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Tribuna

Apostar por más RSC

A pesar de la recesión, muchas empresas líderes han mantenido firmes sus planes y compromisos sobre sostenibilidad ambiental. Lo contrario sería no ético en un mundo donde el aumento del calentamiento global está produciendo anualmente 300.000 muertes, y la contaminación ambiental genera, según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos millones de víctimas.

Pero, además, iría contra los intereses de las propias empresas, porque estarían chocando frontalmente con la expectativa creciente en los consumidores de que sean cada vez más verdes, y con la cultura instalada a favor del medioambiente entre sus mismos empleados, que ha sido cultivada por las propias compañías.

Por otra parte, el apostar por convertirse, de empresas guiadas solo por el beneficio, al triple objetivo de rentabilidad, sostenibilidad ambiental y compromiso social es sabio gerencialmente.

The Economist (17/9/11) resalta cómo un reciente informe del World Economic Forum y el Boston Consultancy Group informa sobre ejemplos de 16 empresas del mundo en desarrollo que han convertido a la ecoconciencia en una fuente de ventajas competitivas. La revista señala cómo "los nuevos campeones de la sostenibilidad utilizan las políticas pro verde para reducir los costos, motivar al personal y crear relaciones".

La exitosa compañía de cosméticos brasileña Natura publica balances sociales elaborados junto con sus stakeholders. La empresa está trabajando con sus proveedores para generar un "empaquetamiento totalmente sostenible". En concreto, da bonos especiales al personal, que encuentra nuevas maneras de reducir su impacto en el medio ambiente.

Otro caso es el de Florida Ice & Farm, que ha vinculado el 60% del sueldo de sus gerentes a la triple línea "la gente, el planeta, las ganancias".

Por su parte, Woolwroths, una empresa de venta masiva sudafricana, resalta que la mayoría de sus mejores ideas verdes vinieron de sus empleados, no de los jefes.

Masisa, una compañía forestal chilena, invita a su personal a "imaginar negocios inimaginables" dirigidos a los consumidores.

Por último, Ikea ha aumentado sustancialmente la cantidad de madera en sus productos que debe proceder de bosques gestionados responsablemente.

La sociedad tiene altas expectativas en la responsabilidad social corporativa (RSC). Y espera que ante la recesión y la agudización del cambio climático, la empresa privada esté en primera línea para enfrentarla, protegiendo empleos y generando ecoinnovación.

Autor de 'Emprendedores sociales. Los que hacen la diferencia' (Temas, 2011)

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