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Las garantías de pérdidas futuras en la caja alicantina serán la clave

El comprador afronta una caída bursátil por la ampliación de capital

El comprador de CAM a buen seguro no encontrará una calurosa respuesta en Bolsa, aunque la magnitud del castigo bursátil dependerá de las condiciones de la adjudicación. Una garantía que permita afrontar los vencimientos a medio plazo y las pérdidas futuras ayudará a disipar las reticencias de los inversores, pero la ampliación de capital a la que será abocado el comprador será difícil de digerir, aseguran los expertos.

La entidad que se haga finalmente con CAM tendrá un duro reto ante sí para no decepcionar a sus accionistas. Nacionalidad española, exposición al ladrillo y pertenencia al sector bancario son tres características que a día de hoy penalizan especialmente en Bolsa. De hecho, las grandes entidades, ante las reticencias que genera la economía española, se esfuerzan en resaltar su diversificación internacional en encuentros con inversores. ¿No será entonces añadir más negocio nacional y exposición al ladrillo una losa a su cotización, especialmente si ello implica una ampliación de capital?

Como en toda compra, el precio y las condiciones de la oferta serán determinantes, pero lo que parece improbable es que la reacción del mercado sea muy positiva si la operación implica una ampliación de capital como se espera, por no hablar del aumento de la exposición al ladrillo que entraña la adquisición de CAM. Más aún en un momento como el actual en el que se vuelve a temer una segunda oleada de recapitalizaciones en el sector. Eso sí, no todo está perdido puesto que si el precio es mínimo, como demandan los posibles candidatos a quedarse CAM, el mercado también puede acabar valorando la operación positivamente.

"De forma positiva no se lo va a tomar el mercado, pero igual tiene un efecto neutral", añade Nuria Álvarez, de Renta 4. "Quizá en un principio el mercado reaccione mal pero la entidad que compre ya se preocupará de explicar bien las condiciones en las que se queda la caja. A medio plazo el mercado igual ve el sentido estratégico. Es una forma de ganar cuota en una zona rica de España, siempre que se garantice que se tapan los agujeros", resume Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities. "Si la mayor parte del riesgo está cubierto es posible que la rentabilidad sea aceptable. Cómo reaccione el mercado dependerá de las condiciones", añade Nagore Díez, de Norbolsa.

El elevado riesgo inmobiliario que tiene CAM es precisamente una de las claves de la subasta. Entre enero y junio de este año la caja alicantina sufrió unas pérdidas de 1.136 millones de euros y se teme que la exposición al ladrillo multiplique los números rojos en el futuro. CAM tiene 12.677 millones de euros en créditos a promotores, de los cuales un total de 7.771 millones han sido calificados ya como morosos o subestándar. Los elevados vencimientos de la caja son otro factor de riesgo para el comprador. Este volumen asciende a 5.925 millones en 2012, mientras que en 2013 la cifra es de 1.841 millones. De ahí la importancia de las condiciones finales de la compra.

"Si la financiación de la operación está soportada y se establece un sistema que permita absorber los vencimientos y las pérdidas relacionadas con el ladrillo, la reacción del mercado puede ser positiva", comenta una experta que prefiere mantener el anonimato. Las claves las dará la protección de activos que se establezca y el coste de la integración.

El tamaño de CAM, con alrededor de 70.000 millones en activos, limita el número de aspirantes. En el sector se señala a Santander, BBVA y CaixaBank como las entidades con posibilidades reales de hacerse con ella.

Las cartas de los principales candidatos

Caixabank. Se perfila como una de las tres entidades españolas con posibilidades reales de quedarse con CAM. Sus bazas son el tamaño y su origen de caja de ahorros, aunque CaixaBank ya sea un banco cotizado, lo que le puede dar mayor conocimiento de una entidad como la caja alicantina. En contra de la entidad que preside Isidro Fainé juega la elevada red de oficinas de la entidad, con más de 5.200 sucursales, que daría lugar a fuertes solapamientos.Santander. El tamaño de Santander, su diversificación internacional -que permitiría asumir mayor exposición en España- y su posición de liquidez son factores que juegan a su favor a la hora de hacerse con CAM. Santander ha demostrado en el pasado su capacidad para hacer rentables sus adquisiciones. Las compras de Central Hispano o ABN Banco Real se señalan como algunas de las más rentables, sin olvidar que Alfredo Sáenz fue el artífice del saneamiento de Banesto.BBVA. La entidad con la red de sucursales más rentables de España es otra de las candidatas a hacerse con CAM, una operación con la que el banco abandonaría su tradicional cautela en materia de compras. De hecho, la gran línea estratégica de la entidad ha sido siempre el crecimiento orgánico y de ganar la puja, probablemente deberá hacer una ampliación de capital. La clave del éxito será que los beneficios de la operación sean mayores que el previsible castigo bursátil.

Las cifras

30,4% es el porcentaje de caída que acumula el sector bancario del Stoxx este año. En España las caídas oscilan entre el 1,28% de Bankinter y el 22% de Santander.12.677 millones es el crédito a promotores que tiene la CAM; un total de 7.771 millones han sido calificados ya como morosos o subestándar.

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