_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Credit Suisse cede a la presión del BNS

Credit Suisse se ha plegado a lo inevitable. Desde que el Banco Nacional de Suiza cuestionara sus reservas el mes pasado, el grupo estaba bajo presión para impulsar su capital. El plan para aumentarlo en 8.700 millones de francos suizos elimina los interrogantes que pesaban sobre su balance. Pero cualquier recuperación sostenida del precio de la acción necesita de unos inversores que crean en la reconstrucción del capital.

La parte central del plan de Credit Suisse es una emisión de 3.800 millones de francos suizos en acciones convertibles, que se cambiarán por acciones en marzo de 2013. No gustará del todo a los accionistas, que tendrán que comprar estos instrumentos para evitar su dilución. De todas formas, el hecho de que la emisión sea suscrita por una cadena de grandes inversores, como fondos catarÍes o saudíes, ofrece algo de seguridad. Junto a otras medidas, como un plan que anima a los empleados a cambiar bonos diferidos por acciones, el ratio de capital de Credit Suisse debería alcanzar el 8,6% a final de año.

Pero este impulso al capital ahogará los retornos de Credit Suisse. El banco está respondiendo recortando otros 1.000 millones de francos suizos de sus costes. Si esta campaña por la eficiencia puede lograrse sin reducir ingresos todavía está por verse. Dado el riesgo de mayor confusión en el mercado, el objetivo de Credit Suisse de ganar un 15% de rentabilidad sobre sus recursos propios puede quedar en aspiración. Está lejos de aclararse si el deseo de mayores reservas de capital ha sido del todo saciado. Credit Suisse dice que recompensará a los inversores mediante el pago de generosos dividendos. Pero los reguladores internacionales de la banca están trabajando en planes para imponer mayores requisitos de capital para las exposiciones de los bancos comerciales.

Es cierto que esto se aplica a toda la industria. Y el negocio de banca privada de Credit Suisse ofrece una estabilidad no disponible para otros. Pero, dadas las decepciones de los últimos años, cualquier promesa será recibida con escepticismo.

Por Peter Thal Larsen

Archivado En

_
_