Los bancos acuden en masa a la hucha del BCE
La desconfianza de los bancos entre ellos vuelve a niveles máximos. Las entidades financieras han depositado 507.876 millones en el BCE, la tercera cifra más alta en lo que va de año y en la historia.
Parece que a los bancos les basta con que les remuneren al 0,25% su dinero... o que la desconfianza es tan grande que cualquier cosa es suficiente con tal de tener la certeza absoluta de que los fondos van a volver.
Eso es lo que muestran los datos de la facilidad de depósito del Banco Central Europeo (BCE). Allí es donde las entidades financieras mandan su dinero a dormir seguro aunque a cambio obtengan solo un 0,25% de rentabilidad, una prima mucho más baja de la que pueden conseguir con cualquier otro tipo de operación y no digamos ya con un préstamo. Y allí es donde dejaron 507.876 millones de euros el pasado viernes, según las cifras divulgadas esta mañana por el supervisor.
Esta cantidad es la tercera más alta de la historia, aunque eso tampoco tiene mucho mérito porque los dos récords anteriores se han dado hace solo unos días. Hasta que se estrenó 2012, jamás se había depositado más de medio billón en la hucha del BCE. En lo que va de año, ese listón se ha superado ya tres veces. ¿La mayor? El 17 de enero, con 528.184 millones.
Los fondos que llenan la facilidad de depósito han subido casi 12.000 millones desde la anterior referencia del 9 de febrero. Este incremento también es debido a que se acerca la finalización del periodo de cómputo de las reservas mínimas mensuales que deben mantener los bancos en la institución monetaria y muchas de ellas ya han cumplido con el BCE, así que han sacado sus fondos de la cuenta específica del supervisor para este cometido.
Otra vez, por tanto, se demuestra que la desconfianza sigue campando por los mercados. Es cierto que las subastas de liquidez a tres años han contenido la crisis de la deuda y han permitido a los bancos financiar a los Estados con el dinero de BCE. Pero también lo es que esta ha sido la única mejora: el crédito sigue sin fluir y los bancos prefieren mantener sus excedentes a salvo en la caja fuerte del supervisor.