Fondos y depósitos a largo ganan brillo con la reforma
Ambos productos cuentan con resquicios para que el ahorrador esquive el peaje con Hacienda durante la vigencia de los últimos cambios fiscales
Malas noticias para los inversores. Los cambios fiscales anunciados por el Gobierno para combatir la hemorragia del déficit incidirán negativamente en las rentas del ahorro. Los intereses obtenidos de una cuenta bancaria, los cupones derivados de la inversión en renta fija, las plusvalías logradas por la venta de participaciones en un fondo de inversión, las ganancias generadas por la venta de un piso o de acciones, los dividendos y los rendimientos conseguidos con otros productos financieros, como los estructurados o preferentes, sufrirán mayores retenciones fiscales a partir de ahora. Un escenario en el que aumenta la ventaja fiscal de los fondos de inversión al tratarse de un producto que permite retrasar el paso por Hacienda hasta el momento en el que el inversor decida vender.
El pasado ejercicio los ahorros tributaban a un máximo del 21%, una cantidad que a partir de ahora puede llegar al 27% dependiendo de las rentas generadas. El Gobierno ha optado por un sistema de tramos en el que las plusvalías obtenidas pagarán entre un 2% y un 6% más. En concreto, el tipo de gravamen de las rentas del ahorro será del 21% para los primeros 6.000 euros obtenidos, cuando antes era del 19%. La retención para las plusvalías que oscilen entre 6.000 y 24.000 euros pasará del 21% al 25%, mientras que para aquellas rentas que superen los 24.000 euros aumentará al 27% desde el 21% anterior. En definitiva, pocos inversores escaparán del aumento impositivo.
"Es una medida que no incentiva el ahorro pero pone de manifiesto las ventajas competitivas de los fondos de inversión frente a otros productos", comenta Ángel Martínez Aldama, director general de Inverco. "Los fondos salen reforzados si se mantienen en cartera. Son medidas que tratan de fomentar el ahorro a largo plazo", añade José María Luna, director de análisis de Profim.
Las rentas tributarán entre un 2% y un 6% más hasta un máximo del 27%
Los fondos de inversión tienen ciertas ventajas fiscales respecto a otros productos financieros que se ven acentuadas por este aumento de impuestos, especialmente si se trata de una medida temporal de dos años, tal y como ha anunciado el Gobierno.
Un inversor de fondos de inversión no tributa hasta el momento en el que decida vender su participación, independientemente de lo que se haya revalorizado su inversión. Algo que no ocurre con otros productos financieros como los dividendos o los rendimientos generados por los depósitos puesto que el receptor sufre una retención en el momento de recibirlos. El inversor de fondos tiene la elección de decidir cuándo quiere pasar por la ventanilla de Hacienda y cuenta además con otra ventaja puesto que puede traspasar los ahorros de un fondo de inversión a otro difiriendo la tributación de las plusvalías acumuladas hasta el momento en el que opte por reembolsar parte o la totalidad de la inversión. Por ello, si un inversor no tiene la necesidad de vender en los próximos dos años puede esquivar el aumento de impuestos siempre y cuando se confirme que realmente es temporal. En caso contrario, solo podrá retrasar el pago fiscal. "Al tratarse de una medida temporal si el inversor tiene previsto obtener rendimientos es mejor no hacerlo hasta dentro de dos años", explica Diego de Miguel, experto fiscal de CMS Albiñana y Suárez. "El fondo gana atractivo porque es el único que mantiene la exención fiscal. Si la subida de impuestos es temporal tiene más sentido hacer rotaciones vía traspasos", coincide Borja Lago, director de inversiones de Allfunds Bank.
La industria de los fondos de inversión se ha visto fuertemente azotada por la crisis -el patrimonio gestionado en España ha caído a niveles de 1996- y a pesar de que los nuevos cambios fiscales favorecen al sector está por ver si realmente se produce un importante trasvase de dinero de depósitos u otros activos a este tipo de productos. "No se puede descartar que las medidas anunciadas animen a algunos inversores a buscar alternativas en los fondos pero al final el inversor debe centrarse fundamentalmente en obtener rentabilidad", recuerda Luna.
Los fondos de inversión ofrecen una amplia variedad de productos con rendimientos muy dispares pero queda la incógnita de si los más conservadores consiguen arañar cuota de mercado a los depósitos, uno de los productos de ahorro más vendidos durante la crisis por las elevadas rentabilidades (de hasta el 4% en el plazo de a un año) y su escaso riesgo.
Pagarés
Las necesidades de capital del sector financiero, avivadas por el cierre de los mercados mayoristas, han llevado a las entidades a centrar los esfuerzos de las redes comerciales en la venta de depósitos o pagarés -producto más de moda en los últimos tiempos por la penalización de la ley a las elevadas remuneraciones de los depósitos- en detrimento de los fondos de inversión. Por ello no se descarta que en los próximos meses opten por comercializar depósitos a plazos superiores a 24 meses que abonen los intereses al vencimiento, precisamente para esquivar el aumento fiscal. Y es que no hay que olvidar que los depósitos de alta remuneración serán uno de los productos más perjudicados puesto que la retención de los intereses generados se practica al momento de recibirlos.
Evitar el incremento fiscal con otro tipo de inversiones también será complicado. Aquellos que apuesten por la renta fija sufrirán retenciones a la hora de recibir los cupones. Solo se salvarán aquellas inversiones en deuda que no paguen intereses periódicos. Productos en los que se perciben los cupones al vencimiento. Por ejemplo, si un inversor compra 10.000 euros al 4% a más de dos años invertiría 9.600 euros y al vencimiento recibiría 10.000. La clave aquí es que la duración del bono sea superior al tiempo en el que se aplica la mayor retención fiscal, en definitiva los dos años que en principio ha acordado el Gobierno.
