Altadis prevé un alza de 0,4 euros por cajetilla si sube el IVA
Altadis prevé que, si sube el IVA, las cajetillas se encarezcan hasta 40 céntimos, sin que la subida se traduzca en un incremento de la recaudación fiscal. Además, asume que puede provocar un recorte de su plantilla en España.
"La elección está clara", así argumentaba ayer el presidente de Altadis, Dominic Brisby, acerca de las consecuencias de una subida del IVA y de los impuestos sobre el tabaco. Una subida que, en su opinión, podría tener tres efectos: una subida del precio de las cajetillas, una caída de la recaudación fiscal y un recorte de empleos en la industria tabacalera.
"Veo la presión por parte de la Comisión Europea y leo los periódicos, pero la subida de impuestos no es la respuesta, porque los ingresos fiscales por tabaco están descendiendo", recalcaba Alison Cooper, consejera delegada de Imperial Tobacco en un encuentro con prensa española.
Según los directivos de la compañía británica, las dos subidas de impuestos sobre el tabaco de septiembre de 2011 y marzo de 2012 "han agotado las posibilidades de elevar la presión fiscal, solo servirían para incrementar el comercio ilícito. Más impuestos no es igual a más ingresos para el Estado", aseguraba Dominic Brisby. En este sentido, señaló que este año la recaudación fiscal por tabaco se recortará en 369 millones de euros en comparación a 2011.
Y si sube el IVA al 21%, subirían las cajetillas en 30 o 40 céntimos, apuntó. Por ello, Brisby reclamó que la subida, si se produce, sea compensada con un recorte del impuesto ad valórem sobre los cigarrillos y evitar una escalada de precios que dañe el consumo. Sin embargo, Alison Cooper descartó una nueva guerra de precios entre las tabacaleras, independientemente de lo que ocurra con el IVA, porque a diferencia de lo sucedido en el pasado, las empresas no luchan ahora por ganar cuota de mercado, sino por evitar el imparable avance del contrabando.
También se verían perjudicados por un incremento del IVA los trabajadores. Altadis emplea en España a cerca de 5.000 personas, que se elevan a 56.000 si se tienen en cuenta los empleos directos e indirectos del sector. Y los representantes de Imperial fueron directos: un alza de la fiscalidad podría conllevar una reestructuración de los centros de producción de cigarros en Cantabria y cigarrillos en La Rioja, las únicas fábricas que Altadis conserva en España, así como la compra de tabaco extremeño.
El contrabando y los asaltos a distribuidores
Las tabacaleras tiemblan al ver cómo la crisis -y los cambios fiscales- se llevan por delante la lucha contra el contrabando, que hace unos años daban por erradicado. "En los últimos tres años el tabaco ilícito en España ha pasado del 2% al 9% de media y en algunos casos, como Andalucía, supera el 20%", destacaba ayer el presidente de Altadis. Un comercio ilícito cada vez más organizado y que opera, de forma creciente, a través de grandes cantidades mediante el envío de contenedores. La consejera delegada de Imperial, Alison Cooper, reconoció además que la compañía está preocupada por los asaltos a camiones con productos de Altadis, por lo que han reforzado sus medidas de seguridad. "Una cosa es perder la mercancía, pero hay en juego la seguridad de las personas", asumió.