No un subsidio, sino un empleo
La decisión del Gobierno de prorrogar el Plan Prepara durante seis meses más -y con él la ayuda de 400 euros a los parados que hayan agotado la prestación por paro o el subsidio- ha venido acompañada de una advertencia sobre la necesidad de mejorar la eficiencia del programa. Frente a las elevadas dosis de demagogia y de populismo con que se ha manejado este tema en distintos ámbitos políticos y sindicales, desde la Administración se recordaba con razón que el objetivo del plan Prepara no es proporcionar un subsidio o una renta asistencial, sino la reinserción laboral, y que ello se ha alcanzado hasta el momento de forma muy limitada. Mientras que la primera vez que se activó el programa solo el 20% de las personas beneficiarias consiguieron un empleo, ese porcentaje bajó hasta el 6% durante la última prórroga.
Con el objetivo de mejorar considerablemente ese ratio, el Gobierno estudia fórmulas para vincular la percepción de los 400 euros a la reinserción laboral. La idea no es cambiar los requisitos de acceso al plan o endurecer un control que ya existe, sino encontrar una vía que permita alcanzar el objetivo por el que se creó el plan. Si ello se logra -y no es fácil- los beneficiarios de la ayuda obtendrán algo mucho más valioso que cualquier renta asistencial o subsidio: un empleo.