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Pymes & I+D+i. Financiación

El pequeño negocio se queda sin línea de descuento para el día a día

La crisis ha reducido el volumen de efectos de comercio, instrumentos de pago aplazado, casi un 50%

Es el instrumento de pago aplazado más utilizado por las pymes españolas y uno de los cauces habituales para acceder a la financiación de su circulante. Por tanto, las estadísticas de los efectos comerciales (pagarés, recibos bancarios, letras de cambio...) son un reflejo preciso de buena parte del movimiento empresarial. Por un lado, como medio de pago de transacciones entre empresas (es corriente que las pymes que trabajan para grandes compañías reciban efectos de comercio), son una medida directa de la actividad económica. Por otro, muestran la financiación a la que acceden las pymes a través de las líneas de descuento comercial de bancos y cajas. "Es una de las formas que tradicionalmente tienen las pymes de financiarse llevando esos efectos al banco, que les adelanta el dinero descontando los tipos de interés. De esta manera, la pyme financia su día a día. Esta es una de las razones por las que tienen tanto desarrollo y registran volúmenes tan altos, ya que no solo es un medio de pago válido sino que también ayuda a financiarse a quien lo recibe", indica Javier Rodríguez, consejero delegado de Corfisa Financial, empresa especializada en la financiación de capital circulante a pymes, perteneciente a GFKL, grupo empresarial alemán de servicios financieros y tecnológicos.

El análisis del volumen de este medio de pago y financiación que se mueve en España permite conocer la evolución de la actividad económica, en general, y en particular de las pymes. Es lo que ha hecho Corfisa. Su estudio muestra claramente algo ya sabido: que muchas pymes atraviesan momentos muy difíciles y que el crédito no fluye. En 2007, el volumen de pagos realizados con efectos de comercio vencidos alcanzó los 410.000 millones de euros, casi el 36% del PIB del ejercicio; cuando apareció la crisis en 2008 se produjo un pequeño decrecimiento del 5%, fueron 390.000 millones de euros; en 2009 la caída fue en picado, casi un 35%, 259.000 millones de euros. "Estos datos reflejan una reducción brutal de la actividad. Es pura actividad económica que se ha dejado de realizar. Pero lo peor es que en 2010 volvió a bajar el volumen casi un 15% respecto al año anterior, solo se alcanzaron 221.138 millones de euros, que representa el 20,8% del PIB y cerca de un 50% menos que cuando se inició la desaceleración económica. La crisis sigue penalizando la actividad de las pymes", apunta Rodríguez.

Por su parte, la financiación empresarial de bancos y cajas a través del descuento comercial ha pasado de 340.000 millones de euros en 2007 a solo 165.321 millones en 2010, cifra que representa un 74,7% del total de efectos en circulación y supone un 18,5% menos que en 2009. "La recuperación llegará cuando vuelva a haber crédito", concluye el consejero delegado de Corfisa.

Pagarés, letras de cambio y recibos bancarios radiografían la actividad económica

La estandarización casa mal con la cercanía

En el primer trimestre los datos de circulación de pagarés, letras de cambio y recibos bancarios no son buenos. "Sigue bajando el volumen respecto al trimestre anterior, es cierto que solo un 0,05%, aunque en términos interanuales esa caída es de un 2,43%. Es decir, la gráfica va eliminando la negatividad, pero todavía refleja reducción de actividad", asegura Rodríguez, de Corfisa. Este grupo ha financiado en los últimos tres años a unas 2.500 pymes. "La experiencia es dramática. Creo que las pymes han sufrido más de lo que en buena lógica económica les correspondería. Primero por el tipo de producto que utilizan -línea de crédito y descuento comercial a corto plazo- que el banco puede cancelar en cualquier momento; pero, sobre todo, por la propia dinámica de la banca moderna que tiende a la industrialización, a estandarizar los procesos, los productos, la forma de analizar el riesgo... Esto se adapta mal a las pymes, que necesitan un tipo de análisis mucho más cercano", opina Rodríguez.Los clientes de Corfisa son pymes que han visto canceladas sus líneas de crédito, así como empresas de nueva creación. "Se podría pensar que asumimos más riesgos que los bancos, pero nuestra morosidad es de un 0,1%. La solvencia que analizamos no es tanto la de nuestros clientes como la de las empresas para las que trabajan y cuya deuda compramos. Vemos en detalle cada operación. Los procedimientos estándar de los bancos no entran en detalles y, al final, hay mucha distancia entre el cliente y quien decide. La cercanía es muy importante para el negocio de las pymes", añade.

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