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Para mala suerte, la de UBS

UBS ha perdido 1.600 millones desde la silla de un operador de Londres pero, de acuerdo con la documentación entregada por UBS en los resultados hasta junio, el banco jamás podría incurrir en una pérdida de ese calado. Bueno, quizá nunca sea decir mucho. Más bien, UBS ha tenido la mala suerte de que una cosa que solo debería pasar una vez cada varios trillones de veces la edad actual del Universo.

Los bancos pueden controlar los riesgos que asumen al operar en mercados. O, mejor dicho, dicen que pueden hacerlo. El mecanismo es un concepto denominado Value at Risk (valor en riesgo), que indica la cantidad máxima que el banco puede perder según su exposición al mercado. Teniendo en cuenta la posición de la cartera de activos del banco, las variaciones históricas de los precios de los activos y la probabilidad de que se registren determinados movimientos, se calcula cuánto dinero podría perder la entidad.

El Value at Risk medio de UBS en el segundo trimestre fue de 98 millones de francos suizos, 118 millones de euros, con un intervalo de confianza del 95% y una serie histórica de cinco años. Eso quiere decir que, en función de los movimientos registrados en los mercados los últimos cinco años (que no han sido precisamente un camino de rosas), hay un 95% de probabilidades de que la cartera de UBS no pierda en un día más de 118 millones de euros.

Eso es así porque UBS ha calculado la desviación típica, es decir, una estimación de cuánto se suele desviar la realidad respecto de la media. Y de esta desviación típica nace este intervalo de confianza del 95%. En una distribución normal, el 95% de los datos está dentro de un intervalo equivalente a dos veces la desviación típica. El 99% está dentro de un intervalo equivalente a tres veces la desviación típica, lo que en el caso de UBS equivaldría a decir que hay un 99% de probabilidades de que la pérdida media en un día no supere los 178 millones… y así sucesivamente. A mayor pérdida máxima estimada, más sólido es el intervalo de confianza.

Ahora, los 1.600 millones perdidos por Kweku Adoboli superan en 29 veces esta desviación típica. Eso quiere decir que la probabilidad de registrar esa pérdida en un día normal es de un 10 seguido de 185 ceros. La edad del Universo medida en días, por poner un ejemplo, es de un 10 seguido de 11 ceros…. Desde luego, este Adoboli es un tipo con mala suerte.

Claro que este mismo mes el movimiento del franco suizo tras la decisión del SNB de ligar su cotización a la del euro (la divisa subió el 10%) fue 20 veces la desviación típica, un evento que solo debería suceder una vez en varios trillones de trillones de veces la edad del Universo. Quizá no es que Adoboli tenga tan mala suerte, sino que lo que falla es otra cosa.

Todo esto quizá sea forzar un poco las cifras. También puede suceder que UBS haya sufrido, durante más de 10 días, la pérdida máxima esperada y ningún beneficio. De hecho, según un blog de la BBC, Adoboli ocultó sus riesgos fragmentando sus operaciones en centenares de órdenes de menor calado, para saltarse los controles.

Puede ser. Pero tampoco salva mucho la cara de UBS en particular o la de la banca de inversión en general. En 2007, tras la crisis subprime, Goldman aseguró que la probablidad de registrarse los movimientos sucedidos en la crisis subprime fue de era de seis entre 10 elevado a 138, es decir, un seis entre un número con 138 ceros. Desde luego, los bancos de inversión tienen mala suerte últimamente. Pero bueno, no son los únicos.

PD.- A finales de 2010 UBS logró elevar un 6% su negocio de Trading a costa de elevar un 39% el Value at Risk. Nadie da duros a cuatro pesetas.

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