Moody's descarta una tendencia de nacionalizaciones
La agencia de calificación ha destacado a los países latinoamericanos con "sólidos perfiles de crédito" con favorables climas de inversión entre los que ha incluido a Chile, México, Brasil, Perú y Colombia.
La agencia de calificación crediticia Moody's descarta que las recientes nacionalizaciones de YPF en Argentina y de Transportadora de Electricidad (TDE) en Bolivia sean un "presagio" de una tendencia en América Latina, aunque no descarta "nuevas expropiaciones" en países con débiles marcos institucionales, como Venezuela, Argentina o Bolivia.
"En general, no vemos las recientes nacionalizaciones en Bolivia y Argentina como un presagio de una tendencia regional, sino como la confirmación de una creciente diferenciación entre los soberanos latinoamericanos con sólidos perfiles de crédito y favorables climas de inversión y otros donde estos elementos no están presentes", afirma Moody's.
En su informe económico semanal, la agencia explica que los contrastes en América Latina son "claros" y menciona en concreto el caso de Venezuela, donde el Gobierno ha mostrado una mayor disposición a nacionalizar empresas y no se puede descartar nuevas expropiaciones.
Asimismo, hace referencia a Belice, Bolivia y Argentina, países en los que se han llevado a cabo nacionalizaciones en una mucho menor escala, con implicaciones negativas crediticias para las perspectivas futuras de inversión y crecimiento. "Dadas las emergentes presiones sociales y políticas, nuevas expropiaciones no pueden descartarse", añade.
Moody's aclara que nacionalizaciones similares a las que se han producido en Argentina o Bolivia estarán limitadas a países con "débiles marcos institucionales", como en los últimos casos, pero ve "pocos riesgos" de que las expropiaciones se extiendan a soberanos calificados en grado de inversión con "sólidos marcos institucionales y respeto por el cumplimiento de la ley".
En este sentido, defiende que países como Chile, México, Brasil, Perú y Colombia tienen "instituciones más fuertes", y apunta en concreto el caso de Perú, donde las preocupaciones por la llegada al poder de Ollanta Humala fueron "injustificadas" y su gobierno ha demostrado su compromiso con la continuidad política y su interés en diferenciarse de otros ejecutivos más intervencionistas.
La agencia avisa de que una nacionalización no es automáticamente negativa para el rating de un país soberano, siempre y cuando el proceso respete la ley y se indemnice adecuadamente y a tiempo a sus accionistas. Sin embargo, reconoce que una decisión de estas características puede afectar a futuras inversiones o a las finanzas del país, aspectos que sí son negativos para su calificación.
Por otro lado, la agencia advierte de que la nacionalización de Transportadora de Electricidad, filial de la española Red Eléctrica, puede ser negativa para el rating de Bolivia, ya que es probable que desaliente futuras inversiones privadas en un país con un nivel de inversión bajo en comparación con el Producto Interior Bruto (PIB).
Moody's explica que, desde que llegó al poder en 2006, Evo Morales ha nacionalizado varias compañías privadas en diferentes sectores, principalmente en el energético, para devolver al Estado sectores estratégicos y de recursos naturales. Así, añade que la nacionalización de la filial de REE "no se deriva de una necesidad económica".
"Aunque la nacionalización de TDE no refleja la débil fortaleza fiscal, representa un obstáculo para una fortaleza económica en niveles ya bajos", señala la agencia, que cree que debilitará el crecimiento económico del país y desalentará la inversión directa.