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¿Quiénes son? ¿Cómo funcionan?

Diez claves para entender cómo funcionan las agencias de 'rating'

Las agencias de calificación llevan más de un siglo en el mercado. Sin embargo, los recientes eventos derivados de la crisis de deuda las han puesto en el ojo público. Su papel está siendo discutido, no solo por los ciudadanos, sino también por las autoridades comunitarias. Tratamos de aclartar un poco cómo funcionan y para qué sirven.

1. ¿Qué es el rating?

El rating es una nota o calificación de la solvencia que tiene una empresa, un país, instituciones públicas, emisiones de deuda, estructurados o fondos para hacer frente a sus obligaciones de pago.

2. ¿Quién lo fija?

El rating de una compañía o país habitualmente es fijado por una empresa especializada. Para ello, valora las emisiones de deuda, la solvencia financiera y la vulnerabilidad ante diversos riesgos externos que puedan afectar a sus ingresos o activos. Las agencias también llevan a cabo estudios exhaustivos sobre industrias concretas.

3. ¿Cómo lo fija?

Cada agencia tiene su propio procedimiento. En el caso de Standard & Poor's, cuando se trata de una empresa, los analistas comienzan evaluando la industria y el mercado en el que la compañía opera. Posteriormente calibra los riesgos del negocio y los específicos para cada emisor, tanto de una forma estanca como en comparación con sus pares. También se tiene en cuenta el país en el que tiene su sede la compañía. Así, cuando la calificación del riesgo soberano cae, es normal que la empresa (sobre todo cuando se trata de un banco), también sufra una rebaja.

4. ¿En que afecta una rebaja?

Una degradación del rating suele suponer una disminución de la confianza de los inversores y, por tanto, se traduce en un incremento de los costes financieros: es decir aumentará tanto la rentabilidad que exige el mercado para colocar una emisión de deuda como el interés a pagar en el caso de solicitar un crédito. La percepción sobre el riesgo que supone invertir o dejar fondos a una entidad o país crece en proporción al número de escalones que baje la nota.

5. ¿Qué supone cuando cambia la perspectiva?

Lo normal no es rebajar de golpe la calificación de una compañía o un país, a no ser que se produzca un hecho o suceso inesperado de alcance (por ejemplo, un atentado, una catástrofe natural, una operación corporativa o una decisión gubernamental). La etapa previa suele ser el cambio de perspectiva. Lo normal es que esta sea netural. Pero las agencias la cambian (a positiva o a negativa) lo cual significa que están etudiando una rebaja o una mejora. La decisión se toma en los siguientes 90 días.

6. ¿Qué empresas son las denominadas agencias de calificación?

Existen multitud de agencias de calificación, pero son tres las que realmente dominan el mercado: Moody?s , Standard & Poors y Fitch.

7. ¿A quién perttenecen estas agencias?

Moody's Corporation es una sociedad cotizada con unos 8.027 millones de dólares capitalización. Sus principales accionistas concentran el 53,5% del capital. Entre ellos destaca la reaseguradora Berkshire Hathaway (uno de los vehículos inversores de Warren Buffett) con un 12%, fondos como the Capital Group, BlackRock, gestoras como T. Rowe Price.

Standard & Poor's, por su parte, es filial al 100% de McGraw-Hill, un holding empresarial con intereses en información, educación y herramientas de medición y análisis financiero. Esta compañía comparte accionistas con Moody's (Capital Group, Vanguard Group, T. Rowe Price, State Street y BlackRock). También están presentes otros fondos como Oppenheimer o el grupo asegurador MassMutual Finantial.

En el caso de Fitch, su principal accionista es Fimalac, con un 60%. Este es un holding francés con diversas participaciones empresariales. Comparte propiedad con el grupo Hearst.

8. ¿Son fiables las calificaciones que ponen las agencias?

Depende. Son muchas las voces que culpan a estas compañías de tener gran parte de culpa en el estallido de la crisis al mantener la máxima calificación de entidades financieras que tenían en su balance multitud de activos tóxicos. Un ejemplo es Lehman Brothers, que el mismo día de su quiebra tenía en su poder la mejor nota.

Estas voces pueden tener parte de razón, sobre todo si se tiene en cuenta que los errores son más visibles que los aciertos. La realidad es que no existe un modelo alternativo que haya triunfado. Las agencias de calificación han de ser independientes, tal y como reclama la mayor parte de empresas. En todo caso, cuantas más haya, mayores serán las alternativas.

9. ¿Cuál es el rango de notas?

Las posibles calificaciones contemplan un gran rango de notas que varían en función de la agencia, pero principalmente se pueden dividir en dos grandes categorías.

a) Investment Grade o grado de inversión (de AAA a BB+): cuando se considera adecuada la capacidad de pago, no hay indicios de riesgo de insolvencia.

b) Speculative Grade o grado especulativo (de BB+ a D): popularmente conocido como bono basura, es utilizado cuando se considera que el riesgo de impago de las obligaciones de pago es alto.

10. ¿Cómo son las notas?

Las agencias distinguen entre las notas para el largo y el corto plazo. La referencia suele ser la del largo plazo.

En este capítulo, el grado máximo es la triple A. Para Standard& Poor's y Fitch es AAA. Para Moody's, Aaa. Apartir de ahí se van quitando letras, añadiendo números o signos y se va descendiendo por la B, la C y la D.

Al grado máximo le sigue el grado alto: Aa1, Aa2 (que es la que tiene España en la actualidad) y Aa3 en el caso de Moody's; AA+, AA y AA- en el de Standard & Poor's y Fitch.

El grado medio alto comprende A1, A2 y A3 en Moody's; A+, A y A- en S&P y Fitch. Le sigue el grado medio bajo, el último en el que la inversión es recomendable: Baa1, Baa2 y Baa3 para Moody's; BBB+, BBB y BBB- en S&P y Fitch.

A partir de aquí entramos en el terreno del bono basura. Ba1, Ba2 y Ba3 para Moody's. En el caso de S&P y Fitch es BB+, BB y BB-. La emisión se convierte en "altamente especulativa" cuando Moody's le pone una nota de B1, B2 o B3; o cuando S&P y Fitch lo califican de B+, B o B-.

La letra C es la última del escalafón. Los cuatro grados que van de Caa1 y Ca (el rating de Grecia) en el caso de Moody's y entre CCC+ y C de S&P y Fitch definen la diferencia entre "riesgos sustanciales", extremadamente especulativo" y "pocas esperanzas de recuperación.

El default se merece una C para Moody's y una D para S&P. Fitch diferencia entre DDD, DD y D.

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