El día después no es igual para empresarios y sindicatos
Nuestra esperanza es que el día de hoy pase; queremos estar a mañana por la mañana (por hoy) y ponernos a trabajar porque hay mucho que hacer", decía ayer el líder de la patronal, Juan Rosell, en su valoración de la huelga general, durante la que no quiso en ningún momento criticar a los sindicatos, a pesar de que se le insistió reiteradamente en que valorara la decisión sindical de intentar parar el país.
Es más, Rosell -que definió la jornada de ayer como "de tranquilidad máxima y cumplimiento de los servicios mínimos"- llegó a defender "el derecho constitucional" de los sindicatos a convocar y hacer una huelga general. Además, la CEOE evitó dar porcentajes de seguimiento de la huelga hasta última hora del día, "porque las patronales sectoriales están dando cuenta de una normalidad tan grande que ni siquiera lo cifran ellas", según fuentes empresariales.
Dicho esto, el líder patronal lanzó un claro mensaje a CC OO y UGT: "aunque tengamos planteamientos divergentes, tendremos que entendernos (...) porque todos tenemos que arrimar el hombro ya que estamos en el mismo barco y este barco camina con dificultad". De hecho, Rosell recordó a los sindicatos que tienen un compromiso con CEOE de moderación salarial, entre otras cosas, hasta 2014 e hizo hincapié en que a partir de hoy "habrá que sentarse" a negociar y modernizar muchos convenios colectivos.
"No vamos a parar hasta que se cambie"
Desde el lado sindical, este día después se presenta algo diferente. Bien es cierto que Méndez invocó ayer a la "negociación" con el Gobierno para intentar cambiar la reforma e igualmente, el líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo apeló a "un consenso de país" para reconducir el texto legal.
"Pero si esta disposición del Gobierno a negociar no se produjera, habrá un conflicto social creciente; no vamos a parar hasta que se modifique sustancialmente el contenido de la reforma", anunció Toxo firmemente.
Así, ambos mandatarios avanzaron que de no recibir una "señal inequívoca" del Gobierno en este sentido, habrá "movilizaciones crecientes" hasta el Primero de Mayo (día del Trabajo). Y aunque Méndez rechazó la convocatoria de una segunda huelga general en un primer momento, luego ligó esta posibilidad a que el Ejecutivo mande un mensaje claro y una "señal inequívoca" de negociación antes del primero de mayo.
Por todo esto, Toxo aconsejó al Gobierno "que no se empecine en agravar el conflicto social y atienda a este último aviso de la ciudadanía; porque si no cambia la reforma ahora (en el Parlamento) deberá hacerlo después de forma vergonzante, empujado por la destrucción de empleo".
De momento, los sindicatos anunciaron también que volverán a dirigirse al presidente, Mariano Rajoy, a los grupos parlamentarios, a las organizaciones patronales y a la OIT.
Incógnitas en las empresas
Ante este panorama, fuentes empresariales aseguran que ahora se abre la incógnita de cómo se comportarán CC OO y UGT en la negociación colectiva y qué mensajes lanzarán a sus comités en las empresas.
Algún alto dirigente sindical lo ha dicho claramente en privado: "Si no cambia la reforma, que se olviden de la moderación salarial", a pesar de que el II Acuerdo de Negociación Colectiva 2012-2014 así lo recoge.