Europa del Este, un vecindario prometedor en un barrio feo
A pesar de que no es inmune a la crisis, la región no puede faltar en una cartera bien diversificada.
Es este un buen momento para invertir en Europa del Este? Hasta hace un año hubiese sido fácil escuchar una respuesta. Rusia, Polonia y Turquía habían logrado esquivar el colapso de sus vecinos desarrollados y sus Bolsas subían con fuerza. Este año, en cambio, no han podido evitar verse afectadas por las tribulaciones del euro. Según Amundi, entre el 30 de junio y el 31 de octubre, los mercados de la región han caído más del 20%. Las de Hungría y Polonia han sido las más golpeadas, con retrocesos del 37% y 25%, respectivamente. "Rusia (-18%) no lo hizo mucho peor que sus vecinos Turquía (-18%) y República Checa (-17%), debido a que el precio del petróleo se mantuvo relativamente estable", señala Nina de Martinis-Majstorovic, gestora de renta variable de Europa del Este de Amundi.
La caída de las acciones ha tenido su correlato en los fondos de inversión. Eurovalor Europa del Este, por ejemplo, un fondo de Banco Popular que el año pasado fue el segundo de su categoría en rentabilidad, con una ganancia del 27% -seis puntos por encima del mejor fondo de renta variable europea-, acumula a septiembre una pérdida del 26,7%. "Es normal. Hay años buenos y malos. Esta es una inversión que se debe ver a medio plazo", dice Sonia de las Heras, directora de multigestión de Popular Gestión. En ese sentido, destaca que desde la creación del fondo hace 11 años, el valor liquidativo se ha duplicado hasta 237 euros.
Si bien su evolución en los próximos meses dependerá del escenario global, Europa del Este está en una situación de endeudamiento mucho mejor que la mayor parte de la zona euro. Rusia, por ejemplo, está en muy buen estado. "El peso de la deuda soberana es de solo el 10% del PIB, la cuenta corriente está en superávit y el déficit presupuestario es de solo un 1% o 2%", destaca Ed Conroy, cogestor de HSBC GIF Russia Equity Fund. Por su parte, Odeniyaz Dzhaparov, gestor de DWS Russia, destaca la "flexibilidad adicional" que ofrece a estos países contar con una moneda propia. Así que, volviendo a la pregunta inicial, De las Heras cree que la respuesta es sí, pero no solo para Europa del Este. "Las economías emergentes no tienen los problemas que las occidentales".
Al menos un peso del 5% y tres años de plazo
Pese a tener un perfil aparentemente conservador, el inversor español siempre ha tenido un gran interés por los mercados emergentes, señala Odeniyaz Dzhaparov, de DWS. "Y dentro de estos, Europa del Este siempre ha estado entre las regiones que más interés han despertado por su exposición directa a las dinámicas de crecimiento tanto de Europa como de Asia".Algo en lo que coincide Sonia de las Heras, de Popular Gestión. "En particular, entre 2005 y 2006 notamos una gran entrada de dinero en emergentes. En el caso de Eurovalor Europa del Este, el patrimonio ha crecido desde los 16 millones de finales de 2008 hasta acercarse a los 40 millones".Dzhaparov recuerda que si bien estas inversiones suponen siempre un riesgo significativo, "una cartera bien diversificada debería contar siempre con cierta exposición a Europa del Este". De las Heras recomienda darle un peso de 0% si se es conservador y de entre 5% y 10% de la cartera de renta variable si se es tolerante al riesgo."A fin de diversificar y disminuir riesgos, es mejor que la exposición a estos mercados se enfoque desde una perspectiva global antes que centrarse en áreas concretas", apunta Carla Bergareche, directora general de Schroders.Por su parte, Nina de Martinis-Majstorovic, de Amundi, señala que el plazo de inversión debe ser de al menos tres años y aconseja que se realice a través de fondos dedicados a la zona o de fondos emergentes administrados por profesionales.