrumental Pegaso, de la que el fondo es principal partícipe. Su acuerdo finaliza con el año y cada uno será libre de tomar sus propias decisiones a partir del 1 de enero. Hasta ahora, cualquier acercamiento a los propietarios había tenido como respuesta que era necesaria la opa por el 100%.
El consejo de la firma ferroviaria comunicó a la CNMV el 21 de octubre el inicio de negociaciones con Sidenor “dirigidas a analizar una posible transacción que podría implicar la adquisición de un porcentaje significativo del capital social o de su totalidad”. Quedó en el aire la posibilidad de una nueva opa. Jainaga cuenta con el asesoramiento del banco de negocios Alantra y contrató a PwC para el estudio en detalle (due diligence) de la compañía pretendida.
Mientras se define la futura estructura de capital, Talgo sigue con problemas para hacer frente a una cartera de pedidos de 4.000 millones, cuyo cumplimiento en plazos y volumen exigiría la puesta en marcha de un plan de inversiones para reforzar su capacidad industrial, pero la prioridad de los citados accionistas es la de vender sus títulos.
En las cuentas presentadas el pasado día 19, la dirección que lidera Carlos Palacio habló de un “buen momentum comercial” y oportunidades a la vista por 10.500 millones. Talgo, que gana 6,7 millones a 30 de septiembre, tiene por definir aún su política de dividendos y espera cerrar el año con un margen de ebitda del 11,5%.
Trilantic desembarcó en el capital de Talgo en 2006 y su intención de vender se hizo pública antes de la pandemia. Tras verse frustrada la ofensiva de Ganz Mavag, el consejo de Talgo descartó una integración industrial con la checha Skoda Transportation.