Bruselas matiza su plan para relajar los objetivos de déficit
La CE enfrió ayer la expectativa de una inminente relajación de los objetivos de déficit. Bruselas mantiene la oferta, pero advierte que muchos países, entre ellos España, apenas disponen de margen fiscal.
La Comisión Europea continuó ayer ajustando su discurso económico al nuevo equilibrio de poderes entre un Berlín conservador y un París socialista. Y tras reiterar su conversión a las promesas de crecimiento que han ganado las elecciones en Francia, el presidente del organismo comunitario, José Manuel Barroso, advirtió con tono germánico que "sería irresponsable pensar que ahora se puede estimular el crecimiento mediante un aumento del déficit".
Su lugarteniente económico, Olli Rehn, prometió en la misma rueda de prensa un tratamiento diferenciado en la aplicación del Pacto de Estabilidad. Y aunque no descartó una prolongación de los plazos para situar el déficit por debajo del 3% del PIB, aseguró que España (con límite hasta finales de 2013) dispone de poco margen para relajar los ajustes.
"Los países vulnerables y sometidos al escrutinio de los mercados, como España, necesitan afrontar sus desafíos presupuestarios para recuperar la confianza", señaló Rehn durante una comparecencia con Barroso organizada de improviso aprovechando que hoy se celebra el Día de Europa.
El comisario añadió que en el caso de España "el camino hacia la estabilidad a medio plazo pasa por una acción decidida en el frente de la reforma financiera, en particular las cajas de ahorros, y en el control del gasto de los Gobiernos regionales".
Bruselas matizó así su propuesta de revisar el calendario de ajustes, aireada con motivo del cambio de presidencia en Francia y tras recibir la presión de socios como EE UU o de organismos como el Fondo Monetario Internacional.
El cambio parece inevitable pero el ambiguo lenguaje de los comisarios revela que la batalla para relajar la aplicación del Pacto de estabilidad aún no está resuelta.
Cumbre extraordinaria
La publicación este viernes de las previsiones económicas de la CE, que confirmarán el gravísimo deterioro de la coyuntura, dará munición a los partidarios de frenar el ritmo de la consolidación presupuestaria.
Pero el desenlace quizá no llegue hasta la cumbre extraordinaria del 23 de mayo, convocada ayer por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, para recibir al nuevo presidente francés, François Hollande.
"El problema de Grecia es anterior a la troika"
El comisario europeo de Economía, Olli Rehn, urgió ayer a los partidos griegos "a formar un Gobierno de coalición que apoye las reformas". La desesperada petición de Bruselas llegó el mismo día que el segundo partido más votado en las elecciones del domingo, Syriza (de izquierdas), inició los contactos para formar un Ejecutivo que pretende renegociar las condiciones del rescate financiero impuestas por la troika (CE, BCE y FMI). "No habrá otro recorte de 11.000 millones de euros ni despido de 150.000 empleados públicos", prometió ayer el líder de Syriza, Alexis Szypras. Bruselas, en cambio, considera que no hay alternativas a los ajustes de consolidación si Grecia quiere volver a financiarse en los mercados. Y Rehn recordó que "los problemas económicos del país comenzaron mucho antes de la llegada de la troika".