Los inversores en renta variable tendrán menos posibilidades de sortear los incrementos fiscales, especialmente en el pago de los dividendos puesto que estos tributan en el momento en el que las compañías los distribuyen. Ahora bien, la nueva moda del script dividend, una forma de retribución en la que el inversor puede decidir entre recibir acciones nuevas de la entidad o un pago en efectivo, puede resultar una manera de retrasar también el pago a Hacienda hasta la venta de las acciones.
'Script dividend'
En los últimos meses y como consecuencia de la crisis cada vez son más las empresas y bancos que han optado por esta alternativa para retribuir a sus accionistas. BBVA, Santander, Iberdrola o Popular son algunas cotizadas que emplearán los script dividends este ejercicio. Con esta fórmula las empresas consiguen reducir el efectivo destinado a compensar al accionista pero Hacienda ve reducida la recaudación por esta vía.
Eso sí aquellos que posean acciones sí podrán retrasar la venta de títulos si no desean tributar por las plusvalías obtenidas. En los últimos años, no obstante, muchos inversores acumulan pérdidas que podrán compensar con futuras ganancias.
En definitiva, el ahorrador tendrá difícil escapar del incremento fiscal. La clave para conseguirlo será invertir a largo plazo porque la nueva fiscalidad perjudicará a quienes operen a corto plazo.
A la espera de mejoras en planes de pensiones
No todo son malas noticias para los ahorradores en España. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció en el discurso de investidura que mejorará la tributación en el rescate de los planes de pensiones. Una promesa electoral que aún no ha concretado pero que en principio buscará favorecer el ahorro privado de cara a la jubilación.¿Por qué se promete un cambio? Antes de 2007 si un inversor rescataba un plan de pensiones de golpe tenía derecho a una reducción del 40% para las prestaciones derivadas de las aportaciones. Esta ventaja fiscal desapareció ese año y debido a un cambio normativo desde entonces los rescates tributan al 100%. Solo aquellas aportaciones realizadas antes del 31 de diciembre de 2006 mantienen esta ventaja fiscal, algo que se prevé cambie en el corto plazo."Después de 2007 las aportaciones a los planes de pensiones han caído. Ha aumentado la desconfianza hacia el plan de pensiones como ventaja", explica Belén Alarcón, directora general de Abante Asesores.La previsible mejora de la tributación en los rescates es algo esperado en el medio plazo aunque está por ver el momento en el que implementan los cambios y el sistema por el que opta el nuevo Gobierno."Existen varias posibilidades. Se puede optar por restaurar la reducción del 40% vigente antes de 2007. Otra opción es que al rescatar el plan se distinga la parte de las aportaciones realizadas de la de los rendimientos obtenidos. La primera podría tributar al marginal y la segunda al tipo del ahorro. Luego la imaginación al poder", explica Ángel Martínez Aldama, director general de Inverco.Las fórmulas abundan y la clave estará en cuándo y cómo se anuncian los cambios. ¿Quizá con la próxima Ley de Presupuestos?
Productos
Dividendos. Retención inmediata. Son uno de los grandes perjudicados por la nueva normativa fiscal. Tributan en el momento del cobro. La única manera de retrasar el pago a Hacienda es optar por el scrip dividend, una fórmula de remuneración cada vez más extendida entre las cotizadas. Permite al accionista decidir si prefiere el pago en efectivo, lo que le obliga a tributar inmediatamente, o recibir la retribución en acciones, lo que le fuerza a pagar impuestos cuando venda los títulos. Los primeros 1.500 euros siguen estando exentos y se pueden recuperar al hacer la declaración de la renta.Depósitos. Menores intereses. Los depósitos se han convertido en uno de los productos de ahorro preferidos por los inversores durante la crisis. Los nuevos productos a más de un año y hasta dos ofrecen un rendimiento medio del 2,97%, según datos del Banco de España a noviembre. Algunos expertos no descartan que proliferen los depósitos a más de 24 meses o aquellos que paguen los cupones al vencimiento para sortear el incremento temporal de impuestos. Algo que está por ver.Inmuebles. Ganancias patrimoniales. Las ventas de inmuebles que generen ganancias patrimoniales serán una de las operativas más afectadas por los incrementos tributarios al ahorro. Los rendimientos generados que superen los 24.000 euros pasarán de tributar al 21% a hacerlo al 27%, un incremento de seis puntos porcentuales.Bolsa. Malo para el corto plazo. El incremento fiscal al ahorro desincentivará la inversión a corto plazo. La compra y venta de títulos que genere plusvalías sufrirá retenciones mucho mayores que el pasado ejercicio lo que podría llevar a algunos inversores a mantener sus acciones un par de años para evitar el paso por Hacienda. Eso sí, también hay muchos ahorradores con pérdidas acumuladas que podrán utilizar para compensar ganancias futuras y que les ayuden a reducir la factura fiscal si optan por vender antes.Fondos. Más ventajas. La nueva normativa fiscal no hace más que sacar a relucir las ventajas de los fondos de inversión. Los traspasos que se realizan entre unos y otros fondos están exentos de tributación, una característica que permite a los inversores modificar su perfil de riesgo sin tributar por las plusvalías acumuladas. Solo a la hora de vender la participación se cumple con Hacienda.