El reestructurador
El presidente llegó a la cadena hotelera después de reorientar Sos y la refinanciación de la deuda respalda su gestión.
Tiene el porte de los que están cómodos en sus zapatos, sea cual sea la etapa profesional que tengan que afrontar. A sus 56 años, Mariano Pérez Claver ha cambiado de rumbo tres veces en cinco años para encarrilar empresas con dificultades económicas en las que Bankia tenía una participación importante. El directivo, hombre fuerte de Caja Madrid durante 17 años, llegó a la presidencia de la alimentaria Sos en enero de 2009, tras el escándalo de los anteriores dueños, los hermanos Salazar, acusados de distintos delitos societarios, entre los que se encuentran haberse autoconcedido créditos a través de sus sociedades patrimoniales por valor de 212,7 millones de euros.
Prueba de que no le tiembla el pulso a la hora de corregir el rumbo, vendió por 205 millones de euros, con plusvalías de 20 millones de euros, el negocio del arroz a Ebro Foods, para concentrarse en el aceite. La compañía, conocida hasta entonces como Sos Cuétara, tuvo que cambiar su denominación social a Deoleo, vendida la marca, el arroz y las galletas.
Tres años después, en marzo de 2012, el ya nombrado presidente de NH Hoteles renunció a su puesto en Deoleo. Frente a unas pérdidas de 56,5 millones de euros en 2010, la reestructuración financiera y societaria, bajo su mando, llevó a la compañía a un beneficio de 1,1 millones de euros en 2011.
Pérez Claver ya se había sentado en la silla de mando de NH Hoteles casi un año antes, en febrero de 2011, en sustitución del anterior presidente, Gabrielle Burgio. La empresa arrastraba una deuda de cerca de 1.000 millones de euros, cuando factura al año unos 1.400 millones, fruto, entre otras cosas, de la compra en 2006 de la hotelera italiana Jolly. Esta adquisición no ha sido tan exitosa como cabría esperar, puesto que sus 45 hoteles no obtienen los mejores rendimientos de la cadena.
Si su misión va a ir paralela a su gestión en Sos, a Pérez Claver no le temblará la mano para vender joyas de la corona como son sus hoteles en el Benelux o de Alemania. Si la política de rotación de activos comprometida a los bancos se cumple, los hoteles en España e Italia en propiedad son menos numerosos y atractivos para los compradores que los mencionados en Europa, cuyo rendimiento en las cuentas de NH es más positivo.
La cadena fía el cumplimiento de sus compromisos a la venta del hotel que adquirieron en Nueva York con la compra de Jolly. Sin embargo, con el cartel de se vende colgado desde hace meses en la céntrica ubicación del establecimiento en Manhattan, la transacción aún no se ha cerrado, pese al "interés" que despierta, según sus dueños.
A este presidente le debe la cadena la negociación con los socios chinos HNA, que iban a entrar en la hotelera con la compra de un 20% del capital. La operación se frustró, por la indecisión de los socios a entrar en el mercado europeo, complicando así el proceso de reestructuración de NH. Pérez Claver está enfocado en Latinoamérica, en especial en Brasil, donde quiere incrementar su presencia hasta en cinco veces, según ha comentado a periodistas. A falta de socio, un nuevo mercado que de peso a la cadena.