Banco de Valencia admite un déficit de capital y se acerca al FROB
El capítulo de la recapitalización de la banca española aún no está cerrado. El Banco de Valencia, con una fuerte exposición al ladrillo de la costa mediterránea, anunció ayer que tiene un déficit de capital y que está estudiando cómo solventarlo. El consejero de Economía de la Generalitat valenciana, Enrique Verdeguer, reconocía que la entidad podría tener que ser rescatada por el FROB.
![Una sucursal de Banco de Valencia, en Barcelona.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/P25SHV7UZBOWHOTIAWJKVICUJ4.jpg?auth=3f3c1321c98dfd58a0fd2fd9b45ac4f3b9bd4e028abbdde85de59e8314bfdd96&width=414)
Día de infarto en la sede central de Banco de Valencia. La entidad financiera, controlada en un 27,5% por BFA (la matriz del grupo formado por Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas de ahorros), tuvo que admitir ayer que tiene un déficit de capital y que está barajando fórmulas para cubrirlo.
Según un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejo de administración del banco cuenta que está autorizado para hacer una emisión de hasta 60 millones de euros, pero "esta cifra podría no cubrir las necesidades de capital de Banco de Valencia".
Las acciones de la entidad, cuya cotización estuvo suspendida durante la mayor parte de la jornada de ayer, volvieron a negociarse con fuertes recortes. Al cerrar la jornada, habían cedido un 8,05%, hasta 0,8 euros.
En el comunicado enviado al supervisor financiero, Banco de Valencia explicaba que el Banco de España está terminando de hacer su inspección ordinaria y que no es posible "determinar en estos momentos las necesidades de recapitalización y/o saneamiento requeridas como resultado de dicha inspección".
Intervención del FROB
La tormenta comenzó a primera hora, después de que un diario publicara que Banco de Valencia tenía "un agujero de 600 millones de euros", haciendo referencia a su insuficiente nivel de solvencia y a las escasas coberturas para los créditos problemáticos relacionados con el ladrillo.
Durante la mañana, el consejero de Economía de la Generalitat valenciana, Enrique Verdeguer, aseguró que "se contemplan diversas salidas" para "tratar de dar estabilidad" a Banco de Valencia "por el bien de los depositantes, inversores e impositores". Una de las posibles soluciones mencionadas por Verdeguer era la entrada en su accionariado del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), lo que supondría la nacionalización parcial de la entidad.
Verdeguer también explicó que la Generalitat está "en permanente contacto tanto con Bankia como con el Banco de España para tratar de dar una solución lo más apropiada posible" y que "la situación se tranquilice, se calme y se vean las posibilidades, ya sea vía FROB o mediante la incorporación de alguna otra entidad privada".
Banco de Valencia, que recientemente cambió a su presidente (José Luis Olivas, vicepresidente de Bankia) y a su consejero delegado (Domingo Parra), tiene una cartera crediticia por encima de los 18.000 millones de euros, emplea a 2.223 personas y cuenta con 430 oficinas. Su principal accionista es Banco Financiero y de Ahorros (BFA, el grupo matriz de Bankia). Esta entidad participa en el Banco de Valencia a través de Bancaja Inversiones SA (BISA), de la que tiene el 70%. Esta sociedad cuenta a su vez con el 39% del Banco de Valencia, por lo que la participación contable de BFA se diluye al 27,5%.
Fuentes del grupo presidido por Rodrigo Rato aseguraban ayer que la inversión en la entidad valenciana "es puramente financiera, sin funciones ejecutivas", a pesar de que la entidad ha estado estrechamente ligada a Bancaja durante los últimos 18 años.
Entre los puntos débiles de Banco de Valencia destaca especialmente su alta exposición al ladrillo. El grupo acumula 1.853 millones de euros en activos problemáticos: 521 millones son créditos en mora a empresas inmobiliarias y promotoras, otros 506 millones corresponden a créditos en riesgo de impago (subestándar) y 826 millones son activos adjudicados (el 60%, suelo). La tasa de mora está en el 7%, una cifra por encima de la media del sector.
Bancaja ha intentado vender su participación en Banco de Valencia en los últimos años, pero las negociaciones nunca han fructificado.
Es una inversión "financiera", dice Bankia, que controla un 27,5% del grupo
Desbandada de directivos
Banco de Valencia ha vivido en las últimas semanas una desbandada entre sus principales directivos. Hasta hace cinco semanas, José Luis Olivas, actual vicepresidente de Bankia, era también presidente de Banco de Valencia. El cargo de consejero delegado y primer ejecutivo lo ocupaba Domingo Parra. En menos de un mes, ambos han abandonado la entidad. El primero llevaba en el cargo ocho años, el segundo, 18 años. En el caso de Olivas, se atribuyó a un exceso de puestos directivos la decisión de dejar la presidencia de Banco de Valencia. Mientras tanto, Parra arguyó razones médicas para dejar el puesto. Pocas semanas después de la salida de los dos directivos de referencia, la filial de BFA (la fusión de Caja Madrid y Bancaja) se enfrenta a uno de los momentos más críticos de su historia.El puesto de ambos directivos ha sido asumido por Aurelio Izquierdo, uno de los hombres fuertes de Bancaja antes de la integración, y que quedó fuera de los cargos más relevantes del nuevo grupo.
Las cifras
7,36% es el ratio de capital principal ('core capital') de la entidad, frente al 9% que ha exigido la autoridad bancaria europea a la gran banca.6,99% es la tasa de morosidad que acumula el banco, una cifra algo superior a la media del sector.826 millones de euros suma la entidad financiera en activos inmobiliarios adjudicados, especialmente suelo.
Sobre la firma
![Miguel Moreno Mendieta](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9e846d5b-84a2-4989-855b-9a70094fa0fe.png?auth=53ff78a8259b0fb378d0f3785b54ffddfb7602b28526201712e7f6b43435b777&width=100&height=100&smart=true)