El déficit corriente se desploma y retrocede a niveles de 2004
El déficit corriente español bajó en 2011 hasta los 39.778 millones, lo que supone un 17,8% menos en tasa anual. Se trata del nivel más bajo registrado por este indicador desde 2004.
El tirón de las exportaciones y la llegada masiva de turistas como consecuencia de los problemas en los grandes destinos del norte de África han sido un bálsamo para rebajar el déficit por cuenta corriente de España, que mide el saldo negativo de las transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias con el exterior.
Este ha sido tradicionalmente elevado por el abultado déficit comercial de España, que carece de producción propia y depende en gran medida de las importaciones. El déficit corriente alcanzó un máximo histórico en 2007, cuando la diferencia negativa entre ingresos y pagos se elevó a 105.266 millones de euros, un 10% del PIB. En ese récord tuvo mucho que ver el déficit comercial, que en ese ejercicio también tocó techo, con 91.116 millones.
Cuatro años después, la situación es completamente diferente. El déficit corriente se ha reducido hasta los 39.778 millones (algo menos del 4% del PIB), lo que supone un 43% menos y regresar a niveles similares a los de 2004. En esa caída han tenido mucho que ver el mejor comportamiento del sector exterior y del turismo. El déficit comercial se ha reducido en 2011 hasta los 39.954 millones (7.150 menos en un año), lo que supone que también ha retrocedido a los niveles registrados en 2004. En esta mejora han contribuido el aumento de las exportaciones (han crecido un 15,4% en el ejercicio anterior) y el desplome de las importaciones, como consecuencia de la débil demanda interna. Pese a ello, los pagos registrados en la balanza comercial repuntaron cerca de 25.000 millones de euros, como consecuencia del encarecimiento del petróleo en el último ejercicio.
Ese aumento de los pagos se ha visto compensado por el incremento de los ingresos comerciales, que se han elevado a 222.647 millones frente a los 190.805 registrados en 2010 por el tirón de las exportaciones.
Pero la rúbrica que mejor se ha comportado ha sido la de servicios, cuyo saldo ha mejorado en 7.500 millones con respecto al ejercicio anterior, gracias a la aportación del turismo y de otros servicios. En el primer apartado, España cerró el pasado ejercicio con más de 56 millones de viajeros, lo que ha supuesto una ganancia de cuatro millones en un año y ha propiciado un crecimiento de 3.500 millones en el superávit de la balanza turística.
El mayor incremento, sin embargo, se ha producido en la subbalanza de otros servicios, en el que los ingresos han crecido en 4.500 millones, con un superávit de 4.699 millones frente a los 839 millones de 2010. En este apartado destacan por su aportación las empresas de transportes, las de fletes (que se encargan de trasladar los intercambios comerciales entre países compradores y vendedores), así como las compañías que prestan servicios a otras empresas en el exterior. Dos terceras partes de esos ingresos proceden de la Unión Europea.
Las cifra
91.116 millones de euros fue el máximo registrado por el déficit corriente en 2007.25.000 millones de euros ha sido el incremento registrado en 2011 por los pagos en la balanza comercial ante el alza del crudo.
El Banco de España confirma la vuelta a la recesión
El informe mensual del Banco de España confirma los negros augurios realizados por la Comisión Europea a finales de la semana pasada sobre la economía española. Las autoridades comunitarias vaticinaron que España volvería a entrar en recesión (dos trimestres consecutivos de caídas en el PIB) en marzo y que se mantendría en esta situación a lo largo de este año.La institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez constata que el deterioro del consumo y la inversión continúa a comienzos de este año. Así, señala que los indicadores de confianza de los consumidores y los comerciantes minoristas han experimentado "un notable empeoramiento en enero", mientras que la inversión en bienes de equipo mantiene el tono de atonía, "con una cartera de pedidos inalterada en enero".En cuanto al sector de la construcción, el Banco de España destaca que esta actividad ha seguido reflejando el "proceso de ajuste" de este componente de la demanda. En concreto, resalta que los últimos datos disponibles de superficie visada de obra nueva en viviendas y de edificación no residencial, correspondiente a noviembre, fueron más negativos que los meses anteriores, mientras que la contracción de la licitación oficial de la obra civil se moderó parcialmente, por el mayor dinamismo de las empresas públicas del grupo Fomento en ese mismo mes.Otro dato que evidencia que España ya está en recesión es la caída experimentada por el consumo de energía eléctrica, considerado como un indicador adelantado de actividad. La demanda en febrero, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, descendió un 1,2% con respecto al mismo mes del año anterior. En los dos primeros meses, los datos corregidos apuntan a una demanda del 1,9% inferior a la del año anterior.