La UE puede con una recapitalización
Las barreras para una adecuada recapitalización a los bancos parecen políticas, no económicas. Es la conclusión de la última prueba de estrés bancario de Reuters Breakingviews, que analiza qué pasaría si los Gobiernos tuvieran que rellenar el agujero del capital necesario para restaurar la confianza en el sistema financiero europeo.
Tome los 90 bancos que participaron en el ahora desacreditado examen de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) de julio. Si los bancos se vieran obligados a marcar su deuda soberana en el mercado y lograr un core Tier 1 de al menos el 7% en un escenario de estrés, necesitarían 93.000 millones de euros. Incremente el mínimo al 9% y el agujero es de 260.000 millones.
Eso es un salto gigantesco en la brecha de 2.500 millones identificada por la EBA. Sin embargo, a juzgar por las economías de los 21 países cuyos bancos participaron en las pruebas, todavía es manejable. Una inyección de 93.000 millones de capital supone solo un 0,7% del PIB esperado en 2011.
Es cierto que el coste total podría ser mayor, ya que las entidades que participaron en las pruebas solo representan el 65% de los activos bancarios de esos países. Sin embargo, los bancos más pequeños tienden a tener grandes amortiguadores. Y algunas entidades grandes podrían ser capaces de obtener capital privado.
Los periféricos seguirían sufriendo. Con un 7%, los bancos griegos y chipriotas necesitarán 36.000 millones extras. Aumentar la factura supondría impulsar la relación deuda-PIB desde el 157% al 171%. Chipre la incrementaría un 26% desde el 86%. Pero los sistemas financieros de estos países siempre necesitaron arreglárselas con una suspensión de pagos griega. La verdadera cuestión es si España e Italia, enfrentados a una factura de 22.000 millones, necesitan también el dinero del rescate. Pero financiar la recapitalización solo supondrá un 1% de sus niveles de deuda y PIB. Francia y Alemania se peleaban recientemente por la financiación de la recapitalización bancaria. Lo que sugiere que el problema real es justificar más rescates a los votantes.