Las claves de la subida del IVA
Las presiones de Bruselas, el FMI o la OCDE y el incontrolable déficit hacen inevitable una revisión (al alza) del IVA. Estas son las claves de este impuesto.
¿Cuántos tipos de IVA existen en España?
Existen tres tipos: el general (18%), el reducido (8%) y el superreducido (4%). La última modificación se produjo el 1 de julio de 2010, cuando el tipo general pasó del 16% al 18% y el reducido del 7% al 8%. Desde esa fecha, las autoridades comunitarias han presionado al Ejecutivo español para que suba el tipo general, aún por debajo de la media europea, y especialmente para que elimine productos que están gravados con tipos reducidos o superreducidos.
¿Qué bienes y servicios están gravados con el tipo reducido y superreducido en España?
El superreducido afecta a bienes de primera necesidad, como alimentos frescos, material escolar o viviendas protegidas. Además de España, tan solo hay otros cuatro países que aplican tipos superreducidos. Se trata de Francia (2,1%), Luxemburgo (3%), Italia (4%) e Irlanda (4,8%). Sin embargo, a diferencia de España, el número de bienes y servicios afectados por estos tipos es mucho menor. Dos buenos ejemplos se producen en Francia e Irlanda. En el primero solo se benefician de un IVA al 2,1% los medicamentos y los periódicos, mientras que en el segundo solamente los productos frescos están gravados con el superreducido del 4,8%. En el caso español además se producen excepciones como en el caso de la construcción de vivienda libre, al que se le aplica desde el pasado ejercicio un tipo excepcional del 4%, que se prolongará hasta el 1 de enero de 2013. Esa decisión, adoptada como un guiño para tratar de revitalizar el deprimido sector de la construcción, ha levantado las iras en otros vecinos comunitarios, que aplican tipos mucho más elevados. Es el caso de Alemania (19%), Francia (19,6%), Italia (10%), Reino Unido (20%) o Portugal (23%).
¿De qué margen dispone el Ejecutivo para cambiar tipos o pasar bienes y servicios de un tipo a otro más elevado?
Las limitaciones las impone Bruselas, que solo permite a cada estado miembro tener un tipo general y dos reducidos. Por lo tanto, el Ejecutivo cuenta con tres alternativas: elevar el tipo general, algo que no ha quedado descartado (en el último año lo han hecho Irlanda, Italia, Portugal y Reino Unido), sacar de forma transitoria algún bien y servicio de alguna categoría (tal y como se ha hecho con la venta de vivienda, gravada con el superreducido hasta el 1 de enero de 2013) o bien elevar el gravamen del tipo reducido o del superreducido. Estas dos últimas parecen las más plausibles, aunque tiene el inconveniente de que todos los productos incluidos en una categoría deben cambiarse. Así, si se opta por elevar el IVA del turismo, habría que hacerlo también, por ejemplo, con los alimentos elaborados.
¿Cómo está el IVA en España respecto de otros países
Actualmente, España es el país de la UE que menos ingresa en concepto de IVA: es el país de la UE que menos recauda en términos de PIB (5,5%) y, respecto al total de la recaudación fiscal, el peso de los ingresos por IVA también se sitúa entre los más bajos. En la asignación de cobros del IVA en España se comprueba la orientación hacia el sector sevicios del país: entrar en un bar y tomar una cerveza implica pagar un IVA del 8% en España. Un gravamen que en Alemania alcanza el 19%, en el Reino Unido el 20% o en Portugal el 13%. Solo Francia, Luxemburgo y Holanda aplican un IVA menor que el español en los bares y restaurantes.
¿Cuándo fue la última vez que subió el IVA en España?
La última subida del IVA la decidió el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la prima vera de 2010 y entró en vigor el 1 de julio de ese mismo año. El tipo general del 16% dejó de existir y pasó a ser del 18%. Al mismo tiempo, el reducido subió del 7% al 8%. Con esta subida, Hacienda esperaba recaudar 5.150 millones de euros más en 12 meses, 117 euros por cada habitante. Evidentemente, el objetivo de esta subida era incrementar la recaudación, como una medida para reducir el déficit. La caída de la actividad económica y el consumo, sin embargo, limitaron su efecto: la recaudación por este concepto apenas creció el 0,5% en 2011. Hasta febrero de este año, la recaudación por IVA se desplomó un 10%. La subida aprobada por el anterior Gobierno contó con las feroces críticas de la oposición, que incluso organizó una campaña con el eslogan 'No más IVA'. El actual Gobierno, de hecho, ha insistido en innumerables ocasiones su promesa de no subir el IVA. Las presiones exteriores y el déficit del Estado (registra hasta mayo un déficit de 36.364 millones, equivalente al 3,41% del PIB, con lo que bordea el objetivo de desequilibrio fiscal para todo el año) han dejado en papel mojado estas promesas.
¿Quién ha presionado para una subida del IVA?
Quién no ha presionado, sería más correcto decir. La Comisión Europea lleva años insistiendo en una subida del IVA, habida cuenta de los bajos ingresos que obtiene el Estado. El 22 de mayo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señaló que España no cumplirá con los objetivos del déficit fijados por Bruselas y apuesta a que el país subirá el IVA. Algo más tarde, en su informe publicado el 16 de junio, el Fondo Monetario Internacional, reclamó que se tomaran "ahora" decisiones como la subida del IVA y los impuestos especiales (además del recorte de sueldo a los funcionarios).
En realidad, Bruselas no exige una subida de los tipos del IVA sino una "ampliación de las bases imponibles". Si bien no es exactamente lo mismo, la consecuencia última es idéntica: el contribuyente pagará más.