_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Los últimos metros son los más difíciles

La última oleada de nerviosismo en la zona euro es lo último que Bankia necesita mientras se prepara para su salida a Bolsa. La mayor caja de ahorros de España ya tenía una historia complicada de vender. Su mayor reto consiste en convencer a los inversores de que están comprando cerca del valor más bajo y que la gestión, encabezada por el exministro de Economía Rodrigo Rato -que no es banquero-, cumplirá. A su favor tiene tamaño y potencial claro de reestructuración. Pero Bankia tiene una de las mayores exposiciones inmobiliarias del sector, incluso después de haber transferido activos al BFA, una sociedad de la que posee el 100%.

La cuestión clave radica en si el nuevo capital recaudado será suficiente para absorber las pérdidas adicionales de este sector enfermo. Luego hay un riesgo de que BFA tenga que vender más acciones de Bankia para financiar su banco malo.

Vender este negocio a los inversores internacionales en este entorno siempre iba a ser difícil: las acciones de los bancos españoles han caído notablemente en las últimas semanas. Pero incluso para los inversores minoristas no es quizás tan fácil como parecía. La demanda cubre solo un 83% de las participaciones destinadas a los inversores minoristas, en la parte inferior de la gama. Es cierto que el tramo minorista es muy grande y aún quedan días. Si al final falta algo de demanda, tendrá que ser compensado por las instituciones, algunas de las cuales pueden ser susceptibles de un suave forcejeo dado la importancia de este acuerdo para la economía española. Bankia se ha valorado a sí misma a 0,46 veces su valor contable en la parte inferior del rango de precios, un fuerte descuento. Aun así, podría tener que cortar otro 10% el precio para atraer demanda de última hora. A BFA podría no gustarle ya que se diluiría por debajo del 50%. Pero si no se produce la OPV en los próximos días, podría no producirse nunca. Entonces Bankia podría sufrir la humillación de ser nacionalizada en parte por el Gobierno. Eso es motivo para que se concentren en llegar a la meta.

Archivado En

_
_