CaixaBank limita el impacto de la compra para el accionista
La situación de liderazgo de la entidad resultante y las sinergias jugarán a favor de la compañía en Bolsa
Los inversores tendrán la oportunidad de reaccionar desde hoy a las condiciones de la fusión de CaixaBank y Banca Cívica. Los títulos de ambas entidades estuvieron suspendidos de cotización ayer y al cierre de la sesión la entidad catalana comunicó la ecuación de canje que acompaña a la operación. Ofrecerá 1,97 euros por título, un precio un 11,3% inferior a la cotización de Cívica el pasado viernes y un 27% menor a los 2,7 euros a los que salió a cotizar el pasado verano, lo que supone valorar en casi 1.000 millones a la entidad absorbida.
Banca Cívica ha encontrado la solución para despejar su futuro pero a un alto precio para los accionistas. La entidad no podía hacer frente por sí sola a los 2.031 millones de euros que le exige la reforma financiera (1.248 millones para provisiones y otros 783 de capital adicional) y con la fusión ya tiene el camino despejado para afrontar los nuevos requisitos regulatorios.
Los 60.000 accionistas minoritarios que apostaron por Banca Cívica en verano (hoy los particulares alcanzan ya los 79.000) probablemente no encuentran mucho regocijo en las condiciones de la oferta de CaixaBank pero sí tendrán el consuelo de formar parte de la primera entidad por activos, depósitos y créditos en España. Una característica a su favor por las mejores perspectivas de negocio y de generación de dividendos de la entidad resultante.
La lectura para los accionistas actuales de CaixaBank es más halagüeña. La entidad catalana anunció ayer una operación que afianza su liderazgo en España, no impactará en resultados y se realizará, en principio, sin acudir al mercado para captar de capital, lo que limitará el efecto dilutivo de la operación.
La entidad explicó que en el momento de la integración realizará un ajuste del valor de los activos de Cívica por unos 3.400 millones contra reservas, por lo que no impactará en las cuentas y permitirá cumplir con las exigencias de capital a nivel nacional y europeo. También prevé devolver los casi 1.000 millones recibidos por Cívica del FROB en 12 meses, lo que da una idea de su fortaleza financiera.
La entidad, además, cifra las sinergias potenciales en 540 millones a partir de 2014. Y al final la evolución del valor en Bolsa dependerá de las expectativas del negocio y de las sinergias que consigan con la operación.
El otro gran interrogante al que se enfrentan los accionistas está en torno a la posibilidad de que CaixaBank protagonice alguna otra operación a corto plazo, puesto que no se descarta que muestre interés por Novagalicia, dado que con la absorción de Cívica no gana presencia en Galicia. Al menos lo que sí parece descartado ya es una unión con Bankia, una de las operaciones que más inquietud generaba. "Era casi descontado que participara en alguna operación y así sale de las quinielas para hacerse con Bankia", añade Iturriaga.
Diferente será el panorama que afrontan los accionistas de Cívica. Los títulos de la entidad cerraron a 2,2 euros el pasado viernes, con una caída del 6,3%, ante la expectativa de una oferta baja por parte de CaixaBank. Los augurios del mercado se han cumplido y la catalana ha valorado la entidad en 1,97 euros por título, lo que hace previsible una caída de la acción a corto plazo. El precio resulta, además, muy inferior a la valoración media del consenso de analistas que siguen el valor, situada en 2,5 euros, según las estimaciones recogidas por Bloomberg. Algo que tampoco sorprende en exceso a los expertos dado que Cívica no podía seguir en solitario y la operación no cuenta con ayudas públicas.
El sufrimiento para los inversores que apostaron por Banca Cívica continúa. La entidad, resultado de la fusión de Cajasol, Caja Navarra, CajaCanarias y Caja de Burgos, salió a cotizar a 2,7 euros el pasado julio y desde entonces no levanta cabeza. Acumula una caída del 17,7% y nunca ha recuperado el precio de salida. Todo ello a pesar de que salió a cotizar con un fuerte descuento, del 60% sobre su valor en libros entonces (hoy el valor contable es menor), y con la promesa de ofrecer una historia de reestructuración a buen precio, algo que finalmente no se ha podido alcanzar. Un mal resultado para quienes apostaron por la entidad pero quizá no es el peor dado el deterioro económico desde el pasado verano.
"Los accionistas de Cívica no van a recibir una prima pero las otras alternativas para cumplir la ley eran peores", recuerda José Ramón Iturriaga, de Abante. "El dividendo de Cívica iba a ser mínimo o cero. De esta forma los accionistas se garantizan algún ingreso", comenta otro experto de mercado. CaixaBank ha expresado su deseo de mantener su política trimestral de dividendos y ayer confirmó su intención de pagar 0,231 euros por acción en 2012.