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Baja tipos al 1% y deja en manos de los políticos la solución de la crisis

El BCE garantiza la liquidez de la banca pero rechaza comprar más deuda

El BCE cumplió solo parte del guion previsto. Bajó los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 1%, anunció barra libre de liquidez durante tres años y amplió el abanico de colaterales que acepta para prestar dinero. La ausencia de alusiones directas a la compra de bonos fue la gran decepción. El Ibex cayó un 2,12%, el euro repuntó y la prima de riesgo española se amplió hasta 379 puntos básicos.

El presidente del BCE, Mario Draghi, no dio ayer toda la munición que pedía el mercado. Bajó los tipos de interés al mínimo histórico (1%) y anunció nuevas medidas extraordinarias de apoyo a la banca pero defraudó al enfriar las expectativas sobre próximas compras masivas de deuda soberana, en ojos de muchos expertos la única vía de actuación efectiva para contener el contagio de la crisis mientras Europa prepara la integración fiscal.

Draghi, lejos de enviar ese esperado guiño antes de conocer el resultado de la cumbre, aseguró que nunca ha sugerido que el BCE aumentará las compras de deuda, tal y como interpretó el mercado la semana pasada cuando comentó que más acciones podrían darse si Europa acuerda una mayor austeridad fiscal. En definitiva, dejó en manos de los políticos la búsqueda de un acuerdo contundente que siente las bases para acabar con la crisis.

En opinión de Draghi el fondo de rescate europeo debería ser la principal herramienta para combatir la inestabilidad del mercado y se mostró escéptico sobre la posibilidad de que el BCE o los bancos centrales nacionales de la zona euro presten dinero al FMI para que compre deuda soberana, otra de las soluciones que barajaba el mercado como posible cortafuegos a la crisis.

Los inversores no digirieron bien sus comentarios. Las Bolsas cayeron con fuerza y las primas de riesgos se ampliaron. Los castigos en los principales índices oscilaron entre el 4,29% del índice italiano y el 1,14% del Footsie londinense. El Ibex, por su parte, perdió el 2,12% hasta situarse en los 8.461, 2 puntos, mientras que diferencial de la deuda española a 10 años respecto a la alemana repuntó hasta los 379 puntos básicos y la italiana se amplió a 444.

Poco importaron a los inversores la avalancha de medidas anunciadas por el BCE para asegurar la liquidez de la banca durante los próximos tres años con la esperanza de que el dinero empiece a llegar a la economía real.

Para empezar, la bajada de tipos de interés devuelve el precio del dinero al mínimo del 1% que se alcanzó en mayo de 2009 y deshace las subidas del abril y julio practicadas por su antecesor, Jean-Claude Trichet. Una medida que estuvo acompañada de recortes de la misma magnitud en la facilidad depósito -la remuneración del dinero a un día- hasta situarla en el 0,25% y en la facilidad de préstamo para dejarla en el 1,75%, ambos recursos utilizados en exceso en el momento actual ante la desconfianza de los bancos a prestarse entre sí.

El resto de medidas anunciadas para evitar el colapso del sistema financiero se resumen en cuatro puntos. El BCE anunció dos subastas a 36 meses. La primera se celebrará el próximo 21 de diciembre y sustituye a la de 12 meses anunciada el 6 de octubre, mientras que la segunda se producirá el 28 de febrero. En segundo lugar el BCE amplía el abanico de activos que admite como garantía para prestar. En concreto abre la puerta a titulizaciones con rating A, créditos hipotecarios y a pequeñas y medianas empresas y otros créditos con el visto bueno de los bancos centrales nacionales. Como tercera medida rebaja el ratio de reserva a la banca del 2% al 1% y finalmente elimina las operaciones de ajuste, los préstamos o depósitos que ofrece a las entidades cuando mercado registra un exceso o defecto de liquidez.

Posibilidad de recesión económica en 2012

El BCE rebajó ayer de forma notable su previsión de crecimiento para la zona euro en 2012 y no descarta una recesión. En concreto baraja una evolución para el PIB el próximo ejercicio entre el -0,4% y el 1% frente a las proyecciones de septiembre situadas entre el 0,4% y el 2,2%."Estas revisiones reflejan fundamentalmente el impacto en la demanda doméstica de la menor confianza y el deterioro de las condiciones financieras derivadas de la creciente incertidumbre sobre la crisis de deuda soberana, así como la rebaja de la demanda extranjera", explicó el presidente del BCE, Mario Draghi, en la comparecencia de prensa ayer.El BCE, por otra parte, fijó su previsión de crecimiento de PIB para este año entre un 1,5% y un 1,7%, al tiempo que advirtió que siguen existiendo riesgos sustanciales para la economía. En concreto citó una intensificación de las tensiones en los mercados de la zona euro y su contagio a la economía real como alguno de los más significativos aunque recordó que también hay riesgos globales como un crecimiento más débil de lo esperado, presiones proteccionistas o la posible corrección desordenada de los desequilibrios globales.En cuanto a la inflación, ve probable que se mantenga por encima del 2% varios meses antes de caer por debajo de esa cota y comentó que los niveles actuales -el dato de noviembre era del 3%- se deben fundamentalmente a incremento de los precios de la energía y otras materias primas. En concreto, prevé que la inflación termine el ejercicio entre el 2,6% y el 2,8%, para el próximo ejercicio estima un rango entre el 1,5% y el 2,5%, mientras que para 2013 prevé una horquilla entre el 0,8% y 2,2%.

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