La banca despierta a una realidad aún más cruda
La insumisión griega vuelve a cerrar el mercado de capitales y pone en graves dificultades la financiación de la banca italiana, la más castigada en Bolsa
Los bancos regresaron ayer a un realidad aún más adversa que la que afrontaban antes de los últimos acuerdos alcanzados en el seno de la zona euro. El pacto alcanzado la semana pasada para la recapitalización de la banca europea y para la contribución de las entidades privadas a una quita del 50% de la deuda griega había encontrado una respuesta eufórica en las Bolsas, a pesar de los muchos interrogantes que quedaban abiertos.
Tales acuerdos llegaron a dar un respiro al sector, que incluso se animó a acudir al mercado de capitales. Así, BBVA realizó una colocación de deuda sénior este pasado viernes, aunque por un importe inferior al esperado. Pero ese breve alivio dio paso ayer de nuevo a la total incertidumbre. El anuncio de Yorgos Papandreu de someter a referéndum el segundo plan de rescate a Grecia y los compromisos de ajustes asumidos ante Bruselas desplomó las cotizaciones bancarias, disparó de nuevo las primas de riesgo -termómetro ineludible en el que los bancos miden su acceso a la financiación- y cerró la ventana que se había entreabierto en el mercado de capitales. "La ventana de financiación se ha cerrado justo cuando había comenzado a abrirse", reconocía ayer a la agencia Bloomberg un estratega de SG.
El sector bancario perdió ayer el 6,21%. La banca griega, francesa e italiana concentraron las mayores caídas, del 16,23% y 13% para SG y BNP Paribas; del 15,8% y 12,44% para Intesa Sanpaolo y Unicredito y del 14,53% para Banco Nacional de Grecia. Una votación en referéndum contraria al plan de rescate griego abriría la puerta a la salida de Atenas del euro, que dejaría en papel mojado los 320.000 millones de euros de deuda pública helena, en su gran mayoría en manos de la banca local. El Instituto Internacional de Finanzas, que engloba a los principales bancos europeos, se apresuró ayer a apoyar los acuerdos alcanzados en Bruselas, incluida la quita del 50% en los bonos helenos, que les garantizarían al menos la recuperación de la mitad de esa deuda. Y junto al descalabro griego, el otro gran foco que abrió ayer la convocatoria de Papandreu fue el italiano.
Italia sufre ahora toda la presión del mercado, con una prima de riesgo que superó ayer los 450 puntos básicos. Este es precisamente el nivel a partir del que LCH.Clearnet, la cámara de compensación en la que se financian los bancos como alternativa a la desconfianza que paraliza el interbancario, se plantea el endurecimiento de las garantías que pide a la deuda que ofrecen los bancos como colateral. Una vez superada la línea roja de los 450 puntos, las cámaras de compensación comienzan a elevar sus exigencias, como ya quedó demostrado con Irlanda o Portugal. En el caso irlandés la cámara elevó las garantías a los bancos del país 10 días después de que la prima de riesgo superara ese umbral, el mismo plazo que se dio a Portugal.
Las cuatro principales entidades italianas poseen deuda soberana de su país por 164.000 millones de euros, según los datos remitidos a la Autoridad Bancaria Europea en los test de estrés de julio. Son las más expuestas, seguidas de las francesas. Así, BNP Paribas tiene más deuda italiana -por 28.000 millones de euros- que francesa.