Irlanda presiona para relajar los términos de su rescate
La televisión pública anuncia que se alargará el plazo de devolución del préstamo y la UE desmiente la información.
La petición de rescate realizada por España, con ayudas limitadas a su sistema financiero, ha puesto en pie de guerra al resto de países rescatados, que han empezado a reclamar condiciones más flexibles en los acuerdos pactados con la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El alumno más aventajado hasta el momento es Irlanda, que la pasada semana recibió una nueva inyección de 1.400 millones de euros, como parte del sexto tramo de ayudas concedidas al país y después de que el FMI verificara el rigor en la aplicación de las reformas que se exigen a Irlanda en el marco del rescate.
Las autoridades irlandesas están decididas a obtener unos términos más flexibles y la televisión pública del país avanzó ayer que la troika estudia relajar las condiciones del préstamo, con una ampliación en el plazo de devolución hasta los 30 años, frente a los 15 años pactados en el memorándum de ayudas por 85.000 millones de euros concedido a finales de 2010.
La Comisión Europea (CE) salió al paso poco después y desmintió que la troika esté considerando extender el plazo de devolución de la ayuda a Irlanda. Aun así, en el mercado ya empieza a calar la idea de que el país está cumpliendo sus objetivos y está más cerca de poder financiarse por sus medios en los mercados internacionales en la fecha prevista, a mediados de 2013, a lo que sin duda contribuiría una relajación en las condiciones del préstamo de su rescate.
Irlanda despejó el pasado 31 de mayo en referéndum una de las grandes dudas que pesaban sobre el país al aprobar con un 60,3% de los votos a favor el pacto de estabilidad, que prevé imponer estrictas reglas presupuestarias en los países de la Unión Europea. En un comunicado difundido desde Washington, el FMI no entró a desmentir la posibilidad de modificar los términos del préstamo a Irlanda y se limitó a recordar que tales condiciones se revisan cada vez que se somete a estudio el cumplimiento de las reformas que Irlanda se ha comprometido a aplicar.
En cualquier caso, la escasa eficacia que los rescates están teniendo a la hora de reactivar las economías de Portugal, Grecia o Irlanda está elevando la presión para que Bruselas se plantee una revisión de lo pactado, tal y como intentará también el nuevo Gobierno que se constituya en Atenas. Además, el rescate descafeinado solicitado por España (destinado en exclusiva a la banca) tampoco ha servido para contener la presión sobre su deuda soberana.