Busque, compare y donde exista más stock, allí están las casas más baratas
Las viviendas han perdido una cuarta parte de su valor desde 2008.
Los precios de las casas comenzaron este año igual que terminaron el pasado: con el cartel permanente de rebajas. No obstante, sí es cierto que para encontrar las mejores ofertas, nada como buscar en la costa mediterránea y en los cinturones de las grandes urbes, allí donde resta por vender más stock, según reconoció la tasadora Tinsa en su informe de enero. El mes pasado los descuentos siguieron siendo generalizados, aunque en términos agregados algo menores que 30 días antes, del 6,6%.
El análisis que realiza la tasadora Tinsa cada mes evidencia que en enero los precios no se comportaron igual en todas las zonas del país. Mientras en ambos archipiélagos las rebajas de precios se moderaron sensiblemente en enero, pasando de ser del 8,1% en diciembre a un exiguo 3,1% en enero; en la costa mediterránea pasó al revés. El último mes del año las casas en dicha área se depreciaron un promedio del 7,2% anual y el mes pasado lo hicieron un 8,1%. En las coronas metropolitanas de las grandes ciudades también se aceleraron los descuentos, que pasaron de un 6,1% de media a un 6,5%. Por su parte, un mes más, las casas de las capitales y principales urbes del país registraron los mayores descensos de precios, un 8,7% anual, apenas cuatro décimas menos que un mes antes (cuando fue del 9,1%).
Inmuebles de los bancos
Estos números demuestran que allí donde persiste el mayor número de casas en venta es donde la competencia en precios es más agresiva y, por tanto, las escasas operaciones que se cierran lo hacen por un precio inferior.
Por contra, en los municipios medianos, Canarias y Baleares la situación parece tender a estabilizarse y las rebajas de precios se han moderado a comienzos de este año. Este fenómeno es lo que ha propiciado que el índice general también haya evolucionado a la baja y así se ha pasado de rebajas de precios medias del 8,1% en diciembre a descuentos del 6,6% en enero.
Como cada mes, Tinsa publicó ayer la pérdida de valor que acumulan ya los inmuebles desde que estos alcanzaron sus precios máximos, allá por el final del año 2007. Así, desde que estalló la crisis, la vivienda ha perdido una cuarta parte de su valor, aunque existen zonas donde la depreciación ha sido aún mayor. En la costa mediterránea el descenso acumulado es del 33,1%; en las grandes capitales, del 27,8%; en las áreas metropolitanas, del 26,3%; en ambos archipiélagos, del 20,1%, y cierra la clasificación el resto de municipios con rebajas acumuladas del 19,9%.
Una vez puesta en marcha la reforma financiera promulgada por el Ejecutivo, la pregunta es cómo afectará el nuevo marco legal a los activos inmobiliarios en manos de la banca y si lo que ocurra con el precio de estos tendrá también repercusión en el resto del mercado. Los analistas consultados lo tienen claro. Allí donde las casas en manos de bancos y cajas sea mayoritaria (principalmente nuevos desarrollos urbanísticos a las afueras de las grandes ciudades), lo lógico es que si estos bajan los precios de sus activos, el resto de inmuebles también se abarate para poder competir.
Por contra, en los centros consolidados de las ciudades y en áreas con escaso stock en manos de las entidades su política comercial no tiene por qué incidir en el resto de viviendas en venta. Los promotores reclaman a la banca que más que facilitar la absorción del stock con rebajas de precios, posibiliten que fluya el crédito porque, de lo contrario, "por más que se deprecien las casas, estas seguirán sin venderse".