Los problemas de comprar deuda
Si el Banco Central Europeo quiere que su anunciado plan de compra de deuda funcione, debe abordar la cuestión de la jerarquía. Los inversores quieren asegurarse de que el BCE no se situará por encima de ellos en una reestructuración, como fue el caso del reciente rescate a Grecia. Pero resolver ese problema crearía otro. El BCE podría acumular pérdidas en su cartera de bonos, que podrían sumar transferencias masivas si la eurozona alimenta lo riesgos.
Mario Draghi se ha comprometido a abordar el problema de la jerarquía sin decir cómo. Si los inversores piensan que los bonos del BCE están por encima de los suyos, aumentarán las temores a las pérdidas, empujando los intereses al alza
Un comunicado del BCE renunciando a su condición de acreedor preferente podría no ser suficiente. El BCE podría demostrarlo a los mercados asumiendo pérdidas en sus posesiones griegas. Incluso eso podría no convencer. Una forma radical de hacer frente al problema sería que los fondos de rescate de la eurozona garantizaran al BCE frente a pérdidas potenciales.
Pero resolver este problema crea otro: el riesgo moral. Mario Draghi aborda esto al insistir en que los gobiernos acepten un plan de rescate y el programa de reforma antes de comprar deuda. Pero sigue existiendo el riesgo de que los inversores vendan bonos en masa si piensan que los gobiernos vacilarán con las reformas. El BCE podría tener que comprar más deuda solo para mantener los intereses estables, o darse por vencido.
El BCE concentra su capacidad de disparo en los vencimientos a corto plazo. Podría ser capaz de arreglar los intereses sin exponerse a una venta masiva. Pero comprar bonos con hasta tres años de vencimiento, como algunos esperan, significaría tener que comprar hasta 500.000 millones de euros solo para España e Italia. Mejor concentrarse en los bonos a corto, como a un año, y aumentar los vencimientos mientras los gobiernos llevan a cabo las reformas.